Ciclismo, naturaleza, fotografía.

CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

jueves, 20 de octubre de 2011

TALAJARA 2011 16/10/2011

La Talajara B-PRO bike Marathon es una marcha no competitiva que discurre por la provincia de Toledo. Que tiene como eje principal la vía verde de la jara. Para esta cuarta edición se habían planificado tres recorridos, uno de 125 kms, otro más corto de 80 kms y un aventurero y experimental trazado con más de 200 kms denominado Xtrem. En total más de 3200 bikers que disfrutaran de un fin de semana dedicado al deporte de la bicicleta.


Un año más me he decantado por participar en la Talajara, (la versión corta de 80 kms), aunque en un principio mi idea era hacer la de 125 kms, finalmente me convencieron y me convencí a mi mismo de que esta sería la mejor opción. Este año además la organización ofertaba para el sábado una ruta infantil y una super Talajara de 200 kms denominada Xtrem, solo para aventureros. Un fin de semana repleto de ciclismo de montaña por las cercanías de Talavera de la Reina.





Esta cuarta edición de la Talajara fue presentada por todo lo alto dentro de los círculos del MTB, como una de las mejores pruebas del calendario nacional para aficionados. Organizada por la revista BIKE y por El Corte Inglés principalmente, han sabido promocionarla y venderla de tal manera que en apenas un par de meses todas las inscripciones estaban agotadas. Siempre he pensado y después comprobado que la mayoría de estas marchas promocionadas por grandes superficies, luego acababan siendo las más caóticas y desastrosas. Mientras que las carreras organizadas por clubs ciclistas era donde realmente se veía y se notaba los esfuerzos por agradar a los participantes.


TALAJARA 2011.

Al igual que el año pasado las salidas de las dos marchas fueron divididas en dos horarios. Los participantes de la carrera de 125 kms salieron a las 9,00 de la mañana mientras que el resto teníamos prevista nuestra andadura a las 10,00h. Como padrinos del evento David Arroyo, ciclista profesional en activo del Team Movistar, y Fernando Escartín, uno de los mejores escaladores de toda la historia del ciclismo español, dieron un toque de distinción a esta prueba que poco a poco va tomando cierta fama nacional.





Una hora antes de la salida llegamos a Talavera de la Reina. El tiempo justo para preparar las bicis, y colocarnos la indumentaria adecuada. En esta ocasión me acompañaba Manzana, que afrontará su segunda Talajara, con ganas de quitarse la espina clavada de su anterior participación. Llegamos a la linea de salida unos veinte minutos antes del comienzo. Sin embargo quedamos relegados en el cajón más atrás de lo previsto. Practicamente en el último tercio del pelotón. Esto siempre es un inconveniente para adelantar puestos.





Con rigurosa puntualidad se da la salida, aunque nosotros tardamos casi 10 minutos en alcanzar el arco. Los primeros kms discurren por terreno urbano, por avenidas y calles lo suficientemente anchas como para que las aglomeraciones causadas en la salida se disuelvan. Manzana y yo arrancamos a buen ritmo, lo que aprovechamos para adelantar a bastante gente antes de entrar en los caminos. Cerca de la universidad tomamos un camino de tierra que nos ira alejando de Talavera de la Reina.





Este año estamos teniendo el verano más largo de la historia, no recuerdo un mes de octubre con unas temperaturas tan elevadas, casi siempre rondando los 30º. Por esta zona no ha llovido nada en todo el periodo estival lo que ha provocado que los caminos se encuentren muy secos y polvorientos con numerosos bancos de arena. Curiosamente el primer tapón importante nos lo encontramos al llegar a una zona de regadío, que había encharcado unos 50 metros de camino.




Me llamo la atención ver como la mayoría de los participantes intentaban de cualquier forma esquivar esta zona de barro. Incluso pedaleando campo a través por el barbecho y las zarzas en vez de comerse unos escasos metros de agua. Supongo que ninguno de estos bikers habría estado este año en la clásica de valdemorillo, de ser así no hubieran tenido tanto reparo en pasar por allí. Quizás, no querían manchar sus estupendas monturas. ¡Señores esto es MTB! no piji guay!. El barro dignifica al biker. Creo que fui de los pocos que paso los charcos encima de la bici. Era alucinante observar como algunos se adentraban entre la maleza para luego unos escasos metros más adelante tener que volver al camino tras superar una cequia.


Llegando a Calera y Chozas.
La primera parte del recorrido es muy pistera. Circulando por un camino en buen estado que posibilita los adelantamientos gracias a su anchura. Aunque algún que otro aspirante a "pro" nos pasaba,  la mayoría de las veces nuestro ritmo era superior al del resto. Una gran hilera multicolor serpenteaba los sembrados y viñedos mientras en ocasiones el camino se acercaba a la orilla para contemplar el majestuoso río Tajo. Esta pista finaliza tras alcanzar Calera y Chozas donde se encontraba el primer avituallamiento liquido del día.




