Ciclismo, naturaleza, fotografía.

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lunes, 25 de abril de 2011

VI MARCHA MTB VEREDA DEL FRAILE 17/4/2011

En un lugar de la Mancha de cuyo nombre si quiero acordarme, Sonseca, el pasado domingo se celebró la sexta edición de este clásico recorrido por los montes de toledo. La prueba organizada de forma excelente por el Club Ciclista Sonseca reunió a más de 650 bikers, para disfrutar de un trazado de 55 kms de puro MTB.

Mi participación en esta marcha estuvo en duda hasta el último día. Aunque por suerte al final mi mujer entendió que me hacía mucha ilusión concurrir en este evento. Así mis vacaciones familiares de semana santa comenzarón el lunes en vez del domingo como en un principio estaba planeado. Resuelto el problema solo me quedaba disfrutar de mi primera "Vereda del Fraile", una carrera que aconsejo y recomiendo a todo buen aficionado al mtb, bien organizada y planificada.




Mis compañeros de MTB Léganes, dada la gran cantidad de inscritos, en total 26, habían fletado un autobús. Yo como fui duda hasta último momento no me beneficié de este medio, aunque considero la opción propuesta por Serrano muy acertada. Así pues me cogí el coche hasta Sonseca, localidad toledana que ya conocía curiosamente de realizar una entrevista de trabajo allí. Llegué con el tiempo justo para preparar la bici y colocarme en linea de salida.


Nos colocamos de los últimos, para no perder las costumbres, esto te condiciona para bien o para mal. En mi caso el objetivo principal para esta marcha era disfrutar y pasarlo bien, alejarme por completo de la competición y olvidarme de marcar unos tiempos sin exigirme unas velocidades medias ni nada relacionado con la carrera. Además al no llevar chip que te pueda encasillar en una clasificación, todo esto pasa a un segundo plano. Solo quería pasar una mañana agradable, deleitarme con el paisaje y divertirme con el trazado.





Con riguroso orden y puntualidad, a las 9,30 se dio la salida, algunos ya desde el principio tiraron para delante como si les fuera la vida en ello, yo me quede de los últimos con el resto del grupo de mtb leganes, intercambiando impresiones, y saludando a compañeros que hacía tiempo que no veía. En realidad creo que durante toda la prueba circulé entre los cincuenta últimos, o esa fue la impresión que tuve.


Tras un inicio por las calles de Sonseca, en seguida nos adentramos por unos caminos anchos y amplios, ideales para que el pelotón empezará a desfragmentarse. Esta primera parte del recorrido se caracterizó por transitar por pistas en buen estado, aunque en algunos tramos nos encontramos bancos de arena, que en algún caso muy concreto requirió algo más de pericia con el manejo del manillar, para controlar la trazada.


Esta ruta me sirvió, para ir probando cosas para el soplao. Por primera vez desde que monto en btt, llevé mochila, siempre he sido muy receloso de llevarla, considero que cuanto más peso lleve peor voy a marchar, y efectivamente así sucedió. También incorporé a mi bici un segundo portabidón, y además lo llevé lleno, aunque sabía que no iba ser necesario, pero necesitaba probar!!!. Seguramente llevaría casi ocho kilos de más, sin duda, lo peor la sensación de pesadez y sudor acumulado en la espalda.



Será una decisión difícil de tomar, después de esta ruta sigo siendo muy contrario a llevar mochila, aunque se que es necesario una bolsa de gran capacidad para almacenar las cámaras de repuesto, foco, herramientas, dependiendo del clima chubasquero y mudas etc...son muchos kms y necesitaré de todo. Ahora solo me queda hacer una ruta nocturna para probar el foco, un halógeno de gran luminosidad que me de seguridad a altas horas de la noche. También probé a ir sin calzoncillos, solo con el culotte, pero esta sensación si me gusto.


Antes de llegar al avituallamiento, recorrimos la famosa "Vereda del fraile", según me comentó un biker, el nombre le viene dado porque en la antigüedad, los monjes franciscanos utilizaban este camino para desplazarse del Convento del Castañar al Monasterio de San Pedro. En realidad se trata de una senda muy estrecha rodeada de mucha vegetación, por la que es imposible circular dos bicicletas en paralelo, los que querían adelantar tuvieron que esperar.


Esta "Vereda del Fraile" haría las delicias de mi mujer, gran aficionada a la naturaleza. Durante este tramo me la estuve imaginando paseando por la senda, recogiendo moras, parándose a mirar y contemplar todo tipo de arboles, buscando insectos entre la maleza, explicándome, como hace siempre, la importancia de los ecosistemas, educándome los sentidos para experimentar las sensaciones tan maravillosas que la madre tierra nos ofrece. Recuerdo que fue ella la que impulso mi amor por el campo, abandonando mis costumbres más urbanas.





En plena Vereda del Fraile
La marcha estuvo bien señalizada. En los puntos más conflictivos había controladores que nos indicaban la dirección correcta, e incluso nos advertían de algún peligro cercano. Muchos de ellos vestidos como frailes, muy graciosos, algunos se animaron y realizaron la carrera en bicicleta disfrazados. En otros casos la señalización consistía en flechas de color amarillo dibujadas sobre piedras, al estilo de como se indica el Camino de Santiago, para los que han realizado el "camino" saben de lo que hablo. Y las menos en cintas de plástico tiradas sobre el suelo.


