Ciclismo, naturaleza, fotografía.

CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

miércoles, 3 de abril de 2013

A LA PEDRIZA POR EL CARRIL BICI DE COLMENAR VIEJO 17/3/2013

Recorrido de ida y vuelta que me llevará hasta las puertas de la Pedriza a través del carril bici de Colmenar Viejo, una estupenda vía creada para el uso y disfrute de los ciclistas que lo utilizan todos los fines de semana  para conectar la capital con la sierra de Guadarrama. Una salida marcada por el fuerte viento que se convirtió en el principal protagonista de la jornada.

La Pedriza.

Este mes de marzo esta siendo uno de los más lluviosos que yo recuerde. Con temperaturas muy bajas y en general con un ambiente húmedo y frío. Otros años por esta época ya me había vestido de corto. La llegada de la primavera y el buen tiempo parecen resistirse. Quizás estemos abocados con el cambio climático, a un futuro con tan solo dos estaciones: invierno y verano, como muchos expertos auguran.





Esta vez me apetecía realizar una salida por la zona norte, utilizando el carril bici de Colmenar Viejo para alcanzar la sierra madrileña con mi flaca. En solitario me desplazo hasta las inmediaciones de Valdelatas, tan solo media hora de desplazamiento en coche desde Getafe. Justo en frente de la academia de Policía existe una zona donde se puede estacionar, con acceso directo al carril bici. Esta vía no comienza exactamente aquí, sino unos kms más atrás, pero este es el mejor sitio donde iniciar la ruta. De echo, muchos aficionados dejan sus coches en este lugar como punto de partida.



Poco después de las 9,30 comienzo la ruta con una temperatura gélida, por debajo de los 5º y un fuerte viento que inicialmente sopla de costado, desestabilizando a veces la bicicleta. Lo siguiente que me llama la atención es la gran cantidad de ciclistas que pueblan este carril bici. Los fines de semana esta vía se convierte en un hervidero de aficionados, de todas las edades y niveles, deseosos de pasar una agradable mañana disfrutando de este deporte.



Los primeros kms los realicé chupando rueda de unos y otros, buscando unirme a un grupo para no sufrir demasiado. Fueron momentos de nerviosismo, hasta que encontré un pequeño grupo de cuatro unidades que llevaban una velocidad pareja a la mía. A cola de ellos, al más estilo Greg Lemond deambule durante un buen rato, camuflado entre medias, resguardado del vendaval. Me fue imposible ayudarles con la tarea de los relevos, bastante hacía con aguantar detrás, incluso haciendo la goma de vez en cuando.


Carril bici de Colmenar Viejo.

Pasado Tres Cantos tuve que cambiar de compañeros, de seguir con ellos probablemente hubiera terminado petando. Después me acoplé durante varios kms detrás de un chaval con el maillot del movistar. Íbamos a un ritmo constante, muy eficaz, que nos permitía ir progresando contra el viento, aunque tras superar un par de repechos de consideración por la zona de Colmenar Viejo, le perdí de vista, ya no pude seguirlo.









El último tramo de carril bici hasta alcanzar Soto del Real lo realicé saltando de un grupo a otro. Casi siempre yendo a una velocidad por encima de mis posibilidades. Llevando un ritmo cardíaco alto, con las pulsaciones muy elevadas, pero al menos me encontraba protegido del viento detrás de los ciclistas que me hacían de pantalla. En Soto realicé una breve parada, lo justo para rellenar el bidón,  y comer una barrita.




El carril bici del norte, o también llamado de Colmenar Viejo, porque serpentea la carretera que va a dicha localidad, es una estupenda vía exclusiva para ciclistas que lo utilizan para enlazar el área metropolitana de Madrid con la sierra de Guadarrama. Este carril bici ha dado una conexión segura a los que pretenden salir de la capital para después ascender los puertos de la sierra. Es, sin duda, una espectacular estructura que se terminó a mediados del 2006, deshabilitando el anterior carril bici que transcurría por el arcén de la carretera, el tristemente conocido como el "carril de la muerte" donde varios ciclistas perdieron la vida.


Carril bici de Colmenar Viejo.

Esta nueva construcción se encuentra segregada totalmente del tráfico a motor, va serpenteando la M-607 a un lado y al otro de la calzada a través de túneles, pasarelas y puentes. Lo que en principio podría resultar un recorrido algo monótono y aburrido, se convierte en un trayecto bastante atractivo gracias a los toboganes que me voy encontrando a medida que avanzo. Un trazado rompe piernas que resulta bastante exigente, sobre todo a la altura de Colmenar Viejo donde constantemente el perfil tira para arriba y se sitúan las rampas más duras. Además en época invernal siempre esta el aliciente de poder contemplar la sierra madrileña adornada con la nieve.


Manzanares El Real.

Los siguientes kms los realicé por la M-608, la carretera que me lleva a Manzanares El Real, una de las poblaciones más turisticas de la zona. Esta vía cuenta con un amplio arcén que me resguarda del abundante tráfico que soporta. Hasta entonces el viento me había azotado de costado pero a partir de aquí, al cambiar de dirección comenzó a darme de cara. Por delante tengo 10 kms completamente llanos que se hacen infernales.





