ABANTOS desde el Tomillar- SILLA DE FELIPE II 29/7/2012

Nos hemos desplazado hasta San Lorenzo del Escorial para acometer la subida al mítico monte Abantos. Considerada por muchos aficionados al ciclismo una de las ascensiones más duras y complicadas de toda la Comunidad de Madrid. Además durante el recorrido pasaremos por El Monasterio del Escorial y la Silla de Felipe II, dos lugares de interés histórico y cultural que en la actualidad son los mayores reclamos turísticos de la zona.

Cima del Monte Abantos.

Hace tiempo que teníamos en mente hacer la subida al mítico Monte Abantos. Aunque por unos u otros motivos nunca terminábamos por decidirnos. Después de un par de salidas por la zona ( Monasterio del Escorial- Abantos desde Robledondo, El Escorial- Navas del Marques- Sta. María de la Alameda- Zarzalejo) parecía toda una atrocidad volver a venir hasta aquí y no incluir en nuestro itinerario esta espectacular subida. Hoy en compañía de Pequeño he tenido el honor de conquistar su cima.

Esta es la tercera salida que hacemos por la sierra oeste. Y como en las anteriores oportunidades hemos iniciado la ruta desde el Monasterio del Escorial. Por su parte posterior justo al cruzar el arco a mano derecha, junto a un edificio del Patrimonio Nacional se puede estacionar sin problemas, y además en esta área no hay zona azul. Nosotros siempre dejamos el coche en esta zona, es un buen lugar para comenzar la ruta.




Los primeros kms discurren atravesando San Lorenzo del Escorial hasta alcanzar la M-600, la carretera que une El Escorial y Guadarrama. Pero a la altura del área recreativa de El Tomillar nos desviamos de la carretera principal para tomar un camino asfaltado. Estos cuatro primeros kms me sirven para darme cuenta de lo cansado que me encuentro. Después de la paliza que me di ayer, completando las subidas a Canencia, Morcuera y Navafría mi cuerpo solo me pedía descanso. Menos mal que mi mente tenía la motivación necesaria para realizar esta ruta, de otra forma no hubiera podido levantarme de la cama hoy. Al volver a sentarme en el sillín, mi culo me ha recordado los 86 kms y más de 2000 metros de desnivel que ayer me zampé. Al menos hoy "solo" tenía que subir Abantos.

La subida se puede dividir en cuatro partes. La primera se inicia desde El Tomillar. Durante cuatro kms circularemos por una pista forestal perfectamente asfaltada. Sin rastro de ningún vehículo iremos ganando altura mediante la sucesión de varias zetas. La pista va zigzageando hasta alcanzar una altura de 1250 metros, desde este punto las vistas al Escorial son espectaculares. Comenzamos la subida con mucho respeto, tenemos estudiado el perfil y sabemos a lo que nos enfrentamos. Terrorífico.




Ya desde el comienzo veo a Pequeño inquieto, como con ganas de hacerlo bien. Nada más comenzar la ascensión se pone en cabeza tirando a todo gas. Por desgracia su ímpetu solo le sirvió para adelantar a un par de globeros. Como dice Pedro Delgado tuvo su "minuto bueno", luego bajo mucho el ritmo y se puso el mono de trabajo, por delante tenía aun mucha tarea. Poco a poco me voy alejando de mi colega, intento imponerme un ritmo tranquilo, con mucha cadencia, siempre utilizando el platillo. Sin alardes, no quiero que me pase factura el esfuerzo de ayer.

En la primera curva de herradura observo una inscripción pintada en la calzada que dice así: "solo te quedan siete". Esta indicación hace referencia a las zetas que aún me quedaban por superar y no a las curvas de herradura como en un principio pensé. Al terminar esta primera zeta me volví a encontrar en el primer giro otra anotación: "ST6" y así sucesivamente en el comienzo de cada zeta. Además de parecerme curioso me vino muy bien para ir situando la subida.




Esta primera parte de la subida al Monte Abantos la realizamos al descubierto, los pocos árboles que nos encontramos son pinos de repoblación demasiado jóvenes como para darnos cobijo. Esta zona fue arrasada en 1999 por un cruel incendio que desbastó casi toda la flora existente. Es sin duda el tramo más espectacular de toda la subida aunque no el más duro. La escasa vegetación nos hace ser conscientes de la altura que vamos alcanzando, dejándonos contemplar en todo momento unas vistas de impresión al embalse de Valmayor, la meseta y al Escorial arrecostado en las faldas de la montaña.

El monte abantos se hizo famoso hace años cuando la Vuelta Ciclista a España comenzó a incluirla como final de etapa. Nombres ilustres del pelotón nacional han conquistado su cima, entre otros: Samuel Sanchez, Roberto Laiseka o Roberto Heras. Exceptuando esta primera parte del recorrido que se realiza por unas zetas con asfalto en perfecto estado, el resto del piso se encuentra en muy malas condiciones, quizás por ello los organizadores de la Vuelta no han optado por subir esta montaña en las últimas ediciones.