Decidimos no parar, vamos bien de agua y las fuerzas están intactas. Llevados 22 kms entramos en la vía verde de la jara, el tramo más bonito de toda la carrera. No solo por los paisajes que nos ofrece, también nos permite descubrir el alma de una comarca muy poco explorada e integrar la cultura rural de sus pueblos. Esta vía verde se asienta sobre un antiguo trazado de ferrocarril que en realidad nunca llegó a entrar en servicio, consta de 52 kms de terreno virgen entre los Montes de Toledo y el puerto de San Vicente. Un lugar que bien merece dedicar una ruta en exclusiva.




A partir de aquí tenemos casi 18 kms de terreno favorable. Transitamos por un firme compuesto de asfalto derruido y gravilla suelta que nos hace rodar a velocidades por encima de los 25 km/h. Tras una larga recta entre parcelas de regadío, llegamos al apeadero de Silos. Este enclave es la puerta de entrada a la Finca de El Arco, formada por un denso bosque mediterraneo. Vamos atravesando varios puentes y un par de túneles, en concreto el segundo que pasamos me pareció algo peligroso, debido a la oscuridad. La organización había anunciado que estarían balizados con luces químicas, pero yo no vi ni rastro de esas linternas.


Embalse de Azutan.


Justo al salir de este túnel se produce el momento más espectacular de toda la marcha. Cuando un enorme viaducto de más de 340 metros de longitud nos eleva por encima del embalse de Azutan. Este es un momento de lo más bello, donde podemos observar en todo su esplendor el valle del Tajo. Un lugar que despierta nuestros sentidos haciéndonos participe de la propia naturaleza del entorno.







Los últimos kms que recorrimos por la vía verde los hacemos a rueda de unos chavales que llevaban un ritmo parejo al nuestro. Me pase un buen rato detrás de un tio con el maillot de la maglía rosa del Giro de Italia. A veces el viento daba de cara y en estos casos siempre es mejor ir chupando rueda, al estilo Greg Lemond. Me supo mal no darles ni un solo relevo, pero lo cierto es que iban bastante fuertes y casi no podía seguirles. Antes de llegar a Aldeanueva de Barbarroya, donde estaba situado el segundo avituallamiento nos cruzamos con nuestro amigo Julio, miembro de mtbleganes.



Avituallmiento de Aldeanueva de Barbarroya.

Hay que reconocer que este año la organización ha estado a la altura de las circunstancias. Nos encontramos un nutrido avituallamiendo, donde varios bikers hacían su parada para descansar y reponer fuerzas. Esta edición han sido muy completos: bebidas isotónicas, agua embotellada, frutas, quesitos, dulces, barritas energéticas, etc... Todo muy bien planificado y colocado para que no se formasen colas ni tapones al recoger los alimentos y bebidas. En este aspecto la organización ha estado notable.





En este punto realizamos una breve parada, lo justo para rellenar bidones, comer algo y comprobar el estado de los neumáticos. Durante varios kms pensé que la rueda trasera había pinchado. Llevamos 38 kms de ruta realizados a una media cercana a los 22 km/h. De seguir a este ritmo haríamos un tiempo en meta espectacular. Pero sabemos que a partir de aquí el trazado cambia y mucho. Hasta este momento habíamos ido por terreno llano sin ningún desnivel apreciable con el firme en buenas condiciones. Pero fue salir de la vía verde y comenzó lo bueno.



Abandonando la via verde de la jara.

Hasta llegar a Belvis de la Jara transitaremos por caminos pedregosos y agrietados. Un trazado rompe piernas con continuas subidas y bajadas. Esto hace que aminoremos mucho la velocidad, sin embargo nuestro ritmo aun es bueno. Estamos solo a mitad de carrera y ya vamos dejando cadáveres atrás. Al iniciar uno de los descensos más complicados de la jornada observo como varios bikers se bajan de la bici atemorizados ante tanta piedra. Recuerdo perfectamente como el año pasado sufrí una caída en este lugar.







Este año la organización ha introducido algunas modificaciones en el recorrido. Prolongando en unos kms más el trayecto por la vía verde hasta llegar a Aldeanueva de Barbarroya que en la edición anterior no estaba incluida en el itinerario de la talajara 80. Además de añadir un nuevo tramo en las cercanías de este pueblo. A la entrada de Belvis de la Jara tenemos que superar una buena parrillada de pedrolos. Aquí los picapiedra estarían como en casa. El año pasado en esta población estaba situado el avituallamiento solido, sus vecinos nos obsequiarón con el guiso típico de la zona la "jarasca". Este año poca gente animando nuestro paso.


