Ciclismo, naturaleza, fotografía.

CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

domingo, 3 de octubre de 2010

Puerto de CANENCIA por el CAMINO NATURAL DEL VALLE DE LOZOYA. 2/10/2010

El  enclave del valle de Lozoya es un  paraíso único a solo una hora en coche de Getafe. De una belleza inigualable dentro de la comunidad de Madrid, desde hace  semanas me había estado informando sobre la existencia de un camino que recorre todo el valle. Además  tenía muchas ganas de descubrir el ascenso al puerto de Canencia desde la vertiente de Lozoya. Así convencí a mi amigo  Fernando "Zarza" para que me acompañará en esta empresa.

 Panel en el pueblo de ELCuadrón, en él están reflejadas las 5 rutas
que se pueden desarrollar por el camino natural del valle de Lozoya


La ruta la iniciamos desde el pueblo de El Cuadrón, a escasos metros de su Oficina de Turismo, donde nos trataron muy bien, dar las gracias a la señora que nos atendió que además me proporcionó una pequeña botella de agua, porque una vez más mi cabeza  hoy voló, se me olvido el bidón. Un día se me olvidará la bici. Aquí estuvimos diseñando la ruta, viendo las posibilidades sobre los mapas.

Todo el camino esta perfectamente sañalizado y balizado.

Nada más salir cogemos  el camino natural del valle de Lozoya, se trata de un camino que recorre todo el valle, desde El Cuadrón hasta el Puente del Perdón en Rascafría, desde él también se pueden acceder a otros recorridos. Se compone por cinco itinerarios o rutas complementarias, que ofrecen la posibilidad de conocer la vertiente sur del Guadarrama, un valle salpicado de ermitas ocultas entre pinares centenarios, que cuenta con la presencia constante del río Lozoya, y una rica biodiversidad en la que destacan especies tan amenazadas como el águila imperial o la Graellsia, una mariposa nocturna única en el mundo.

Recorrido del camino natural del Lozoya desde El Cuadrón
a Rascafría, la zona en rojo es de fuerte pendiente.

Al iniciar la ruta lo primero que me llama la atención es  la composición del camino, de un material pedregoso, algo ajeno completamente a la naturaleza del entorno. El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino  hizo una gran inversión recuperando a través de la plataforma IMBA este camino, dotándolo de balizamiento y señalización, pero también puso un firme de zahorra compactada en diversos tramos del camino. Para los más puristas del MTB, esto es un autentico sacrilegio, una barbarie, algunos lo han llamado la autopista del valle. Personalmente me parece muy acertado el tema del balizamiento y la señalización, así estamos localizados en todo momento, sabemos los kms que nos quedan para llegar al destino y por donde circulamos, pero es cierto que el material empleado para alisar el terreno no es el más adecuado, los diversos pedrolos se hacen peligrosos en tramos de bajada y también hay demasiados chinarros que en rampas de subida hace que la rueda trasera no traccione y tienda a derrapar. El peculiar color gris azulado del material  nos hace que distingamos en todo momento la trayectoria del recorrido, algunos les gustará y otros han puesto el grito en el cielo.





Durante el recorrido nos podemos encontrar con paneles informándonos de las diversas rutas que podemos realizar. Existe un proyecto futuro de establecer un Centro Btt en el pueblo del  El  Cuadrón, donde los amantes al MTB podrán disfrutar de varias actividades así como una completa información sobre rutas y aventuras. Estos primeros kms de la ruta son en ligero ascenso,estamos en las faldas del Monte Mondalindo, son apenas dos kms pero la gravilla hace que la  rueda trasera no agarre, imposible levantarse de la bici sin derrapar. Aquí nos encontramos con una encrucijada, un pequeño sendero que asciende al alto,  solo acto para senderistas y otro camino bien señalizado que nos dirige hacia una ermita. Nosotros hacemos caso omiso y seguimos por el camino marcado en dirección Garganta de los Montes, después de unos tres kms de fuerte descenso llegamos al pueblo, aquí el camino se pierde y nos hace entrar dentro del núcleo urbano. Algunas pancartas y banderitas adornan nuestra entrada, como en " Bienvenido Mister Marshall ". Luego nos dimos cuenta que el pueblo estaba en fiestas.


Puente Canto de la época medieval  a la entrada de Canencia

Atravesamos Garganta de los Montes sin más dilación y enganchamos nuevamente con el camino siempre dirección Lozoya. Por esta zona nos encontramos con ganado bravo suelto. Se trata de terrenos dedicados a la agricultura y también en su mayor parte al ganado vacuno. No tuve miedo, pero en cierto momento si pensé que algún animal se pudiera interponer en mi camino. Siempre  hay que tener un especial cuidado cuando se transita en estas circunstancias, un mínimo error y se puede pagar muy caro.




En seguida llegamos al cruce con la M-629, para continuar por el camino tuvimos que atravesarla y posteriormente abrir una cancela, que lógicamente volvimos a cerrar, no vaya a ser que los "bichos" se escapen.  Tras recorrer unos tres kms llegamos al cruce donde abandonamos el camino natural y cogimos dirección Canencia por la ruta de los puentes medievales, que ya la conocíamos de otros eventos. A partir de aquí se termino el discurrir por zahorra, nuestras bicis volvían a marchar por un camino de tierra. Fueron casi cinco kms hasta que llegamos a Canencia, siempre tirando hacía arriba pero con muy poco desnivel, durante este trayecto nos encontramos con varios grupos de senderistas que en ningún caso entorpecieron nuestro rodar.


Los primeros 5 kms los hicimos por camino. El ascenso al puerto en realidad
comienza a partir de Canencia. Altimetria cortesia  http://www.altimetrias.com/
  
Al llegar a Canencia abandonamos el camino, y tras una breve parada para hacernos unas fotos con el famoso puente medieval: Puente Canto, nos incorporamos a la M-629. Desde aquí  iniciamos solos el ascenso al puerto de Canencia siempre a buen ritmo, pero en seguida íbamos a tener compañía, fuimos alcanzados por un grupito de tres ciclistas con sus "flacas", durante los dos primeros kms de subida, los más suaves, logré mantenerme a rueda pero poco después voy cediendo. Son 9 kms de subida tendida pero con alguna rampa cercana al 10%, en su zona final. Se que tengo que regular, no puedo esforzarme al máximo em el principio. Siempre hay que guardar fuerzas, no vaya a ser que "el hombre del mazo" me visite en los kms finales de la subida. Mientras  los ciclistas y Zarza  iban abriendo hueco sobre mi, yo iba absorto en mi cadencia de pedaleo,  pendiente también de mis pulsaciones, pero lo que más me ayudo a mantener un ritmo constante fue el  ir observando la naturaleza. Alrededor se extiende una vegetación variada donde predominan  los pinares, abedules, robles, cebros, acebos, tejos etc..



El puerto de Canencia por esta vertiente es una ascensión que no te deja indiferente, no solo por su belleza, el propio desarrollo de la carretera se va adentrando en  la montaña  atraves de giros y curvas de herradura que van serpenteando el bosque de un lado hacia otro. La tranquilidad y el silencio son otras de las características con la que nos sorprende este alto, con facilidad se pueden escuchar los sonidos con los que nos obsequia la naturaleza, para dato significativo decir que ni un solo vehículo me encontré en toda la subida. 


En  el área recreativa del puerto de Canencia
A falta de un par de kms para la cima, tras superar una curva de vaguada miré a lo lejos y vi a Zarza retorcerse encima de la bici. Lo cierto es que le conozco desde hace poco tiempo, curiosamente desde la despedida de soltero de mi amigo Emilio "Remo" otro buen aficionado al MTB, venido a menos por culpa de una lesión en la rodilla. Su manera de correr siempre me ha parecido de lo más intrépido para este tipo de rutas. En más de una ocasión me ha comentado su  forma de entrenar, él siempre me dice que no puede guardar fuerzas ni ir regulando, va a tope desde el principio. Normalmente sale por la zona de la casa de campo  y en alguna que otra ocasión lo ha pasado muy mal para volver a casa, víctima de una monumental "pájara".



El nivel físico de Zarza siempre ha estado por encima del mio. Pero hoy al llegar a la cima estuve a punto de cazarle. Luego me reconoció que se había castigado demasiado persiguiendo a los ciclistas y en el último km había pagado el esfuerzo. Lógicamente no es lo mismo ascender un puerto de este estilo con una bici de carretera que con una btt, el coeficiente de rozamiento de las distintas ruedas es completamente distinto, al igual que los desarrollos en ambas bicicletas. En realidad Zarza había echo un gran despliegue físico siguiendo a los ciclistas pero al final lo había terminado pagando, su manera de correr una vez más le había fallado. La ascensión finaliza en un área recreativa, donde paramos a descansar y coger agua de la famosa  fuente de piedra. Desde aquí parten rutas para realizar a pie y en bici btt, que ya conocemos de otras ocasiones.  De mutuo acuerdo decidimos no alargar más la ruta, mi rodilla maltrecha desde hace unas semanas, no se encuentra para muchos trotes. Lo más sensato volver por donde habíamos venido    deshaciendo todos los kms que habíamos echo en la ida.


El resto de la ruta nos lo tomamos con tranquilidad. Descenso rápido del puerto hasta Canencia, donde cogimos la "ruta de los puentes medievales", para deleitarnos con sus puentes de los siglos XIV y XV: Puente de Cantopuente de Matafrailes y Puente de las Cadenas. Luego volvimos a coger el camino natural hasta Garganta de los Montes, donde nos esperaba lo más complicado de la ruta. A partir de aquí tres kms durisimos con rampas en algún caso que estarían cerca del 15%. Cuando esta mañana lo descendimos en la ida  ya nos pareció una bajada con una inclinación importante.



Este último ascenso se nos atraganta demasiado, en alguna ocasión pensamos que hemos pinchado, pero no!!, revisamos nuestras ruedas, y efectivamente todo esta en orden. El piso está lleno de grava suelta y chinarros, esto unido con la fuerte pendiente hace que el terreno abrace nuestros neumáticos, dificultando el avance. La sensación constante de ir lastrado, como con viento en contra, dar pedales y no avanzar, nos desgasta psicológicamente. Son apenas tres kms pero se nos hicieron eternos. Me quedé de piedra cuando ví a Zarza meter el platillo, un tío que es capaz de subir Canencia con plato grande. Al final conseguimos superar las rampas sin poner pie en tierra, como los grandes.



Tras un ligero descenso de un par de kms, que nos sirvió para recuperar el aliento,  llegamos al punto de inicio, el lugar donde teníamos estacionados los coches. La ruta concluyo sobre la 13,30 con un total de 51 kms, en 3h 00m, a una media aproximada de 17 kms/h. Una maravillosa mañana de ciclismo del bueno acompañado de mi colega Zarza, que me sirvió para descubrir el camino natural, o como a partir de ahora lo llamaré el "camino artificial". Pero  también me ha dado la posibilidad de ascender uno de los puertos más bellos y desconocidos, que no exento de cierta dureza, de la sierra madrileña. El valle del  Lozoya es un lugar mágico, ideal para la práctica del mountain bike, rodeado de naturaleza y tranquilidad.

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