El Col du Tourmalet es el puerto más famoso del ciclismo mundial por su dureza e historia. En su trazado se han librado algunas de las batallas más épicas de este deporte. Es el puerto más mítico del Tour de Francia y subirlo supone el sueño de cualquier cicloturista. La ruta se completa con el duro ascenso a Pont d'Espagne, lugar donde se encuentran unas imponentes cascadas.
En la cima del Tourmalet se encuentra la estatua homenaje a Octave Lapize.
Comentario:
Ni que decir tiene que en lo primero que pensé cuando en febrero me alisté al stage de Pirineos es que por fin iba a poder cumplir mi sueño de subir el Tourmalet. Evidentemente no es la subida más dura ni larga que haya afrontado, no tiene pendientes extremas, ni siquiera es la más bonita de la zona pero es una montaña que tiene mucha magia e historia. Sabes que estás pedaleando por la misma carretera donde en otras tantas ocasiones has visto a tus ídolos escribir grandes gestas del ciclismo internacional y eso te hace sentirte especial. La jornada estuvo marcada por una climatología desfavorable. Una lástima subir el Tourmalet entre la niebla y no poder contemplar sus bonitos paisajes en todo su esplendor. Después apareció la lluvia que nos acompañó en el tramo final a Pont d'Espagne para complicarnos aún más esta dura subida. Sin embargo, este tipo de clima con temperaturas suaves me viene fenomenal, potenciando mis cualidades. Así pues he podido rendir a buen nivel durante todo el día con buenas sensaciones disfrutando a tope del mítico Tourmalet.
Recorrido:
Espectacular y duro trazado que parte de la bonita localidad de Argelès-Gazost en dirección a Luz Saint Sauveur, epicentro de los Pirineos y población donde se inicia el ascenso al Tourmalet. Por delante tendremos 19 kilómetros a una pendiente media al 7'4% de desnivel y máxima del 13%. Lógicamente una subida catalogada como hors categorie. Estamos probablemente ante el puerto de montaña más famoso del mundo. Tras coronar se desciende por la misma vertiente y se vuelve hacia atrás hasta llegar a Pierrefitte-Nestalas desde donde se inicia la segunda dificultad montañosa del día. Hasta alcanzar Cauterets se trata de una subida bastante llevadera con pendientes suaves pero desde Raillere tendremos que afrontar 4 kms durísimos con pendientes constantes al 10% de desnivel que nos harán alcanzar el turístico emplazamiento de Pont d'Espagne, un lugar surcado por impresionantes cascadas. En total hablamos de una subida de 18 kms con una pendiente media al 5'5%. La vuelta a Argelès-Gazost se realiza por las mismas carreteras que la ida, casi siempre en modo descendente.
Después de la dura jornada de ayer fue todo un triunfo poder levantarse temprano para echar a rodar sobre las ocho de la mañana. Ganas me dieron de darme la vuelta y volver a dormir.
Grupo compactado al paso por la localidad de Soulom.
Circulando por la D921, una carretera con multitud de referencias al Tourmalet en forma de carteles informativos a nuestro paso.
La aproximación a Luz Saint Sauveur es espectacular. Transitando por una carretera encajonada entre montañas que discurre paralelo al Gave de Gavarnie.
Este tramo no es ni mucho menos llano, la carretera siempre pica para arriba.
Después de 20 kms de ruta llegamos a Luz Saint Sauveur, población que podemos considerar como epicentro de los Pirineos.
Comenzando el ascenso al mítico Col du Tourmalet.
Nada más comenzar la grupeta se partió. Yo me quedé con Javi, Juanma, Dani, Alberto y Pablo formando una buena avanzadilla. Lógicamente otros compañeros se quedaron por detrás regulando más el esfuerzo para llegar a la cima sin desfallecer. Obviamente todos contentos y entusiasmados con el ilusionante desafío que suponía ascender el Tourmalet.
Dando caza a Oscar que en un principio había tirado para adelante junto a Rafa pero luego fue perdiendo fuelle. Un esfuerzo que después le pasará factura.
Durante la subida "radio Pedales" nos informó de la retirada de Toño. Las secuelas de la caída del día anterior le impidieron por desgracia continuar con la ruta, una pena.
Al paso por Barèges.
Extra motivado con el reto que tenía por delante esta vez no dude en acoplarme con el grupo cabecero. Realicé una subida pletórica, dando todo lo mejor de mí para no perder el ritmo de mis compañeros.
Una niebla cerrada nos impidió disfrutar de los paisajes que ofrece esta ascensión que se realiza por una ancha carretera con asfalto en perfecto estado. Por suerte en el día de hoy con escaso tráfico.
El "landismo" también tiene su lugar en la carretera del Tourmalet.
El puerto del Tourmalet es una ascensión muy regular. Exceptuando el primer kilómetro que es el más suave al 4% y el último que es el más duro al 9%, el resto de la subida mantiene pendientes constantes al 8% de desnivel casi siempre. Solo en el tramo final y tras superar Barèges encontraremos las rampas más empinadas que aisladamente alcanzan el 13%. Mencionar que durante los 19 kms de subida se deben superar más de 1.400 metros de desnivel acumulado. Palabras mayores.
