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CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

viernes, 12 de octubre de 2012

TALAJARA 2012 7/10/2012

La quinta edición de la Talajara ha sido todo un éxito de participación con más de 4000 asistentes que se han repartido en dos marchas de 125 y 80 kms, dos recorridos atractivos e interesantes que han tenido como eje principal la via verde de la jara. Una carrera que se ha convertido en una de las más importantes del panorama nacional a nivel cicloturista.


Salida en Talavera de la Reina.
Este año me había abstenido de asistir a carreras cicloturistas, dejando este privilegio solo para participar en mi tercera Talajara. Esta vez llegaba muy ilusionado con muchas ganas de hacerlo bien. En buena condición física, quizás en mi mejor momento de forma desde que practico MTB. Las estupendas sensaciones que había tenido durante todo el verano me hacían presaguiar un buen resultado final. Sin embargo, una vez más, y ya van tres, no estuve a la altura de lo esperado.




Empiezo a pensar que esta marcha esta gafada para mi y mis colegas. El primer año Manzana realizó la prueba con un cólico nefrítico. En el segundo estuve perreando con multitud de calambres y esta tercera edición comenzó a torcerse una semana antes cuando Javi, el hermano de Pequeño, se quedo fuera de combate por una grave infección en la rodilla. Con estos precedentes, la cosa no pintaba nada bien.


Pequeño, Javi, Duke y Manzana.
La noche anterior a la carrera la pasé vomitando y cagando líquido consecuencia de un rota virus que anteriormente había pasado por mi niño y mi mujer arrasándolos por completo, dejándolos moribundos. Apenas pude dormir, pasando la peor noche que recuerdo en mucho tiempo. Al despertar mi cuerpo mareado y agonizante me pedía que volviera a la cama a descansar, que me olvidara de la carrera, pero mi mente pudo más. Mucha ilusión y ganas por acudir.




Supongo que cualquier persona en su sano juicio, estando en mis condiciones, se hubiera quedado todo el día en la cama descansando y recuperando, hubiera sido lo normal. Pero yo tengo que reconocer que esto de la bici me trastorna, me vuelve un poco loco, hasta unos limites que hasta hoy no sospechaba. De volverme a encontrar en una situación similar en el futuro ahora tengo clarisimo lo que haría: quedarme todo el día durmiendo bajo la atenta supervisión y cuidados de mi familia. Esto no lo volvería hacer.


Duke, Txino, Horri
Así de esta guisa me presenté en la linea de salida de Talavera de la Reina junto a mis colegas Manzana, Pequeño y Javi. Esta vez fuimos previsores y a las 9,20 ya estábamos situados en el cajón de salida. Calculo que estaríamos entre los primeros 200 bikers. También me hizo mucha ilusión encontrarme con mi colega Chino y su primo Horri, que participaban por primera vez junto a otros miembros del club Los Zorros de la Serena de Campanario.






Como en ediciones anteriores la salida estuvo dividida en dos horarios. A las 9,00 de la mañana se había dado la salida a la marcha larga de 125 kms, que espero en un futuro realizar, quizás para el año que viene sería una buena opción, a mi siempre me ha llamado más la atención la resistencia que la potencia. Sin embargo un año más me he decantado por la marcha corta de 80 kms. Considero que es una distancia equilibrada para desarrollar todo el potencial, además era la elegida por los colegas. Esta tenía prevista su salida a las 10,00 pero con sorpresa unos cuatro minutos antes nos abren la puerta.


Salida, Talavera de la Reina.


Salir entre los primeros tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. En seguida pasamos el arco, donde se escuchan mil pitidos procedentes de los chips. Los primeros dos kms discurren por terreno urbano, por avenidas y calles lo suficientemente anchas como para que las aglomeraciones causadas en la salida se disuelvan. La mayoría de los bikers van como buitres metiendo rueda buscando los recovecos para situarse lo más adelante posible.




