Cima del Puerto de Navacerrada. |
Pero por desgracia ese día no me encontré todo lo fino que quería y al terminar la primera subida me dí por vencido. Dejando para otro momento más propicio culminar por completo el puerto de Navacerrada, unas subidas que descubrí por primera vez hace un par de años, aunque por aquél entonces las acometí con mi antigua bicicleta de montaña. Hoy tocaba superar este mítico puerto por sus dos vertientes y con mi flamante flaca aunque esta vez había puesto el punto de partida en Guadarrama y el más alejado en La Pradera de Navalhorno, muy cerca de Valsaín, donde me daría la vuelta.
Año y medio montando en bicicleta de carretera dan para mucho y en especial para practicar la modalidad que más me gusta: la escalada. Si alguien me preguntará cuál es la subida en flaca donde he sufrido más quizás le respondería que en el puerto de Navacerrada por su vertiente segoviana, también conocida con el nombre de "Las 7 revueltas". Estoy seguro que no es la que sostiene los mayores porcentajes, ni si siquiera es demasiado larga, pero ha sido sin duda donde lo he pasado peor.
Sobre las 9,20 comienzo la ruta, esta vez en solitario, nadie me acompaña para compartir esta doble subida al puerto de Navacerrada. Salgo de Guadarrama, con una temperatura muy agradable que en principio me anima a llevar un ritmo alegre de pedalada con el plato grande. Los primeros cuatro kms se hacen muy monótonos circulando por la M-622. Una larguísima recta me conduce hasta la población de Los Molinos, con el único aliciente de observar a lo lejos la impresionante cordillera de los siete picos.
A las afueras de Cercedilla la carretera ya pica claramente para arriba, encontrándome rampas que me harán esforzarme. El paso por esta localidad serrana lo realizo de manera prudente, a estas horas de la mañana ya son muchos los vecinos que pasean por sus calles. Muchos son los atractivos que posee Cercedilla que tiene bien ganada su imagen como puerta de entrada a las más hermosas excursiones por la Sierra de Guadarrama, rodeada por el formidable circo montañoso que se abre en abanico desde los 1945 metros de la Peñota hasta los 2136 que constituyen la altura máxima de Siete Picos.