Ruta que pretende rememorar mis andanzas de niño cuando pasaba los veranos en casa de mis abuelos y por las mañanas solía recorrer con mi vieja bicicleta los caminos de tierra y piedras que unían San Martín de Pusa y la población de Santa Ana de Pusa. Ahora aquellos caminos son una carretera rural con asfalto en perfecto estado. Han pasado muchos años, todo ha cambiado.
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| Camino rural de Santa Ana. |
Impresiones:
Aprovechando la festividad del puente del Pilar, he pasado unos estupendos días junto a mi familia en San Martín de Pusa, el pueblo de mis abuelos. Hemos disfrutado mucho de algunas de las opciones de ocio que ofrece en la actualidad esta encantadora población toledana. Como ir a pasear por las viñas, visitar el viejo puente sobre el río Pusa, jugar al pádel, hacer uso de las buenas instalaciones deportivas de las escuelas, ir de cañas y tapas por los bares del pueblo o simplemente gozar con el entorno rural y natural de la zona. Pero lo que más ilusión me ha hecho ha sido recrear en bici la ruta que yo realizaba de niño, en esta ocasión junto a mi mujer y mi hijo.
Recorrido:
Trazado lineal de ida y vuelta que une las poblaciones de San Martín de Pusa con Santa Ana de Pusa a través de un viejo camino de piedras y tierra que antiguamente era utilizado para el pastoreo aunque en la actualidad es una carretera rural con asfalto en perfecto estado que da acceso a las servidumbres y parcelas de la zona. Es un recorrido bastante entretenido salpicado de continuas subidas y bajadas que se encuentra dentro de un entorno solitario y rural rodeado de campos de olivos y extensos terrenos de pastizales y barbechos. Una carretera por la que raramente pasan los coches pero por la que si es fácil cruzarse con vehículos agrícolas, ciclistas o rebaños de ovejas.
Datos:
Distancia: 16'5 kms
Tiempo encima de la bici: 1h 19m
Tiempo total: 1h 56m
Velocidad media: 12'5 km/h
Desnivel acumulado: 193 metros.
Otras rutas por la zona:
Tributo a San Martín de Pusa
Getafe- San Martín de Pusa
San Martín de Pusa- Montes de Toledo
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| Nicolás disfrutando de su nueva bici. |
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| Esta salida recrea las rutas que yo realizaba cuando era un niño, con mi vieja bicicleta BH azul de paseo. Iba desde la casa de mis abuelos hasta el vecino pueblo de Santa Ana de Pusa. Casi 15 kms que realizaba por un camino de tierra y piedras pero con toda la ilusión que puede tener un crio de 12 años que intentaba emular a sus ídolos ciclistas de entonces. |
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| Haciendo un alto en el camino para coger un membrillo. |
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| Ha sido toda una gozada revivir aquellas sensaciones que tuve de niño. En esta ocasión, junto a mi mujer y mi hijo. Ellos ni se imaginan la nostalgia con la que he vuelto a estos caminos. |
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| La parte más difícil de la ruta es una sucesión de tres rampas seguidas que va decreciendo en dureza, la primera alcanza el 9% de desnivel, las dos siguientes son más llevaderas. |
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| Se trata de un repecho de un kilometro y medio que realizado con las bicicletas actuales y piso asfaltado no supone ningún gran esfuerzo. Sin embargo volviendo la vista 30 años atrás considero que era toda una hazaña conseguir salvar este "pequeño Tourmalet" con una bicicleta de paseo, provista de un solo piñón y plato por un camino de cabras. |
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| Para llegar a Santa Ana de Pusa es necesario cruzar la Cm-401. |
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| Poco después de las doce de la mañana llegamos a Santa Ana, el ayuntamiento preside la plaza del pueblo. |
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| Los parroquianos saliendo de misa. |
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| Aprovechamos también para dar un paseo por sus calles. Hacía años que no pasaba por aquí. |
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| Toca darse la vuelta y volver por el mismo recorrido pero esta vez en sentido contrario. |
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| Es un trazado sin tráfico, nosotros tan solo nos cruzamos con algún tractor y ocasionalmente con algún coche. |
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| Esta zona esta surcada por pequeños arroyos que alimentan grandes campos de cultivo, pastizales y zonas dejadas en barbecho. Es un lugar ideal para quién se quiera alejar del vasto ruido de la civilización y quedarse a meditar en la tranquilidad que da la soledad del monte. |
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| Aunque el pavimento está asfaltado sigue siendo el camino habitual que tienen los ganaderos para transportar el ganado ovino. |
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| Nicolás se sintió entusiasmado durante toda la ruta. |
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| Fresquita mañana que he disfrutado muchísimo viendo como Nicolás y Leonor superaban con suficiencia todas las cuestas que de pequeño a mi me hacían sufrir. |
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| La "cuesta de la Cabrera" es un repecho imponente que llega al 10% de desnivel. Es el lugar donde de niños mi hermano y yo mediamos nuestras fuerzas. Recuerdo cierta ocasión que mi padre iba detrás de mi con el coche y después en casa comentar que "iba muy lento", que mala es la ignorancia. Otra anécdota que tiene esta rampa es la violenta caída que tuvo Manzana en la curva antes de iniciar el tramo de subida. |
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| Tras ascender esta rampa nos dimos cuenta que Leonor iba con la rueda trasera pinchada. No recuerdo jamás haber pinchado de niño haciendo esta ruta. Me hubiera quedado tirado en cualquier sitio porque no tenía ni llevaba herramientas para arreglar ni sustituir la cámara. Son cosas que cuando eres un chiquillo no le prestas atención ni le das importancia. |
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| El tramo final de la ruta antes de alcanzar el pueblo de mis abuelos atraviesa varios campos de olivos que precisamente nos recuerdan que el aceite es uno de los motores económicos más importantes de la región. |
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| De niños solíamos caminar al anochecer por este camino y quedarnos embobados mirando el cielo estrellado, alucinando con el firmamento. |
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| Desde la zona conocida con el nombre de "los cotos" tenemos una bonita vista panorámica de San Martín de Pusa. |
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| La de cientos de veces que fui de pequeño "a por agua" al caño y sin embargo ahora se encuentra seco. Todo ha cambiado. Incluso en la plaza del pueblo en la actualidad han instalado un punto de carga para vehículos eléctricos. ¿Qué será lo siguiente? |
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| Con el paso de los años pienso en lo admirable que eran aquellas rutas que hacía de niño con una bicicleta infantil. |
PERFIL:
TRACK DE LA RUTA:
Jeje, David, lo que habrás disfrutado en esta corta ruta con Leonor y Nicolás. Me has recordado las rutas veraniegas con mis niñas desde la localidad toledana de La Guardia, pueblo de mi mujer, hasta El Romeral, mi pueblo, o Lillo. Me lo pasaba pipa con ellas. Pero nunca conseguí montar a Elvira en una bici. No le gusta.
ResponderEliminarPrecioso camino asfaltado. Tengo que quedar un día contigo en San Martín de Pusa,con la de montaña, para que me enseñes esa ruta y otras.