GETAFE- BRUNETE (Visita al Rulis) 4/6/2011

Hace unos años que mi amigo Rulis se fue a vivir a Brunete por amor, desde entonces por mi mente rondo la idea de hacer una ruta circular uniendo Getafe con su nuevo hogar. Ante su inminente paternidad, encuentro la mejor motivación para realizar este recorrido y así hacerle una merecida visita.

Plaza mayor de Brunete

La noche anterior llamé a Rulis para comentarle mis intenciones. Me hacía mucha ilusión hacer una ruta en bicicleta para encontrarme con mi amigo, que desde hacía unos años había emigrado a Brunete en busca de la independencia familiar para vivir con su novia. Gran aficionado al deporte habíamos compartido desde niños nuestra pasión por el atletismo, baloncesto y fútbol aunque desde que se fue de Getafe él se había dedicado más al padel y yo comencé a cultivar mis preferencias por el ciclismo de montaña.





Anillo rojo de Leganes.

A las 9,00 inicié la ruta, en esta ocasión en solitario, aunque Manzana me llamo media hora más tarde para incorporarse, pero cuando recibí la llamada me encontraba demasiado lejos como para esperarle. Los primeros kms me van alejando de Getafe atravesando El Bercial, antaño pequeña barriada segregada del núcleo central de la población, en la actualidad es una de las zonas más modernas con mayor proyección tanto a nivel comercial como residencial. Con dos sectores claramente diferenciados por la cuantía de sus viviendas.

Camino paralelo a la M-406.

Trás abandonar el termino municipal de Getafe, la ruta continua por los dominios de Léganes, utilizando en su mayor parte el estupendo anillo rojo del que dispone esta población. Es pronto y la ciudad permanece dormida, apenas me cruzo con gente y menos aun con ciclistas. La Solagua es la última barriada antes de entrar en los caminos. Tiene que pasar casi media hora para que las ruedas tomen contacto con la tierra, será tras superar la R-5 por donde atravesé  un puente que da acceso a un camino que me lleva paralelo a la M-406 hasta alcanzar Alcorcón.

Esta parte del recorrido la conozco sobradamente de entrenar y realizar rutas, aun así, llevo en marcha el navegador de mi gps para evitar cualquier eventualidad. Por aquí compruebo que el parque de las presillas sigue en obras, con las consecuentes molestias y perjuicios a los vecinos de la zona. Para nosotros, los ciclistas, también es un incordio. Me encuentro con varios caminos borrados y sendas dificiles de intuir, por suerte conozco la zona y no encuentro mayor problema para llegar al Museo de la Aviación.

Tapia antes de llegar al Museo de la Aviación.

El camino termina en una tapia que hay que saltar, dejandome en un nivel más elevado para superar la vía del tren. Esto podría suponer un inconveniente ya que resulta imposible saltar y subir la bicicleta uno mismo, debido a la elevada altura del muro. Pero por suerte "alguien" un día pensó en colocar una cuerda atada a un barrote, este invento hace posible enganchar el sillín a la cuerda dejando la bici suspendida en el aire. Después solo tenemos que saltar el muro para luego volver a coger la bici. De esta forma podemos salvar esta dificultad.

Venta la Rubia

Una pasarela me eleva por encima de la autopista A-5, justo al salir encaro un camino rural asfaltado que me llevará hasta la Venta de la Rubia, un lugar lúdico, de adiestramiento y doma de caballos. A partir de este momento tomo dirección Villaviciosa de Odón por un camino ancho donde la mayor dificultad esta en esquivar los diversos bancos de arena que me voy encontrando. En ocasiones la rueda se queda clavada y se me hace difícil controlar el equilibrio, poco después realizo un giro brusco a la derecha para enlazar con el camino de Boadilla.