Manzana llegando a Belvis de la Jara.
Manzana venía a esta carrera con una motivación especial. El año pasado sufrió para llegar a meta. Lo paso francamente mal debido a un cólico nefrítico. Aún estando enfermo disputo la Talajara y consiguió terminar. En esta ocasión llegaba en su mejor momento de forma. Había estado preparándose para culminar una buena carrera. Ilusionado con mejorar su calificación. Pese a que el recorrido no se adaptadaba a sus características demostró todo su potencial, encontrándose con buenas sensaciones durante toda la marcha.




A estas alturas de carrera ya habíamos visto multitud de pinchazos y alguna que otra caída aparatosa. También nos cruzamos con un par de bikers ensangrentados y desollados sentados en las cunetas victimas de algún batacazo. Creo que en este aspecto la organización tiene mucho que mejorar. En tal caso tienen que tener planificado que van a suceder percances para poder socorrer a los participantes en cualquier punto de la ruta, por muy complicado que sea su acceso. Por medio de motos, quads u otra forma rápida para auxiliar a los corredores. Es cierto que había varios puestos de la cruz roja repartidos a lo largo del recorrido, con ambulancias. Pero algunos senderos y descensos eran potencialmente peligrosos, susceptibles de provocar accidentes y estos eran de una accesibilidad practicamente nula para un vehículo del tamaño de una ambulancia. Quiero pensar que en caso de accidente grave la organización tendría un plan de emergencia, supongo que si, aunque no me dio esa impresión.


Subida al alto del Burro.

Pronto alcanzamos el Alto del Burro, donde todos pusimos pie a tierra. Comenzando una dura peregrinación arrastrando la bici hasta la cima. Desconozco si alguien consiguió realizar los escasos 400 metros montado sobre la bici. Yo desde luego no ví a nadie. Aunque algunos lo intentaron todos fracasaron por los tapones y por la gran cantidad de piedras que hacían inciclable esta ascensión. A continuación cogimos un sendero, algo técnico, siempre en continuo descenso que solo nos permitía avanzar en fila de a uno. Esto provocó varias detenciones y un ritmo muy lento antes de llegar a Alcaudete de la Jara.







La entrada a esta población fue muy emocionante. Los vecinos se habían echado a la calle y aplaudían a rabiar a los esforzados de la ruta. Después de tantos kms se agradece ver gente animando. Te hace sentirte especial, como si fueras un ciclista profesional. En la plaza del pueblo estaba situado el tercer avituallamiento. Llevamos 52 kms de marcha, es el momento de descansar. Aquí degustamos las famosas "migas". También había un puesto que dispensaba limonada aunque nosotros no llegamos a tomarla. Este sitio podría haber resultado caótico puesto que era el punto donde las dos rutas, tanto la de 125 como la de 80 se juntaban. Sin embargo, la aglomeración de ciclistas no impidió que recogieramos la comida y la bebida sin apenas esperar cola.


En Alcaudete de la Jara comiendo las migas.


A partir de aquí los caminos estuvieron algo saturados. Abandonamos Alcaudete de la Jara por una pasarela que nos eleva por encima del río Jébalo, justo al salir una vecina, que hacía labores de voluntaria nos indica el camino a seguir, hacia la izquierda, además nos comenta que en adelante tendremos mucho terreno favorable. Nada más coger el nuevo camino, comienzo a notar algo que jamás me había pasado. Siento calambres en el gemelo de la pierna derecha, como si se me fuera a subir la bola. Llevo practicando MTB desde hace casi dos años y medio y nunca me había pasado nada parecido. En seguida tuve que parar a realizar algunos estiramientos. Aunque me fuí encontrando algo mejor, al montar de nuevo en la bici, según iba pedaleando tenía la sensación de que en cualquier momento el gemelo se iba a desencajar.




No tuve más remedio que aminorar mucho el ritmo y continuar hacía adelante sufriendo de vez en cuando los "calambres". Intentaba realizar la pedalada lo más redonda posible, sin ningún tipo de alardes ni aceleraciones, llevar un ritmo muy constante, pero también muy lento para que el gemelo se quedara en su sitio. Aun así tuve que parar un par de veces más a estirar. Antes de llegar a Membrillo tuvimos que superar un par de repechos de consideración, de un par de kms cada uno de ellos. Nada para asustar, pero al ritmo que iba todos los "cadáveres" que había dejado antes atrás ahora me pasaban como galgos. Para compensar me tiraba en las bajadas sin freno para que Manzana no me descolgara demasiado.