Yo que soy de la generación que vibró con los logros y desventuras de Perico Delgado y después con los éxitos de Induráin no dejaba de imaginar que por esta misma carretera por la que transitaba, mis ídolos de entonces y los de ahora habían disputado furibundas batallas. Solo de pensar en ello me estremecía.
A falta de 3 kms Juanma, Javi y Pablo avivaron el ritmo y comenzaron a tomar ventaja. Mientras Alberto se retorcia para recuperar metros, Dani hacia la goma y yo no dejaba de hacer fotos para inmortalizar nuestro paso por este legendario lugar.
Al igual que otras subidas de los Pirineos, el Tourmalet está perfectamente señalizado con carteles que dan información interesante para el ciclista.
En invierno este paso de carretera quedará cerrado porque esta parte de la montaña forma parte de los dominios de la estación de Esquí de Grand Tourmalet-Barèges-La Mongie
Por detrás Dani, Alberto y yo nos reagrupamos formando trío perseguidor que avanzábamos a golpe de entusiasmo para completar los dos últimos kilómetros de ascensión.
En el tramo final la niebla nos dio un respiro para que pudiéramos contemplar la grandiosidad del Tourmalet que se elevó por encima de las nubes. El último kilómetro es simplemente espectacular, el trazado hasta entonces casi siempre rectilíneo dibuja una cerrada curva de herradura hacia la izquierda desde donde podemos prácticamente vislumbrar la cima. Por aquí nos topamos con las rampas más exigentes de este coloso, pero ya con más pundonor que energía se supera todo.
No recuerdo qué compañero dijo que la cima del Tourmalet era "como un parque temático". Creo que llevaba toda la razón. En la cumbre ciclistas de todas las nacionalidades descansaban orgullosos de haber conseguido la más preciada victoria. Ya podemos alardear delante de amigos y familiares diciendo eso de: "Yo subí el Tourmalet", aunque sabemos que tampoco ha sido tan difícil como para presumir de ello. Antes de coronar un fotógrafo profesional inmortaliza nuestro paso para regocijo de todo aquel que quiera esa preciada foto, curioso el detalle aunque no recuerdo el precio ni la web.
Para muchos de nosotros esta subida quedará grabada en nuestra memoria como un recuerdo inolvidable. Algunos compañeros llegaron a la cima emocionados, no es para menos, conquistar el Tourmalet es el sueño de cualquier cicloturista.
Una espesa niebla nos impide poder vislumbrar el posterior descenso. Una lastima que esta circunstancia nos haya impedido disfrutar de un panorama digno de contemplar.
El Tourmalet es uno de los puertos más altos de los Pirineos con 2.115 metros de altitud. Es de largo la montaña que más veces se ha subido en el Tour de Francia, con un total de 86 ocasiones y en tres de ellas fue final de etapa. Es un símbolo del mundo del ciclismo y del deporte en general, un reclamo turístico que desde hace años atrae a multitud de aficionados deseosos de enfrentarse a este super Hors Categorie.
Durante el descenso me detuve en Barèges para quitarme ropa de abrigo y de paso flipar con el caudaloso le Bastan.
De vuelta a Luz Saint Sauveur hicimos una amplia parada para avituallarnos.
Transitando por el valle de Gave de Pau.
Entrando en Pierrefitte-Nestalas
En este punto se inicia la segunda dificultad montañosa del día. Debemos tomar la D 920 dirección Cauterets.
Nada más empezar la subida comenzó a llover, de forma leve, todo hay que decirlo. Algunos compañeros decidieron parar para ponerse el chubasquero y otros entre ellos yo tiramos para adelante.
Este es el momento en el que Javi demarró para intentar conectar con Rafa que desde el principio de la subida había puesto tierra de por medio, imposible seguirle. Una vez más el grupo se partió en pedazos y cada uno fue intentando coger el ritmo más adecuado a sus características.
La subida a Cauterets se realiza dentro de un entorno natural fantástico. Rodeados de montañas siempre tendremos la compañía del río Gave de Cauterets que discurre en paralelo a la carretera.
Al llegar a Cauterets llevaremos 9 kms de suave subida. Es una ascensión sin rampas de consideración que se hace muy llevadera. Pero obviamente aquí no finaliza la escalada.
Cauterets es una población invernal estrechamente ligada al Tour de Francia. En el año 1989 Indurain ganó aquí su primera etapa pirenaica cuando aún era un fiel gregario de Perico Delgado.
A la salida de Cauterets y hasta llegar a la cima transitaremos por una carretera mucho más estrecha que la anterior, con líneas discontinuas en los márgenes de la calzada y con las características propias de una vía de alta montaña.
Tras superar el núcleo de la Raillère comienza el tramo más espectacular de la subida y el más duro. Por delante tenemos que afrontar 4 kilómetros que resultan agotadores de verdad, con pendientes constantes al 10% de desnivel que no dan tregua en ningún momento.