Se nota que hemos salido entre los primeros, otros años cuando nos situábamos más atrás en el cajón la gente salía mucho más tranquila. Por las calles de Talavera de la Reina  perdemos la pista de Javi un tio muy majo con el que espero volver a coincidir en futuras rutas, hoy apenas pudimos cruzar unas palabras. Antes de entrar en los caminos ya habíamos adelantado a mucha gente.


Este año habíamos entrenado mucho para llegar en buena forma a este evento. Cada uno tenía su estrategia muy bien definida. Sabía que Manzana iba apretar durante los primeros 38 kms, los más favorables a sus características e intuía que Pequeño no le iba a dejar marchar. Yo por el contrario soy más diesel, me gusta regular. Ir un ritmo por encima de mis posibilidades me podría hacer petar. Además hoy mi estado físico era toda una incógnita, tenía que moverme por sensaciones.




Cerca de la Universidad tomamos un camino de tierra que nos ira alejando de Talavera de la Reina. Una gran hilera multicolor serpenteaba los sembrados y viñedos mientras en ocasiones el camino se acercaba a la orilla para contemplar el majestuoso río Tajo. Las lluvias de días atrás habían dejado en muy buen estado el piso, ideal para rodar a altas velocidades. Me situo detrás de mis colegas y en ocasiones vislumbro a ver los maillots de Chino y Horri. Vamos muy rápidos, a veces por encima de los 30 km/h. Solo al pasar por una zona de regadío, que había encharcado unos metros el camino, bajamos el pistón.


Calera y Chozas, primer avituallamiento.
Los primeros 20 kms de marcha son muy pisteros, completamente llanos. Este camino finaliza al llegar a Calera y Chozas donde se encuentra el primer avituallamiento líquido del día. Decido parar, apenas un minuto y medio, el tiempo justo para rellenar el bidón y hacer un pis. Manzana me espera, pero después no puedo seguir su estela, va demasiado rápido para mi. Me sitúo detrás de dos chavales que por su corpulencia me iban haciendo de pantalla. Fui durante muchos kms chupando rueda tras ellos.




Llevados 22 kms de ruta entramos en la vía verde de la jara, eje principal de la ruta. Para mi gusto el tramo más bonito de toda la carrera. No solo por los paisajes que nos ofrece, también nos permite descubrir el alma de una comarca muy poco explorada e integrar la cultura rural de sus pueblos. Esta vía verde se asienta sobre un antiguo trazado de ferrocarril que en realidad nunca llegó a entrar en servicio, consta de 52 kms de terreno virgen entre los Montes de Toledo y el puerto de San Vicente. Un lugar que bien merece dedicar una ruta en exclusiva.



Circulamos por un terreno compuesto por asfalto derruido y gravilla, perfecto para meter plato y tirar "a muerte". Sin embargo las fuerzas y las energías empiezan a flaquear. Con Manzana y Pequeño fuera de mi vista comienzo a sentirme realmente mal. A manifestar un fuerte dolor intestinal acompañado de un agudo malestar muscular y jaqueca. Obligado tengo que bajar mucho el ritmo y como consecuencia de ello me empieza a pasar mucha gente, entre ellos muchos compañeros de MTB Leganés que al verme con la equipación oficial del club me daban ánimos, también me cruce con Juanito y otros miembros de Comando Sin Rumbo, que iban como balas.


Via verde de la jara.
Desanimado comienzo a plantearme seriamente la opción de la retirada. Poco a poco mi mente va entrando en razón y se va dando cuenta de que mi cuerpo es una autentica "piltrafa" sobre una bicicleta. Los 18 kms de recorrido por la vía verde se convierten para mi en un autentico calvario. Un terreno favorable en el que apenas puedo desarrollar una velocidad digna. Todo el mundo me iba pasando, harto de escuchar todo el rato "por la izquierda", "por la derecha", "por el centro". Y yo por donde voy.... a casa pensé.




Para eventualidades de este tipo, así como caídas, accidentes, averías, desfallecimientos, y demás desgracias, imagino que la organización tendría preparado un operativo de evacuación acorde a las circunstancias. Es lógico pensar que utilizarían un vehículo escoba o sistema similar. Antes de llegar al segundo avituallamiento tenemos que pasar junto al famoso apeadero de Silos y también traspasar un par de túneles, uno de ellos por su longitud y oscuridad me pareció algo peligroso. La organización había anunciado que estarían balizados con luces químicas, pero yo no vi ni rastro de esas linternas.