Vereda del Fraile

En el km 27 se estableció el único avituallamiento de la ruta. Aquí como si nos encontráramos en un hotel de cinco estrellas, en régimen de todo incluido. Había de todo, bebidas de todo tipo, excepto alcohol. Imaginar una barra libre de noche vieja pero de refrescos. De comer igual:  fruta, mazapanes de la tierra, pequeños bocatas, bollos. No tenía mucha hambre, solo me aprovisioné de un par de sandwich, tampoco estaba cansado así que decidí continuar la marcha sin apenas descansar. Aquí me encontré con Juanan, desde este lugar hasta Sonseca apenas había un par de kms, él hacía tiempo que no cogía la bici y decidió dar por finalizada la marcha en este punto, el año pasado mis cuñados hicieron lo propio llegado este momento.


VI Marcha MTB Vereda del Fraile.
La organización anunciaba una segunda parte del recorrido algo más duro y técnico. Y así fue. Nada más salir del avituallamiento nos encontramos con un tramo de subida de unos cuatro kms, nada para asustar, pero que vino bien para poner a cada uno en su sitio, disfrute pasando a todos aquellos que me habían superado en todas las bajadas. Los caminos se volvieron más pedregosos, más complicados de transitar, en algunas bajadas se hacía necesario controlar muy bien el manillar para absorber la multitud de vibraciones procedentes de un firme tan irregular.



La parte más dura fue por este cortafuegos.

A continuación la ruta paso literalmente por un cortafuegos, primero una gran bajada, donde muchos nos tiramos a "muerte" y después una subida infernal de apenas 300 metros. Con el impulso de la bajada y la velocidad de inercia que había logrado la bicicleta realicé parte de este tramo, para después rápidamente meter el platillo y el mega piñón. Por momentos pensé que podría superar la pared, un vistazo al garmin me valió para valorar este acto, de pronto aluciné al ver impresionado un 27% de grado de desnivel. Sorprendido y exhausto eche pie a tierra, tampoco era plan de hacerse el superman. De todos los bikers que vi pasar por allí ninguno consiguió la hazaña, aunque muchos lo intentaron, como yo.



Después la marcha continuó por un camino paralelo a la carretera, hasta encontrarnos con la zona más divertida. Un miembro de la organización nos esperaba al lado de una verja para indicarnos el lugar correcto para proseguir la ruta, al cruzar la puerta dando un grito nos advierte "desarrollo cómodo, es peligroso". Supongo que se quedaría afónico si tuvo que gritar de esa forma  670 veces, que fue el número total de participantes en esta marcha no competitiva. De esta parte del trazado no pude hacer ni una foto, la exigencia técnica era tan fuerte que había que estar en todo momento en estado de alerta continua. Fueron 4 kms por una vereda muy estrecha, donde en ocasiones las ramas me iban apaleando, a veces mi rueda era más ancha que el camino a seguir. Todo esto adornado con unos pedrolos que teníamos que esquivar, como si de un video-juego se tratase. No se si por detrás venía alguien porque era imposible girar la cabeza, había que estar muy concentrado, pero por delante vi a uno que se pego una "leche" descomunal, al intentar cruzar un barranquillo repleto de piedras, al ver el resultado, en seguida puse pie a tierra hasta llegar a lugar seguro.


Como siempre sucede en este tipo de pruebas, un aspecto básico y fundamental es saber valorar tus propias fuerzas y capacidades. Algunos arriesgan de más y luego pasan cosas poco deseables. Por suerte en esta edición solo hubo que lamentar un par de caídas de importancia. El resto de kms fueron más llevaderos por caminos en buen estado, hasta que llegamos a la vereda de la gitana una pista asfaltada donde en ocasiones tuvimos que compartir la vía con algún vehículo a motor.


Me encontraba fuerte, sin haber gastado fuerzas, y aun quedaban 6 kms para llegar a Sonseca. Aprovechando el terreno favorable, puse plato grande y comencé a avivar el ritmo, pronto me puse a más de 30 km/h. Parecía Indurain cuando en las contrareloj iba adelantando a todos sus rivales. Hasta llegar a Sonseca pude pasar entre 20 o 30 bikers, que se les apreciaba algo cansados, sin embargo yo iba a más. Momentos después llegaba al polideportivo donde estaba instalada la meta.


Antes de las 13,00 ya había finalizado mi primera participación en la marcha mtb Vereda del Fraile de Sonseca. Después de 3h 30m (tiempo encima de la bici) a una media de 16 km/h, al final me salieron 57 kms, un par más que los previstos. Dar las gracias a la organización, al Club Ciclista Sonseca, por la ruta y espectacular epilogo con todo lujo de detalles. Mencionar que hubo pistola a presión para lavar la bicicleta, refrescos, cerveza con y sin, mazapanes, y una gran caldereta final para comer todos juntos.

Joka, Chema, Julio y Ata.

Además cada participante tuvo en su bolsa de regalo un maillot conmemorativo, mazapanes de la tierra y botella de moscatel, por 20€ que costo la inscripción creo que no se puede pedir más. El Club MTB Léganes ganó el segundo premio por número de participantes consiguiendo un jamón, un queso y botellas de vino. El año que viene, si puedo, prometo volver para pasármelo por lo menos igual de bien. Animando a todos los aficionados a este deporte a participar en la siguiente edición.



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1 comentario:

  1. Coño, no sabía que pertenecías al grupo de MTB Leganés, este Jose de la Fuente es la caña.
    Buena marcha, estuve el año pasado y me gustó mucho el ambiente y la zona.

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