El trazado es sensacional. La carretera va trepando por la montaña de forma indiscriminada a través de multitud de curvas de herradura, en total 11 horquillas, que le dan un toque muy vistoso y característico a esta última parte de la ascensión.
Aunque realicé casi toda la subida junto a Juanma, Pablo y Dani, en el último tramo tuve que ceder. Las piernas ya no daban para más.
Dani pasando junto la cascada de Cerisey.
Esta parte final se desarrolla dentro de un frondoso bosque con un ambiente muy húmedo. El cauce del Gave du Marcadau siempre presente a nuestro lado junto a una carretera que se encuentra surcada por bonitas cascadas. Un precioso ascenso que proporciona al cicloturista una experiencia fuera de lo común francamente cautivador.
La subida finaliza al llegar al parking aunque para llegar al Pont d'Espagne aún tendremos que recorrer algunos cientos de metros, eso sí, con una pendiente mínima.
Desde Pierrefitte-Nestalas estaríamos hablando de una subida de 18 kms de longitud con una pendiente media al 5'5% de promedio, donde se supera un desnivel de casi 1000 metros. No sé qué sensaciones tuvieron mis compañeros, pero yo llegué pidiendo la hora.
Pont d'Espagne y su impresionante cascada.
No quisimos perder la oportunidad de fotografiarnos con la imponente cascada de Lutour.
El posterior descenso nos deja este extraordinario nudo de curvas de herradura.
Pierrefitte-Nestalas.
Llegando a Argelès-Gazost para terminar la segunda jornada pirenaica, otra más, francamente dura.
Sin duda, David, está experiencia quedará grabada a fuego en tu memoria. Qué grandeza coronar el Tourmalet. Para mí, junto a Telegraphe-Galibier y Stelvio, forman la trilogía Real de puertos míticos, a los que yo he añadido el Mont Ventoux. Enhorabuena, David. Los fotógrafos profesionales apostados en las rampas finales, suelen entregar un pequeño papel con la web de las fotos, que suelen costar entre 6 y 10€. En el Mont Ventoux había lo menos media docena, jaja. El gigante del Tourmalet estaba en una pared cuando yo lo subí. ¿Sabes que lo retiran en invierno y hacen una marcha para subirlo en primavera? A nosotros nos hizo un día espectacular, sin niebla, pero la niebla siempre da un toque mítico a la ascensión. Preciosa la subida a Pont d'Espagne. Qué pena no haberla hecho yo cuando estuve en 2005. Qué bien de forma te veo, subiendo con el grupo delantero. En fin, otra gran jornada pirenaica. Chapeau !!! Una pena lo de Toño. Imagino que sufriría más por no poder seguir disfrutando de esas jornadas que por el dolor de las fisuras. Lo dicho, ENHORABUENA !!!
Si, si, Gorgonio lo tenía claro, jejejeje.... Si sabía lo de la estatua de Octavio Lapize, que la suben y la bajan y hacen una especie de romería/marcha para volver a subirla, lo leí por ahí, pero tampoco creí interesante mencionarlo. Fue una jornada Pirenaica espectacular y muy dura.
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Sin duda, David, está experiencia quedará grabada a fuego en tu memoria. Qué grandeza coronar el Tourmalet. Para mí, junto a Telegraphe-Galibier y Stelvio, forman la trilogía Real de puertos míticos, a los que yo he añadido el Mont Ventoux. Enhorabuena, David.
ResponderEliminarLos fotógrafos profesionales apostados en las rampas finales, suelen entregar un pequeño papel con la web de las fotos, que suelen costar entre 6 y 10€. En el Mont Ventoux había lo menos media docena, jaja.
El gigante del Tourmalet estaba en una pared cuando yo lo subí. ¿Sabes que lo retiran en invierno y hacen una marcha para subirlo en primavera? A nosotros nos hizo un día espectacular, sin niebla, pero la niebla siempre da un toque mítico a la ascensión.
Preciosa la subida a Pont d'Espagne. Qué pena no haberla hecho yo cuando estuve en 2005. Qué bien de forma te veo, subiendo con el grupo delantero. En fin, otra gran jornada pirenaica.
Chapeau !!!
Una pena lo de Toño. Imagino que sufriría más por no poder seguir disfrutando de esas jornadas que por el dolor de las fisuras.
Lo dicho, ENHORABUENA !!!
El mensaje anterior es mío. Soy Gorgonio. No sé por qué salió "anónimo".
ResponderEliminarSaludos.
Si, si, Gorgonio lo tenía claro, jejejeje.... Si sabía lo de la estatua de Octavio Lapize, que la suben y la bajan y hacen una especie de romería/marcha para volver a subirla, lo leí por ahí, pero tampoco creí interesante mencionarlo. Fue una jornada Pirenaica espectacular y muy dura.
EliminarUn saludo. David
El mítico Tourmalet... Envidiaca!!!
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