Esta vez no tuve la suerte de entonces y tuve que realizar todo el recorrido en solitario, sin  posibilidad de esconderme detrás de un grupo de ciclistas. En los cuatro años que llevo montando en bici no recuerdo haber pasado por una situación parecida. El viento era tan fuerte que apenas me dejaba avanzar. Tenía que ir esforzándome al máximo para conseguir mover los miseros desarrollos que utilizaba. Mi garmin marcaba en ocasiones una pendiente de -1, y sin embargo me costaba progresar muchísimo. Como si estuviera ascendiendo un puerto de primera. Para mi fue el tramo más duro de toda la ruta.


La Pedriza.

Este sufrimiento termina tras superar el Castillo medieval de los Mendoza. En seguida abandono la carretera para tomar el camino asfaltado que se adentra en La Pedriza. Estoy en pleno Parque Regional de la Cuenca alta del Manzanares, el espacio protegido más grande de la Comunidad de Madrid que será absorbido en el futuro por el parque Nacional de las cumbres de la sierra de Guadarrama. En el control de acceso me encuentro una hilera de coches esperando para entrar, seguro que envidiosos de verme pasar con la bicicleta. Comentar que el acceso al parking de Canto Cochino se encuentra restringido a los vehículos a motor a partir de una determinada hora dependiendo de la afluencia de turistas, hasta completar los lugares destinados al estacionamiento.


A continuación tengo que afrontar la ascensión al Collado de Quebrantaherraduras. Una subida de 4 kms, con alguna rampa interesante que ronda el 9% de desnivel, por suerte por esta zona me encuentro rodeado de arboles y el viento no hace su aparición. Su cima coincide con el punto más alto de toda la ruta, a 1085 metros de altitud. Tras coronar a mano izquierda existe un estupendo mirador desde donde se puede contemplar el espectacular circo rocoso de La Pedriza.




Después tengo un km y medio de revirado descenso hasta alcanzar el área recreativa de Canto Cochino. Llevados 45 kms de marcha me encuentro en el punto más alejado de la ruta, es momento de descansar y avituallarme. Me tomé un gel, una barrita y una pastilla de glucosa. Sabía que la vuelta iba a ser dura y necesitaba energía. Rodeado de naturaleza, con la mirada puesta en el magnifico canchal berroqueño que supone La Pedriza uno se siente pequeño ante tanta belleza. A veces me gusta perderme por sitios como este y disfrutar de los placeres de la vida, uno de ellos poder llegar hasta aquí en bici.


La Pedriza.

Esta ruta consistía en un recorrido de ida y vuelta, teniendo como punto culminante el parking de la Pedriza. Ahora tocaba volver. El resto de la ruta comparte el camino de la ida salvo un pequeño atajo que tome para no pasar por Soto del Real, cogiendo una estrecha carretera algo peligrosa por el angosto arcén y la multitud de vehículos que me encontré. De nuevo el viento volvió a ser el principal protagonista negativo, que me dificulto mucho el pedalear, fue lo único destacable en el regreso que realicé sin mayor consecuencias.






Sobre las 14,00h llegué a un desangelado parking, todos se habían ido, solo quedaba mi coche y otra furgoneta. En total salieron 86 kms realizados en 3h 45m (tiempo encima de la bici), a una media de 23 km/h. Terminé la ruta muy cansado, con mucho dolor de cuadriceps, es evidente que este año me encuentro físicamente mucho peor. Tendré que seguir entrenando para coger pronto la forma.





Me quedo con la satisfacción de ir poco a poco integrándome en el mundo del ciclismo de carretera. Cada vez me resulta menos complicado rodar en grupo, y tengo menos miedo en los descensos. Me siento perfectamente acoplado a mi máquina para dar el mejor rendimiento posible. Este año tengo pensado participar en alguna carrera cicloturista, y me gustaría hacerlo bien. Supongo que con entrenamiento y dedicación todo llegará. Este año con todo lo que esta lloviendo apenas he cogido la bicicleta de MTB. Muchos ya sabéis de mi pánico al barro, con lo cual parece que la flaca, en vez de bicicleta de carretera sea bici de invierno.


PERFIL: 



TRACK DE LA RUTA:




3 comentarios:

  1. Un buen paseo, David.
    Lo que se puede llegar a andar en bici de carretera. Todo llegará, pero sin olvidar el disfrute del paisaje.
    Un saludo.

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  2. Tras este final de invierno e inicio de primavera, tranquilo, todos estaremos más bajos de forma, así no hay ni Dios que salga ni que pueda ser constante.

    Un saludo!

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  3. Hola David,

    El viento siempre hace la ruta muy dura, y últimamente no da trégua.

    Me gusta mucho la ruta que propones, y más con llegada a La Pedriza; disfruté muchísimo el pasado agosto cuando pude conocerla con la Mtb; incluso tengo pendiente alguna escapada ya que me confundí y me dejé la subida al comedero de buitres. La Pedriza me pareció impresionante.

    Con el paso de los kms sin darte cuenta irás tomando tonillo, y como bien sabes la bici de carretera ayuda mucho ello; yo estoy en la misma situación que tú ya que, aunque no he hecho parón de bici sí que los últimos meses han sido de muy pocas salidas de muy pocos kms.

    Un saludo y me alegra tu vuelta al pedal.

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