A la altura de un merendero el terreno cambia radicalmente. A partir de aquí discurriremos por una pista con un asfalto descarnado, con mucha piedra suelta y gravilla. También tendremos que esquivar varios socavones a nuestro paso. Si en la primera parte de la subida tuvimos que superar 300 metros de desnivel, durante los siguientes cuatro kms tan solo ascenderemos 50 metros de desnivel positivo. Esto da una idea de como es el próximo tramo que debemos de atacar.




La segunda parte de la subida transcurre por el interior del bosque, por un tramo de falso llano. Por suerte unos altísimos pinos, esta vez, nos refugian del ya sofocante calor. Por esta zona nos encontramos con tramos de descenso que nos vienen fenomenal para no forzar las piernas. Sabemos que lo peor esta aun por venir. Tras superar una cancela alcanzamos la carretera principal que viene ascendiendo Abantos desde San Lorenzo del Escorial, a partir de aquí seguiremos el recorrido tradicional que los ciclistas realizan cuando ascienden este puerto. Un par de kms después llegamos al centro de interpretación, "Luis ceballos", un arboreto interesante de visitar en otro momento.

Monte Abantos

El monte Abantos se puede subir desde diversas vertientes. Desde San Lorenzo del Escorial, Robledondo,  Avila, El Tomillar y también y la más conocida dentro del mundo del MTB: por las "zetas de Abantos" unos minúsculos senderos con gran pendiente que tendremos que probar en otro momento. Este famoso recorrido enlaza con la pista forestal que vamos siguiendo a la altura de una curva de herradura hacía la derecha. A partir de este giro comienza el tramo más duro de la subida. Por delante tendremos que superar algo más de dos kms de duras rampas con porcentajes siempre por encima de los dos dígitos, y en algún repecho en concreto rondando el 19% de desnivel.

Esta tercera parte de la subida se le atraganta a Pequeño, que en seguida que la pendiente se pone exigente comienza a perder terreno. En las últimas salidas le he notado fuera de forma, por debajo de sus posibilidades, aunque gracias a su combatividad, tesón y el espíritu de sacrificio que le caracteriza logra siempre terminar las rutas supliendo la falta de energías con carácter y sufrimiento. Es todo un luchador. Este tramo de duras rampas finaliza en el Alto de Malagón, este es un lugar donde siempre nos encontramos con muchos ciclistas y senderistas haciendo una pausa. A nuestros pies tenemos el embalse de Tobar y solo un poco más arriba la cima.

Desde el alto de Malagón hasta la cumbre tan solo nos restan 1,5 kms. La parte final es la más fácil, carece de dureza y además el asfalto mejora mucho por esta zona, aunque hay que tener cuidado con algunos socavones. A mano derecha sale un camino de tierra que nos llevaría hasta la famosa Cruz de Abantos, que hoy no incluimos en nuestro itinerario. Después de casi hora y media de ascensión llegamos al limite de provincia con Avila, estamos en la cima. En tierras de Castilla y León.

Alto de Malagón.

Antes de coronar Pequeño tuvo la osadía de esprintarme. Aprovechando que los últimos metros picaban para arriba sacó fuerzas de flaqueza para intentar un último ataque. No me pareció correcta su actitud. Después de toda la subida por delante de él. De esperarle dos veces en dos sitios distintos no me imaginaba que iba atreverse a superarme. Lógicamente no le di el gustazo y le adelanté antes de alcanzar la cima.







Aquí nos encontramos con un curioso cartel casero, realizado en madera por un aficionado al ciclismo, ni rastro de alguna señal reglamentaria de información de punto característico. La afición por subir y superar los puertos de montaña va más allá de lo que podemos imaginar, como sucede en esta ocasión. Un cartel que lleva inscrito el coeficiente, pendiente media y kilometraje. Un trabajo minucioso y sobresaliente realizado por el forero BuruM.

Monte Abantos

La foto nos la hizo un tio que nos dió la receta para mejorar como ciclistas. Nos comentó que él entrenaba más de 50 días seguidos subiendo puertos de montaña. Que no le dolía nada y que cada día que pasaba se encontraba mucho mejor. Tomaremos nota. Aunque el trabajo, la familia, los compromisos y el ritmo frenético de esta vida solo nos permite salir con la bici una vez por semana, y en ocasiones menos. En mi caso este fin de semana lo puedo considerar todo un lujo. He podido salir los dos días.

Junto al cartel de Abantos estuvimos un buen rato saboreando el momento. El primer objetivo, y también el más importante ya estaba cumplido. Pero aún quedaba mucha tela por cortar. A continuación descendimos hasta el Alto de Malagón para tomar un camino que cogimos tras superar una cancela. Por delante tenemos 6 kms por una pista algo irregular. Los primeros tres son practicamente llanos. Según avanzamos vamos dejando a nuestra izquierda el pico del Cerro de la Cabeza.

Por esta zona nos encontramos con un paisaje casi lunar, desprovisto de vegetación, sin ningún árbol a la vista que nos pudiera cobijar del angustioso calor. Los siguientes 3 kms antes de llegar a la carretera son de fuerte pendiente descendente, por un firme pedregoso y agrietado. Este es un trazado que conocemos de haberlo realizado en sentido contrario, y ya en su momento nos pareció bastante duro. Es una bajada exigente, que te hace estar alerta en todo momento si quieres realizarla de manera veloz.