Este camino me lleva directo a la "ciudad del Santander", muy cerca de la población de Boadilla del Monte, por este lugar el terreno se vuelve más favorable lo que aprovecho para imprimir un ritmo más elevado. Me encuentro bien de fuerzas e intento llevar una buena cadencia de pedaleo. El objetivo es llegar sobre las 11 a Brunete donde mi colega Rulis me estará esperando para tomar unas merecidas cañas. Poco después la ruta continua atravesando un par de puentes, uno para salvar la M-50 y otro para superar la autovía de los pantanos, es justo al salir de esta última pasarela cuando tengo problemas con el track. Finalmente el trazado me lleva por un camino pedregoso, en ocasiones agrietado siempre en pendiente ascendente que termina a la entrada de la urbanización El Bosque.

Cauce del Rio Guadarrama.

El tramo comprendido entre la urbanización El bosque y Guadamonte es el más complicado de la jornada. Se trata de un trazado divertido pero exigente que discurre entre los montes de Boadilla, con subidas y bajadas cortas pero muy pronunciadas. Buena parte de este trazado va paralelo al río guadarrama, donde me encuentro con varios tramos técnicos que en ocasiones me obligan a poner pie a tierra y desarrollar el empuja-bike que nada me gusta. Sin embargo esta es la parte más concurrida de la ruta por donde me tropecé con varios grupos de bikers.




Esta parte del recorrido finaliza junto a la M-513 que debo coger durante unos metros para después continuar por un minúsculo y estrecho sendero en sentido ascendente, surcado por multitud de espinos y pinchos que se van clavando en mis piernas como lanzas griegas. Este martirio continua durante unos 400 metros hasta alcanzar de nuevo la misma carretera, si llego a saber esto, hubiera continuado de muy buena gana por el asfalto. Pocos metros después me desvío definitivamente de la carretera para coger una servidumbre rural que da acceso a parcelas colindantes, por aquí los "canes" campan a sus anchas y alguno de ellos me pone en apuros al confundirme con algún ladronzuelo. Por suerte salgo del atolladero a toda prisa en busca de un nuevo camino que ya no abandonaré hasta llegar a Brunete.



Plaza Mayor de Brunete

En Brunete con mi colega "Rulis".

Un poco más tarde de lo previsto sobre las 11,30 llego a Brunete, llevo casi 40 kms de ruta realizados de un tirón y las sensaciones son bastante buenas, tan solo las ya persistentes molestias en las rodillas enturbian mi buen estado de forma. Junto a mi amigo Rulis, en la terraza de un bar, en la plaza mayor degustamos un buen jarreo de cerveza mientras mantenemos un entretenido dialogo. En unas semanas será padre de un niño y las dudas típicas comienzan abrumarle. Le conozco desde el colegio y se que lo hará muy bien. Siempre ha sido un tío tranquilo, bondadoso, amigo de sus amigos, correcto en el trato. Aunque a veces intenta dar la vuelta a la tortilla casi siempre tiene la razón. Desde hace unos años asentado en Brunete con su novia alejado de aquellas grandes "parrandas" que solíamos montar. Aun recuerdo gratamente la semana santa que se conocieron en la romería de "Piedra Escrita" de Campanario donde tan bien nos lo hemos pasado. Solo desearles lo mejor en esta nueva etapa de sus vidas junto a su pequeño bebe.

Antes de las 13h, reanudo la marcha. Hasta Brunete el recorrido en mayor o menor medida me era familiar de haber realizado rutas por la zona, pero a partir de aquí me enfrento a terreno virgen, zona por explorar. Me encuentro solo ante lo desconocido únicamente con la ayuda de mi garmin. Pero lo que descubro me es bastante grato, voy alenjandome de los chalets por el camino de Navalcarnero, un sendero ancho con buen firme que me permite un discurrir sin sobresaltos, tan solo alterado cuando debo atravesar la M-600 para continuar la ruta. La característica predominante de esta parte del recorrido es la tranquilidad y el silencio que rebosan las tierras de esta zona.

A la altura de la urbanización Fuente de los Manantiales abandono el camino para adentrarme en un extenso bosque de pinares a través de una vía pecuaria que me va llevando en prolongado descenso hasta alcanzar el curso medio del río guadarrama. Este tramo me pareció de lo más agradable, donde  las sombras me guarecían del sofocante calor y las altas temperaturas del medio día. Poco después tuve que emplearme a fondo para vadear de un tirón un arroyo algo profundo que me refresco los pies.

Me encuentro en pleno parque regional del río Guadarrama un espacio protegido de más de 22.000 hectáreas de superficie, con varios ecosistemas principales como los pastizales, los pinos y los cultivos de secano. Pero también con una peculiar fauna donde destacan el águila imperial, o la culebra bastarda entre otros. Por esta zona la parte más representativa es la denominada Dehesa de El Sacedón que se extiende desde los limites de Brunete hasta los dominios de Sevilla la Nueva.

Comienzo Via verde de Mostoles- Almorox.

Durante algunos kms volveré a pedalear en compañía del río guadarrama, aunque en esta ocasión las vistas son menos espectaculares y tengo que prestar más atención a mi conducción puesto que transito por una pista por donde comparto tráfico con vehículos a motor. La principal amenaza que sufre este parque regional es la cada vez mayor proliferación de urbanizaciones en sus inmediaciones, algunas de ellas muy cerca del propio cauce del río.



Vía verde Mostoles- Almorox.

A la altura de la Colonia Rio Guadarrama tomo la vía verde de Mostoles- Almorox, un antiguo trazado ferroviario en desuso rehabilitado hace apenas un año para ser recorrido a pie o en bicicleta. Se trata de un camino en perfecto estado compuesto de zahorras recicladas con un acabado superficial natural en jabre, este es un árido formado por granito, que tiene gran capacidad de filtrado y alta resistencia, características que le dan gran durabilidad evitando las famosas rodadas de los caminos.




El discurrir se hace monótono, son varios kms en linea recta sin ningún aliciente en el horizonte, tan solo la silueta de otro ciclista a lo lejos me hace esforzarme para llegar alcanzarle. La vía verde llega a su fin tras alcanzar el barrio del El Soto. En Mostoles me hago un poco de lío para continuar la ruta. El garmín se vuelve loco y la linea del track me lleva atravesando parques y zonas edificadas. Me olvido de la tecnología y decido continuar hacía el Poligo Las Nieves pensando en coger después la carretera que va al centro comercial Tres Aguas.



Mostolés al fondo.

Cerca del centro de examenes de la DGT me cruzo con otro biker en sentido opuesto, me llama la atención su indumentaria, la del soplao. Me acerco a él, no quiero perder la ocasión de preguntarle la forma más idónea de continuar mi ruta. El tío resulta ser un gran seguidor de los foros de ciclismo, en especial de MTB Leganés. De muy buen rollo me acompaña y me guia atravesando todo Mostoles hasta alcanzar un camino en las a fueras que ya conocía de otras veces. Me despido de él agrediéndole la ayuda, pensando que si no fuera por este encuentro hubiera dado un rulo considerable.

El resto de la ruta continuó por recorridos ampliamente conocidos, por donde suelo desarrollar mis entrenamientos. Primero por una pista de tierra paralela a la M-50 para después llegar al parque de polvoranca, ya en Leganés, donde hice una parada cerca de la Laguna de Mari Pascuala para descansar un poco antes de afrontar el último tramo. Este parque es sin duda el pulmón de la zona sur, en él disfrutando de una estupenda tarde de sábado se apilaban montones de familias haciendo uso de las numerosas e inmejorables instalaciones.

Ruinas de la iglesia de San Pedro, Parque Polvoranca.

El último tramo del recorrido discurrió por asfalto, utilizando los carriles bici del anillo rojo de Leganés. Pasando por los barrios de Arroyo Culebro y la Vereda de los Estudiantes, casi siempre en suave descenso hasta alcanzar Getafe. Sobre las 16,00 h llegaba a casa, al barrio de El Bercial donde di por finalizada esta ruta después de 90 kms realizados en 5h 35m (tiempo encima de la bici), a una medía de 16 km/h. Ruta tranquila, llana, sin desniveles apreciables, para disfrutar solo, como hice yo, o en compañía, pasando por bonitos lugares dentro del parque regional del guadarrama. Objetivo cumplido, llegar a Brunete para visitar a mi colega Rulis con el que me tome unas cañas, ese era el plan. Simple y sencillo, a veces las cosas faciles son las que dan sentido a la vida.

Crónica dedicada a su futuro hijo.


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