Uno de los momentos más bonitos de la jornada se produce cuando un enorme viaducto nos hace elevarnos por encima del embalse de Azutan. Dejandonos contemplar el valle del Tajo en todo su esplendor. Un lugar que despierta nuestros sentidos haciéndonos participe de la propia naturaleza del entorno. En la antigua estación de Aldeanueva de Barbarroya se encontraba establecido el segundo avituallamiento. Allí me esperaban Pequeño y Manzana que me comentan que llevaba tan solo 6 minutos de retraso. Me pareció poco.



Aldeanueva de Barbarroya, segundo avituallamiento.

Los avituallamientos han estado correctos con variedad de frutas, barritas, quesitos, dulces, agua en cisternas, bebidas isotónicas (de marca blanca), todo muy bien colocado y planificado para que cada biker al llegar a este punto pudiera recoger sin demora su bebida y alimento. En este aspecto la organización ha estado notable, aunque con respecto a la edición anterior algo por debajo. También a lo largo de la marcha en diversos puntos había establecidos puestos de socorro y de asistencia mecánica.



Siempre he pensado que este tipo de carreras promocionadas y exponsorizadas por grandes superficies y revistas especializadas tienen un alto contenido de negocio, dejando de lado las verdaderas necesidades del deportista. Mientras que en otras marchas cicloturistas más humildes, organizadas por clubs ciclistas siempre se tiene más consideración por el aspecto humano. Hay que resaltar que al igual que en la edición anterior, el tema organizativo de la prueba ha estado a la altura de la categoría del evento. Una carrera que gracias a su multitudinaria participación se ha convertido en una de las marchas populares más importantes a nivel nacional.


Via verde de la jara.


Les comento a mis colegas que estoy al borde de la retirada. Aconsejandoles que no me esperen y que continúen a su ritmo. Sabía que habían puesto mucha ilusión en esta carrera, si se quedaban conmigo les iba a lastrar demasiado. Tampoco era plan de joderles el día. Así pues, tranquilamente me senté en el césped y mientras mis colegas desaparecían  me dispuse avituallarme correctamente. Me tome dos bebidas isotónicas, una barrita, medio plátano, un gel, una pastilla de glucosa y un ibuprofeno, una combinación explosiva que me podía hacer reventar o resucitar. Si me hubieran hecho un lavado de estomago en ese momento incluso me podrían haber encontrado un buzón de correos, por ejemplo. "El pote belga" cosa de niños al lado de esto. Tras unos minutos tirado en el suelo descansando y replanteandome la carrera vi aparecer a Ata, Velo y Paco, compañeros de MTB Leganés, que al verme me animaron a continuar junto a ellos.


Llegando a Belvís de la Jara.

Fue todo un acierto. Seguir con ellos me permitió ir recuperandome llevando un ritmo más acorde a mis posibilidades. Al abandonar la vía verde comenzamos el tramo más duro de toda la jornada. Hasta llegar a Alcaudete de la Jara transitaremos por caminos pedregosos y agrietados. Un trazado rompe piernas con continuas subidas y bajadas. Por esta parte del recorrido vi varios pinchazos, gente empujando la bici y también alguna caída aparatosa.





Tras una bajada algo peligrosa por la pendiente y la gran cantidad de piedras acumuladas fui a echar mano  al bidón de agua y para mi desgracia observo que no esta. Por lo visto había salido volando y no me había dado ni cuenta. Días atrás estuve meditando mucho la opción de poner dos portabidones. Pero al final pensé que con uno me bastaría. Estaba claro que hoy no era mi mejor día. Hasta llegar al siguiente avituallamiento aun tenía casi 14 kms por delante, una barbaridad. Con la boca pastosa consecuencia del gel ingerido y con un calor que cada vez me afixiaba más, prolongo mi sufrimiento más allá de lo imaginable.