Al terminar la bajada Pequeño me pregunto como me encontraba. Yo le respondí que igual que si me hubieran dado de hostias por todo el cuerpo. Me dolía todo. Él también asintió. Por mucha horquilla Fox y cuadro de carbono que llevaba no fueron capaces de tragar las miles de piedras, baches y demás irregularidades que nos habíamos encontrado en el descenso. El año pasado cuando subimos por aquí no me pareció tan complicado.



Robledondo

El descenso finaliza al llegar a Robledondo, donde tomamos la carretera con destino a Zarzalejo. Que liberación para nuestras articulaciones rodar unos kms por asfalto, después de toda la "traca" que nos habíamos metido se agradece que no veas circular por carretera. Los siguientes 10 kms son los más sencillos de toda la ruta, todos realizados por carretera y en prolongado descenso. Antes de llegar a Zarzalejo tenemos que pasar por el puerto de la Paradilla y el puerto de la Cruz Verde, por aquí debemos extremar la precaución, estos son recorridos habituales de los aficionados al motor.

Señalar que el descenso de la Cruz Verde me parece fantástico para realizarlo en sentido contrario. Tengo unas ganas locas por subir este puerto con la flaca. Me parece que tiene mucho encanto. En cuanto pueda diseño una ruta por esta zona para ascender esta montaña. En Zarzalejo hicimos un par de paradas. Una para llenar el bidón y otra en un mirador para hacer unas fotos y contemplar unas estupendas vistas a la meseta. Tras superar la estación Renfe de cercanías de Peralejo abandonamos el asfalto para tomar a mano izquierda un camino de tierra.

Hasta llegar a la Silla de Felipe II tenemos por delante 4 kms de duro pedalear. Se trata de un trazado abrupto y escarpado siempre tirando hacía arriba donde nos toparemos con muchas piedras sueltas y bancos de arena, además durante algunos tramos compartiremos recorrido con la calzada romana. Por esta zona me crucé con compañeros del club MTB Leganés, aunque no logré distinguir a ninguna cara conocida. Luego me enteré que habían realizado una ruta circular por el entorno del embalse de Valmayor.

Más tarde llegamos a la Silla de Felipe II, el siguiente punto interesante de la ruta. La leyenda dice que este lugar fue mandado construir por el monarca para supervisar las obras del Monasterio del Escorial. Aunque estudios posteriores demuestran lo contrario. En la actualidad se piensa que su origen data de la época prerromana, y que en realidad este lugar era un altar de origen vetón que se utilizaba para realizar sacrificios de animales como ofrenda algún Dios.




Al chantal de piedra le acompañan otras plataformas como escalones y apoyabrazos que pudieron ser agregados a finales del siglo XIX. En esa época era frecuente añadir elementos arquitectónicos completamente nuevos a los monumentos que se restauraban. De esta forma se explica la perfecta forma que tienen los asientos. Desde ellos se puede contemplar un panorama realmente espectacular: El Monte Abantos y a sus pies San Lorenzo del Escorial. La mejor foto posible del día.

En la Silla de Felipe II.

El resto de la ruta no tiene mayor complicación. Descendemos por la vía de acceso hasta llegar a la carretera de Robledo de Chavela. Tras cruzarla tomamos un camino asfaltado que recorre los jardines de San Lorenzo. Instantes después llegamos al Monasterio del Escorial, dando por finalizada la ruta circular. Pequeño llegó bastante tocado, yo sin embargo acabé más entero aunque con las piernas cansadas y con dolor de rodilla.

En total salieron 41 kms realizados en 2h 55m (tiempo encima de la bici) a una media de 14 km/h. Este fin de semana me deja claro que realizar dos rutazas seguidas, un día detrás del otro, hoy en día con el nivel que tengo, son incompatibles. Cuando llegué a casa estaba destrozado, tuve que darme una ducha de una hora y comerme un caballo para volver a ser persona. Si en algún momento me había planteado participar en un evento estilo Euskadi Extrem, que consta de dos etapas. Hoy se me quitaron las ganas por completo.

Esta ruta me ha dado la oportunidad de ascender el mítico puerto de Abantos. Una subida que me ha encantado y que recomiendo a todo aficionado a la escalada. Preferiblemente en bicicleta de montaña. Realizada desde el área recreativa de El Tomillar tiene una primera parte no exenta de dureza trepando por unas zetas que a medida que nos elevan nos ofrece unas inmejorables vistas. Después solo tenemos que dejarnos envolver por la naturaleza atravesando un frondoso pinar, para posteriormente dar lo mejor de si mismo al cruzarnos con unas terroríficas rampas. El tramo final de subida al monte Abantos sirve para recrearnos con la satisfacción de haber conseguido el reto de superar todo un "hors categorié". El cartel casero es la guinda al pastel. Además esta ruta me ha dado la idea para realizar un trazado uniendo Getafe con Abantos en una sola ruta, aunque de momento solo es un proyecto, ya irá cogiendo forma más adelante.

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TRACK DE LA RUTA: