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viernes, 24 de agosto de 2018

ATIENZA- ALTO REY 15/8/2018

Ruta circular que parte de la bonita villa medieval de Atienza y que tiene como principal objetivo la ascensión al Alto Rey, una montaña fácilmente reconocible y visible desde varios kms a la redonda. Quizás el puerto más duro de toda la provincia de Guadalajara. Una gozada poder transitar por carreteras desiertas, olvidadas del tráfico a motor, sin duda, una zona muy recomendable para la práctica del ciclismo. 

Cima del Alto Rey.



Impresiones:

Aprovechando que Iñigo y Clara se encontraban con la furgo por la provincia de Guadalajara pasando el puente estival de agosto, propuse a Santurde y Abel juntarnos con ellos para realizar una ruta por esa zona, que incluyera la subida al Alto Rey, puerto que lo tenía pendiente desde hacía tiempo. Todos hemos disfrutado mucho durante la ruta de un recorrido muy atractivo que se realiza por carreteras con escaso tráfico motorizado, prácticamente nulo. Personalmente muy ilusionado con descubrir una zona que desconocía por completo y que seguro volveré para explorar otras opciones más adelante. Además también tuvimos tiempo para degustar la gastronomía de la comarca y pasear por las calles medievales de la preciosa e histórica villa de Atienza. Un excelente día de cicloturismo en inmejorable compañía.


Recorrido:

Recorrido que comparte casi en su totalidad el itinerario de la Marcha Cicloturista "Los 100 del Alto Rey"
aunque en sentido inverso y recortando por Condemios de Arriba hasta Campisábalos. Se trata de un trazado circular que parte de Atienza para dirigirse hacia Hiendelaencina donde se debe tomar la GU- 147 para ascender el puerto del Alto Rey. Una subida bastante irregular en sus primeros 13 kms que pasa por las poblaciones de Villares de Jadraque y Bustares antes de acometer el durisimo tramo final (4 kms constantes al 10-12% desnivel) que finaliza en la cumbre de la montaña junto a unas antenas. Después la ruta tiene el aliciente de pasar por aldeas y pueblos que parecen estar anclados en el tiempo y transitar por carreteras olvidadas del tráfico a motor desde donde podremos observar paisajes con una profundidad inmensa.


Datos:

Distancia: 92 kms
Tiempo encima de la bici: 4 horas
Tiempo total: 4h 23m
Velocidad media: 23 km/h
Desnivel acumulado: 1.677 metros.


Altimetría:

Alto Rey



Sobre las 9.45 nos ponemos en marcha por la ruta del Cid


Dejando atrás la preciosa villa medieval de Atienza desde donde iniciamos la ruta.






En los tramos llanos Iñigo tiraba de nosotros como si fuera una locomotora, estilo Indurain.


El Alto Rey situado en el macizo central de la serranía de Guadalajara, es visible desde cualquier punto de la ruta gracias a que está coronado con unas antenas fácilmente reconocibles.


Ya en los primeros kms tuvimos que superar alguna zona de fuertes repechos y tambien algun que otro tramo favorable.


Llevados 19 kms de ruta alcanzamos la localidad de Hiendelaencina. Comenzamos la fase de aproximación al Alto Rey, al objetivo principal de la jornada.


Al superar el puente sobre el río Bornova se inicia la ascensión al puerto. Desde el comienzo vimos nervioso a Santurde con ganas de plantar batalla. 


Tras pasar el cruce con la carretera que va a Pradena de Atienza se debe afrontar casi dos kms favorables, en leve descenso.


Llevados 4 kms de subida dejamos a mano izquierda Villares de Jadraque para continuar ascendiendo en dirección a Bustares.


Por la vertiente de Hiendelaencina la subida al Alto Rey consta de 17 kms de longitud para superar un desnivel de casi 800 metros. La pendiente máxima es del 12% y la media es del 4'2%, aunque hay que tener en cuenta que durante la subida nos encontraremos dos tramos favorables que hacen suavizar mucho este dato.


Clara se mostró muy regular durante toda la ruta. Con la ayuda de su potenciómetro iba regulando su esfuerzo.


Largo tramo rectilíneo con ligera pendiente donde se puede observar perfectamente nuestro objetivo.  


Hay que reconocer que Abel ha regresado de sus vacaciones en plena forma. 


Al paso por Bustares Santurde comenzó a enseñar los dientes, solo Iñigo evidenció estar más fuerte que él durante la subida al Alto Rey.


Al pasar el llamado Alto de las Corzas se debe tomar el desvío señalizado para comenzar el tramo más duro. La carretera se estrecha de forma significativa y la presencia de "quitamiedos" en la calzada nos hacen intuir que estamos a gran altura. 


Por delante 4 kms durisimos con pendientes entre el 10 y el 12% de desnivel, que no dan tregua en ningún momento siempre con la presencia constante de las antenas ancladas en la cima.


Antes de llegar a la cima me superó Abel que iba remontando desde atrás porque había hecho una parada logística antes de iniciar el tramo final. 


A medida que vamos ganando altura podremos obsequiarnos con un paisaje espectacular.


Estos últimos 4 kms fui simultaneando el piñón 32 con el 28. Ambos me permitían llevar una buena cadencia de pedaleo sin forzar demasiado el pulso. Muy satisfecho con mi primera ascensión a este coloso.


En la cima del Alto Rey a más de 1.765 metros de altitud se encuentra un antiguo y en desuso asentamiento militar donde destacan las enormes antenas. Se trata de un perímetro vallado al cual no se puede acceder.  


Desde la cima aun se pude seguir subiendo, aunque preferiblemente con bicicleta de montaña, por una pista de tierra que lleva hasta otro pico con más antenas y donde se encuentra la ermita del Santo Alto Rey. 


Abel, Iñigo, Santurde, Clara y yo conquistando la cima del Alto Rey, puerto de primera categoría que puede dejar a más de uno fuera de juego si llega a este remoto lugar con las fuerzas justas.


Durante el descenso es normal quedarse embobado admirando tan bello paraje.


Nos encontramos inmersos en pleno Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.


Diversos carteles nos informan del riesgo de incendio en toda la zona. Sería horrible ver arder esta preciosa comarca.


Obligada parada en la población de Condemios de Arriba para aprovisionar agua. Alguno no se pudo contener hacer el avestruz. 


A la salida de Condemios de Arriba nos topamos con un tramo realmente duro.


Subida que bautizamos con el nombre de: "pequeño Alpe D'Huez". La carretera dibuja sobre la montaña unas endiabladas eses que nos harán retorcernos sobre la bicicleta. 


Apenas dos kms de subida que nos hizo sudar lo suyo, teniendo que dar lo mejor de nosotros mismos una vez más.


Por suerte no hizo un día extremadamente caluroso y pudimos disfrutar de una temperatura agradable. En general en verano esta zona se convierte en un secarral porque está bastante expuesta al sol.


Al paso por la población de Campisábalos hicimos reagrupamiento general.  


Inmediatamente después tomamos la CM-110, una carretera ancha, en perfecto estado, con arcén suficiente y trazado rectilíneo durante algunos kms donde curiosamente Santurde comenzó a descolgarse. Él dice que "se dejó ir", otros dicen que se "fue al palco".


El resto de la ruta la hicimos separados. Abel se quedó esperando a Santurde y Clara, Iñigo y yo continuamos a nuestro ritmo por delante.


El macizo de la serranía del Alto Rey siempre visible desde cualquier punto de la ruta.


Esta última parte de la ruta fue menos atractiva visualmente pero con el aliciente de pasar junto a la Laguna de Somolinos y los Cerros Volcánicos de la Miñosa.


El Castillo de Atienza es visible desde varios kms a lo lejos dominando toda la zona.


Hubiera sido todo un acierto finalizar la ruta en lo alto del Castillo, sin embargo nos quedamos en la parte baja del pueblo esperando la llegada del resto.


Por supuesto alargamos la jornada haciendo un poco de turismo por el pueblo, que bien merece una visita más detenidamente.


Atienza es una preciosa villa medieval que aún mantiene intacta su arquitectura tradicional y legado histórico. 


Desde el torreón del castillo se divisa toda la comarca.


PERFIL:






TRACK DE LA RUTA:



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2 comentarios:

  1. Qué buena crónica, eres un hacha. Desde luego, no puedes decir que te engañé: la ruta es muy chula y con buenos paisajes aparte de cero tráfico y la subida tan dura como te dije, la verdad es que me encanta.

    Vaya panda de granujas, jajaja, ya demostré para qué me dejé ir en La Perico, unos días después. Nos vemos en otra, un placer siempre.

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