Durante este tramo me encontré con Pavement, otro miembro de mtbleganes, con el que compartí en mayo la aventura del soplao. Él estaba haciendo la ruta de 125 kms y ya había conseguido alcanzarme. Esta hecho un máquina!. En el km 62 estaba establecido el último avitallamiento de la jornada. En la pequeña localidad de Membrillo de nuevo volvimos a rellenar los bidones. En apenas 10 kms me había bebido los dos botes. Parece mentira que estemos a mediados de octubre y los termómetros sigan marcando temperaturas tan altas. Curiosamente esta es una de las zonas más secas de toda  la península según las estadísticas. Aquí aproveché para comer un plátano y meterme un gel para el cuerpo. Yo no soy muy partidario de este tipo de sustancias pero la gasolina comenzaba a entrar en la reserva.




Entrando a El Membrillo.


También aproveché para ajustar la altura del sillín que con tanto traqueteo y la gran cantidad de bajadas con baches se me había bajado algún centímetro. Esto no es ninguna tontería, ajustar el sillín a su altura correcta es fundamental para prevenir lesiones en las rodillas. En mi caso esto ya llega tarde. En un futuro no muy lejano espero hacerme un estudio biomecanico completo para poder corregir los errores de posicionamiento sobre la bicicleta. 








El último tramo de la marcha discurre por caminos en buen estado. Por pistas anchas sin ninguna dificultad técnica. Pero con la complicación de superar los Altos de Mechacón, una pequeña estribación que aún nos hará esforzarnos. A falta de diez kms para llegar a meta corono un pequeño monte desde donde se divisa con total claridad la ciudad de la cerámica, Talavera de la Reina. Luego tenemos un descenso con gran pendiente donde me tiro sin miedo a gran velocidad en busca de Manzana, al que hace ya tiempo había perdido de vista. En esta bajada el año pasado vi varias caídas, esta vez me pareció mucho menos peligrosa.


Talavera de la Reina al fondo.

Este descenso desemboca en una gigantesca recta, donde allá a lo lejos logro visualizar el maillot del Liquigas, la vestimenta con la que había salido hoy Manzana. Los calambres habían desaparecido pero las rodillas me echaban humo. Daba igual, había que darlo todo. Puse plato grande y tire a muerte, gastando las pocas energías que aun me quedaban hasta alcanzar a Manzana, que lógicamente había aminorado mucho su "marcheta" para poder entrar juntos en meta.





Rio Tajo.
La entrada a Talavera de la Reina la realizamos por el barrio de Santa María, a través del puente romano que nos hace superar el caudaloso río Tajo. En seguida llegamos al recinto ferial donde esta instala la meta. Cruzamos el arco a las 16,00h practicamente con el mismo tiempo que el año pasado, 5h 14m (tiempo encima de la bici). Esta vez he sido yo el que he tenido un mal día y Manzana el que dignamente se ha sacrificado por mi. Si hubiéramos llegado media hora antes habriamos superado casi 400 puestos en la clasificación.





Linea de meta.

Para mi también ha sido la mejor Talajara de la historia, como comentaban en los foros la mayoría de la gente. El recorrido finalmente se alargo hasta los 85 kms, en vez de los 80 previstos. Los nuevos tramos incorporados han endurecido esta prueba con respecto a la pasada edición. Este año la organización ha dado un salto de calidad, han debido tomar buena nota de los errores cometidos antaño y esta vez han sabido rectificar y planificar una carrera de forma ordenada y correcta.





Dar las gracias a todos los voluntarios implicados en el desarrollo de la prueba y demás personal que velo por la seguridad y el orden de la misma. En el plano personal me he visto más castigado de lo que esperaba. Llevo dos años seguidos a tope y el cansancio se acumula. Necesito hacer un paron, descansar unos meses. Ultimamente más que disfrutar lo que hacía era sufrir encima de la bici. Esta es mi segunda Talajara que realizo, el año que viene me gustaría repetir, no para competir, que no es mi estilo. Sino para disfrutar un bonito trazado de MTB. Si alguna vez he competido siempre ha sido contra mi mismo.


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4 comentarios:

  1. Felicidades, éstas marchas siempre dejan buen recuerdo y aunque se tomen con tranquilidad siempre acabas dándolo todo.

    Saludos.

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  2. duke muy buena crónica, lastima que esos calambres te penalizaran tanto y esa rodilla que te siguen llevando por el camino de la amargura.espero que si volvemos el año que viene sea en perfectas condiciones físicas. No como en estas dos ediciones. De todas formas estubimos muy dignos. MANZANA.

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  3. Muy buena crónica, felicidades. A mi también me gustó la Talajara de este año.
    Saludos.

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  4. Me alegro que os gustara Talajara, nosotros tambien nos lo pasamos de cine. Una pena los problemas musculares, pero para otro año sera.
    Muchas gracias por tus consejos, siempre intento aprender de todos los que haceis grandes cronicas.
    Lo de las fotos, es que no hice muchas.
    Un saludo y espero tus proximas aventuras

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