Belvis de la Jara.
El paso por Belvís de la Jara fue muy emocionante, con mucha gente aplaudiendo y dando ánimos a rabiar, falta me hacían. Hace dos años en esta población estaba situado el avituallamiento solido, sus vecinos nos obsequiarón con el guiso típico de la zona la "jarasca". En aquella ocasión, la recogida de la comida fue todo un caos, recuerdo que tuvimos que esperar haciendo cola cerca de una hora para tomar aquellas deliciosas "patatas guisadas". Por suerte esto no ha vuelto a suceder.







Al salir de Belvís de la Jara nos encontramos un par de repechos de consideración, con rampas por encima del 10% de desnivel. Motivado por la inclinación del terreno comienzo a pasar a gente, algunos ponen pie a tierra vencidos por la pendiente. Otros moliendo café, como dice Ata. Yo sin embargo iba a más, estaba en mi territorio, ese que tanto me hace disfrutar cuando los caminos o la carretera se ponen cuesta arriba. Empiezo astibar una cierta mejoría. Aunque los dolores estomacales persistían al menos las piernas funcionanan, las pulsaciones se habían estabilizado y mis dolores típicos de rodillas no se manifestaban. El fantasma de la retirada se había esfumado. Eso si, tenía una sed que me moría.


Alto del Burro.
En seguida alcanzamos el Alto del Burro, el punto más alto de la ruta, donde todos pusimos pie a tierra. Comenzando una dura peregrinación arrastrando la bici hasta la cima. Desconozco si alguien consiguió realizar los escasos 400 metros montado sobre la bici. Yo desde luego no ví a nadie. Aunque algunos lo intentaron todos fracasaron por los tapones y por la gran cantidad de piedras que hacían inciclable esta ascensión. Esta vez la subida se me hizo menos dura que en otras ediciones, ventajas del carbono.




En la cima un voluntario de la organización nos iba dando paso, puesto que en este punto coincidían las dos marchas, dando prioridad a los que venían en ciscados de la carrera de 125. A continuación cogimos un sendero, algo técnico, siempre en continuo descenso que solo nos permitía avanzar en fila de a uno, los pocos que se atrevieron adelantar estuvieron a punto de sobar el suelo. Esta rápida bajada desemboca en Alcaudete de la Jara. En esta población estaba establecido el tercer avituallamiento, solido y liquido.


Alcaudete de la Jara.
Llegar aquí fue toda una liberación. Me tiré como un poseso a la barra en busca de agua y otros líquidos. Me parecía a Hommer Simpson cuando va a la taberna de Mou. Llevamos 55 kms de marcha, momento ideal para descansar y reponer fuerzas. Mis compañeros se apretaron un buen tapeo de migas. Yo con el estomago embadurnado preferí solo beber y comer medio plátano. La verdad no me entraba nada más. Junto a la plaza del pueblo realizamos una prolongada parada comentando la jornada antes de continuar la marcha.




Abandonamos Alcaudete de la Jara por una pasarela que nos eleva por encima del río Jébalo, justo al salir un voluntario, nos señala el camino a seguir, hacia la izquierda. La marcha estuvo perfectamente señalizada, además en los puntos conflictivos se situaba algún colaborador para indicarnos el camino. También en los cruces de carreteras la policia local y la guardia civil velo por nuestra seguridad. A partir de aquí y hasta llegar a la meta transitaremos por caminos en mejor estado, sin ninguna dificultad ténica, aunque algo saturados porque compartiremos recorrido con los bikers que disputan la carrera de 125.


Los diez kms que separan Alcaudete de la Jara de Membrillo se caracterizan por ser un terreno bastante pestoso. Primero tenemos 5 kms de suave subida, tan suave que a veces parece que no estas ascendiendo, pero el garmin no miente, siempre mostrando grados de pendiente por encima del 4%. Además para más inri, el viento comienza azotar de cara restandonos potencia. Más adelante nos toparemos con diversos bancos de arena que nos harán más dificil nuestro pedalear.





Durante la subida pierdo de vista a mis compañeros, parece que se encuentran incluso un punto por debajo de mi estado fisico. Prefiero seguir a mi ritmo y hacer el resto de subida y posterior descenso en solitario, con la expectativa de volver a encontrarme con ellos en el cuarto avituallamiento, en Membrillo. En esta aldea vi a muchos bikers bajo los efectos del calor. Algunos mojaban sus cabezas bajo el grifo de agua, otros realizaban estiramientos para demorar los temidos calambres.




Membrillo, cuarto avituallamiento.
Este avituallamiento era algo escaso de contenido. Mucha fruta pero no tenían líquido embotellado. Lo que me suponía una enorme "putada". Una niña altruistamente al ver me que no llavaba bidón de agua me dió su botella  para que pudiera continuar. También me tomé un plátano y una pastilla de glucosa. Había que reponer fuerzas. Aquí estuve esperando a mis compañeros durante unos minutos pero como no aparecían decidí continuar. Por delante tenía aun veinte kms hasta alcanzar la meta.




Al salir de Membrillo los dolores en el estomago se intensificaron aun más. Aunque tenía buenas piernas, los retortijones de tripa se sucedian con multitud de gases. Imposible continuar. Iba a explotar. Tuve que parar, alejarme unos metros del camino, esconderme detrás de un árbol y expulsar todo lo malo que escondía. Abonando estos campos de Toledo con un líquido asqueroso acompañdo de un olor nauseabundo. Aquello me recordo la cloaca donde el niño indio de la peli de "Millon dolar" se tuvo que meter para conseguir el autografo de su idolo. Menos mal que había sido previsor y tenía papel higienico a mi disposición. Sin más detalles. Que fue muy gordo.


A partir de aquí logicamente comencé a encontrarme mucho mejor. El dolor de tripa desaparecíó. Y yo volví a tomar el pulso a la carrera, a sentirme ciclista, a disfrutar por primera vez de lo bonito que son este tipo de eventos. El último tramo de la marcha lo hice a tope, con ganas de revindicarme. Sabía que por delante tenía mucho terreno favorable con la unica complicación de superar los Altos de Mechacón, unos pequeños repechos que sabía que no me iban a poner en apuros.




En las subidas me vuelvo a encontrar "premium", superando a gente que ya iba bastante tocada y en las bajadas, que no son mi especialidad, también las hice con mucha soltura y seguridad. Los últimos kms antes de llegar a Talavera de la Reina me encuentro con terreno asfaltado que me da más animo para incrementar el ritmo, a veces muy por encima de los 30 km/h. Acabé pletorico. Levantandome de la bici para esprintar en la linea de llegada.




Incluso por momentos, dada mi progresión final, pensé que podría dar alcance alguno de mis colegas. No fue así. Es curioso pero desde Membrillo hasta Talavera, según mi garmin hice una media de 24 km/h, la misma media que había alcanzado en el primer tramo de carrera, el comprendido entre la salida y Calera y Chozas. A las 15,07 de la tarde paso el arco del triunfo para algunos y del calvario para otros, con un tiempo de 4h 32m (tiempo encima de la bici) después de realizar 83 kms, a una media de 18 km/h, datos registrados en mi gps.


Tras finalizar la TALAJARA 2012.

En la linea de meta me reencontré con Manzana (puesto 688 con 4h 48m) y Pequeño (puesto 899 con 5h 03m), ambos satisfechos por la actuación realizada. Los datos oficiales de la organización me situan en el puesto 983 de la clasificación con 5h 09m, tiempo total de carrera, incluyendo paradas. Dadas las circunstancias por las que pasé, afectado por un rota virus que me hizo ir meditando la retirada a lo largo de varios kms. Me quedo muy satisfecho con mi actuación. Además con respecto a la pasada edición y pese a todas las adversidades, he conseguido rebajar mi mejor tiempo en esta prueba en 45 minutos.


