Puerto de Cotos. |
La entrada de la primavera nos ha permitido visitar por primera vez este año la sierra de Guadarrama. Ha sido todo un lujo poder contar con la compañía de Manzana para realizar la primera ruta de montaña y poder subir el primer coloso de la temporada, el puerto de Cotos. Después de casi tres meses rodando por zonas llanas me apetecía muchísimo reencontrarme con la alta montaña, además esta ocasión era muy especial para Manzana porque suponía su bautizo con la flaca encarando un puerto de primera categoría.
El Cuadrón. |
Sobre las 9,30 de la mañana iniciamos nuestra andadura rumbo hacía las altas cotas de la sierra madrileña. Como en otras ocasiones situamos el punto de comienzo de la ruta en la población de El Cuadrón, el primer pueblo que nos encontramos al salir de la A-1 y tomar la carretera del valle de Lozoya. Desde un pequeño parking cercano a la oficina de turismo partimos ilusionados pensando en el gran reto que tenemos por delante. Aunque vamos bien protegidos contra el frío, con una indumentaria adecuada, la mañana había amanecido gélida con unas temperaturas muy bajas, que en ningún momento durante el transcurso de la ruta han sobrepasado los seis grados.
Rascafría. |
Pero el protagonista principal durante los primeros kms ha sido, sin duda, el fuerte viento de cara que nos ha acompañado hasta alcanzar la población de Lozoya. Impresionante las rachas de aire que nos han echo incluso en ocasiones hacer tambalear la bicicleta. En tramos llanos donde en circunstancias normales deberíamos ir con plato esta vez hemos tirando de todo el desarrollo y de todas nuestras fuerzas para continuar para adelante. En algún momento durante estos primeros 12 kms nos hemos también planteado abortar la ruta y reducir su tamaño. Aunque finalmente las ganas han podido a la razón que en esos instantes aconsejaban no seguir con la empresa propuesta. Sin embargo por suerte a partir de Lozoya el viento se ha calmado mucho y hemos podido continuar sin problemas.
La ruta se ha desarrollado en su totalidad por la M-604, la carretera que recorre todo el valle de lozoya, una vía que se encuentra en buenas condiciones de asfaltado con un arcén suficiente para ir protegido del escaso tráfico aunque a medida que avanzaba la mañana había más vehículos. Mencionar que a tres kms de Lozoya desaparece ese arcén convirtiéndose en un tramo algo peligroso para los ciclistas, al igual que la subida al puerto de Cotos que se realiza por una carretera bastante estrecha y algo bacheada y derruida en algunas zonas aunque por la montaña apenas nos han molestado los coches.
Rio Lozoya. |
No me canso de visitar el valle de Lozoya, para mi uno de los sitios con más belleza de la Comunidad de Madrid. Según vamos avanzando podemos quedarnos embobados admirando las inmensas cumbres de las montañas que nos rodean, con el aliciente en esta ocasión de encontrarlas con nieve en sus picos. La carretera discurre en ocasiones paralela al río Lozoya, y durante muchos momentos debido al silencio reinante en la zona podemos escuchar el discurrir de su cauce, todo un privilegio que valoramos mucho más los que vivimos en la zona sur de Madrid, donde reina el ladrillo. Antes de llegar a Rascafría donde teníamos pensado hacer la primera parada del día tenemos que superar Pinilla, Alameda y Oteruelo todas estas poblaciones con el apellido del Valle.
La entrada a Rascafría se convierte en un autentico calvario debido al adoquín que adorna su entrada principal. Sus calles empedradas son preciosas para los turistas y resaltan la historia de este pueblo de montaña pero es un sufrimiento constante para los ciclistas. Los frágiles cuadros de las bicicletas de carretera padecen de lo lindo siempre que pasamos por aquí. A las afueras del pueblo, cerca de la fabrica de chocolate hacemos una breve parada para preparar el asalto al puerto de Cotos. Es la primera vez que Manzana se enfrenta a un puerto de estas características con la incertidumbre de no saber si podrá superar sus rampas con los desarrollos de una bicicleta de carretera.
Subiendo el puerto de Cotos. |
El puerto de Cotos se inicia al pasar el majestuoso Monasterio de El Paular, una abadía benedictina que en la actualidad comparte espacio con un hotel, en frente se encuentra el puente de El Perdón donde en la antigüedad se repartía justicia. Se trata de un puerto largo de 14 kms de distancia, con un porcentaje medio de 4,5%, donde tendremos que superar un desnivel total de 637 metros de altura, con estos datos es evidente que estamos ante todo un puertaco de primera categoría. Durante los primeros siete kms que son los más sencillos la carretera va ganando altura progresivamente transitando por largas rectas. Vamos dejando atrás el área recreativa de Las Presillas, El Mirador de los Robledos y varios restaurantes de entidad que se encuentran en el margen izquierdo junto al cauce del arroyo de La Angostura. Durante toda la subida unos altísimos pinos nos cubrirán un cielo encapotado que no deja aparecer el sol. Por suerte por aquí ni rastro del fuerte viento que nos azotó al comienzo de la ruta, aunque la temperatura iba decayendo a medida que avanzábamos hacía arriba.