Pequeño, Manzana y yo.
Creo que de haber estado en condiciones normales seguramente hubiera optado a un puesto más digno en la clasificación, más acorde a mi actual condición fisica. La prueba de 80 kms fue la más multitudinaria, la terminarón 2342 personas. El último participante termino a más de 8 horas del primero que fue David Vizcaino Bayón con un tiempo de 2h 49m. Ata terminó en el puesto 1309 y el Chino en el 231 realizando una espectacular carrera junto a su primo Horrillo.




Dar las gracias a todos los voluntarios implicados en el desarrollo de la prueba y demás personal que velo por la seguridad y el orden de la misma. A Manzana y Pequeño y también a mis compañeros de MTB Leganes, que me acompañaron en esta aventura. Y por supuesto a todos los vecinos que nos iban animando a nuestro paso por los pueblos, nos hacían sentirnos especiales, casi como un profesional. El recorrido finalmente se alargó hasta los 83 kms en vez de los 80 kms anunciados. Al termino de la prueba la organización nos hizo entrega de una bolsa regalo que incluia unos led de posicionamiento cortesía de El Corte Inglés, una camiseta, un puff y un pack "coldhot" para proteger las articulaciones, además de dos números atrasados de la revista Bike. Creo que todos hubieramos agradecido más un la entrega de un maillot conmemorativo. El año que viene me pensaré mucho mi participación, aunque como siempre, al final me poderá el ansia.


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5 comentarios:

  1. Vaya 'webs'!!! Por mucho que digan que lo importante es dormir bien dos noches antes de una carrera, pasar una noche como esa... es para replanteárselo, pero salir y acabarla, todo un logro!!! Mis más sinceras felicitaciones.

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  2. Felicidades David, pudieron más las ganas.

    Ahí te queda toda un aventura para contar, y un reto para otra edición "acudir en plenitud física para ver hasta donde puedes llegar".

    Tiene buena pinta la Talajara ésta, me la apunto en la lista, quién sabe, tal vel el próximo año....

    Espero que ya estés totalmente recuperado.

    Un saludo.

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  3. Enhorabuena David, lo que has hecho es toda una proeza. Acabar la prueba con el tiempo que has hecho habiendo tenido tantisimos problemas como los que has tenido no tiene nombre. Cuando me cruze contigo y me lo comentastes me dio mucha pena, pero ver que finalmente lo conseguiste me alegra muchisimo. No solo la acabaste, sino que mejoraste muchisimo el tiempo del año pasado y eso que estabas mal fisicamente, que sino a saber con que tiempo habrias acabado.
    Un fuerte abrazo y sigue asi.

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  4. Realmente yo también creo que esta carrera esta gafada, ya van 3. Como siempre perfectamente narrada, parece que hice yo tu carrera en vez de hacer la mia. Ahora se lo que realmente pasaste ya que el rota-virus lo he tenido yo esta semana, y en un día perdí cuatro kilos, completamente deshidratado.
    Yo mejoré más de 1:15 el tiempo del año pasado y solo superé 300 puestos, he visto mucho nivel y demasiado flipao que ponian en peligro a los demás bikers por adelantar algún puesto, y eso que no es competitiva la carrera.
    Ha este paso habrá que hacer varias clasificaciones, para estos personajes,
    como: mejor pro, otra para la mejor femina, otra para los juveniles, para los mayores de 40, 50, 60 años, también otras categorias como las nuevas 29; 27,5; y las de siempre las nuestras las de 26. Las 29 vuelan en el llano te pasan por todos los lados.
    Bueno un placer a ver compartido esta carrera contigo y con pequeño, que siempre esta ahí, gran compañero en todas las rutas.
    Habrá una cuarta no lo sé.
    Un Abrazo y fuera rota-virus.
    MANZANA

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  5. A mí me ha sorprendido gratamente la prueba, esperaba mucho menos de lo que finalmente me he encontrado. Muy buena organización, buen terreno para no ir agobiado con tanta gente y un recorrido que me ha encantado (con trampas incluídas).

    Una pena David que no estuvieras en plenitud de facultades :( He subido por fin la crónica de la etapa a nuestro blog, si todavía te quedan ganas de saber de la Talajara pásate y le echas un vistazo.

    1saludo.

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