Últimos seis kms de ascensión. |
Los últimos 10 kms de subida la carretera se encuentra señalizada con balizas que informan a los ciclistas de los kms restantes a la cima y de la pendiente media de ese kms. También encontramos durante toda la ascensión paneles indicando la altura que vamos ascendiendo, esto en principio puede desmoralizar porque sabemos que la cima se encuentra a 1840 metros. Entramos en los últimos seis kms de subida, los más difíciles, con buenas sensaciones. Esta parte de la ascensión tiene una pendiente media muy regular, casi siempre al 6% y es fácil llevar un buen ritmo de pedalada, sin embargo la experiencia me dice que no es bueno cebarse por eso intento mantener una cadencia tranquila para que Manzana pueda llegar a la cima sin problemas, esta es mi cuarta vez que asciendo este puerto y siempre al final se me había atragantado.
A falta de 4 kms para coronar Manzana me dice que tiene que parar un momento, los riñones le atenúan y es necesario detenerse. En una curva de vaguada que sirve como área de descanso hicimos una breve parada para recobrar las fuerzas. Aprovechamos para hacer unas fotos de una cascada preciosa y contemplar el espectacular bosque que se cierne sobre nosotros. En seguida nos ponemos en marcha para acometer el resto del puerto que realizamos sin mayor problema. La recta final la hicimos a tope mientras unos cuantos copos de nieve nos saludaban al llegar a la cima. Tardamos 1h 21m, lejos de mi mejor registro en este puerto que lo realicé durante la Marcha Dalepedales en 1h 05m, pero hoy lo de menos era el tiempo. Terminé muy contento porque Manzana había logrado superar su primer puerto de primera con la flaca. Al igual que me sucedió a mi cuando me estrené en la alta montaña, él también hecho en falta tener algún piñón más grande para llevar un desarrollo más cómodo. Luego con la experiencia y subiendo más puertos de este estilo te das cuanta que no es necesario.
Llegando a la cima del puerto de Cotos. |
Mientras descansábamos en Venta Marcelino nos avituallamos bien para la vuelta pensando que lo peor ya había pasado, pero no. Esta ruta consistía en un recorrido de ida y vuelta teniendo como punto culminante de la misma el puerto de Cotos, ahora había que volver sobre nuestros pasos para regresar a El Cuadrón. Me coloco el chubasquero, se que en la bajada va hacer mucho frío. El descenso es otra prueba de fuego para Manzana, más acostumbrado a los frenos de disco de su btt el cambio a la bicicleta de carretera ha sido brutal. Hay varios aspectos con los que tiene que ir familiarizándose cuanto antes para disfrutar más del ciclismo. En las subidas tiene que levantarse y hacer bailar la bici de vez en cuando para aligerar la tensión y en las bajadas tiene que aprender a coger los agarres de abajo para poder controlar la bici mejor mientras frena. En mi opinión estos dos aspectos son básicos para el dominio de la flaca.
Los 14 kms de descenso se convierten en los más duros de toda la ruta. Cuanto más velocidad cogíamos más frío nos iba entrando en el cuerpo. Menos mal que yo iba bien camuflado y solo tuve un pequeño brote de congelación en los dedos del pie derecho, sin embargo Manzana padeció y sufrió llegando incluso a tener que detenerse durante la bajada porque se iba quedando sin sensibilidad en los dedos de las manos y no podía accionar la palanca de frenos. Este calvario finalizó al llegar a Rascafría aunque inmediatamente después volvimos a encontrarnos con un inconveniente más. De nuevo tuvimos que atravesar todo el pueblo aguantando el insoportable adoquín.
De aquí hasta finalizar la ruta las cosas fueron mucho más sencillas. Por delante teníamos algo más de veinte kms que realizamos a full gas, impulsados por el viento que en esta ocasión soplaba a favor. Ocupando la parte transitable del arcén íbamos rapidísimos, casi siempre por encima de los 30 km/h, solo al llegar a Lozoya tuvimos que aminorar la marcha al pasar unos resaltos que estaban en la calzada, pero nos vino bien para poder contemplar el espectacular paisaje del embalse de Pinilla a los pies de los Altos de Hontanar. El tramo final de la ruta, en concreto los últimos tres kms, la carretera picaba claramente para arriba. Tuvimos que echar el resto llegando con las fuerzas algo justas al termino de la jornada. Poco antes de las dos de la tarde llegamos a El Cuadrón dando por finaliza la ruta, después de realizar 76 kms en 3h 54m (tiempo encima de la bici) a una media de 19 km/h .
La primera ruta del año de alta montaña me deja muy buenas sensaciones. Esperando ir cogiendo la forma poco a poco para llegar a los eventos más importantes en plenas condiciones. Mención especial para Manzana que debutó con su flaca ascendiendo su primer 1ª categoría sin demasiados problemas. La ruta en realidad se hizo bastante dura por las malas condiciones climatologicas. Al comienzo con un viento frontal insoportable y sobretodo por el intenso y angustioso frío que pasamos en el descenso del puerto de Cotos. Es evidente que aun estamos en una época del año en el que visitar la sierra con la bicicleta se hace difícil por las bajas temperaturas, pero hoy necesitaba probarme.
PERFIL:
TRACK DE LA RUTA:
¡Ya te digo que hacía viento! Yo salí el Domingo y lo pasé fatal en algunos tramos, sobre todo subiendo a Miraflores y a Bustarviejo, por momentos pensé que iba al suelo.
ResponderEliminarQué decir del Valle del Lozoya... que es de las zonas más bonitas de la Sierra y el Puerto de Cotos uno de mis favoritos. A ver si coincidimos algún día por ahí. Un besote
Por cierto... se me había olvidado y tengo que decirlo... la entrada de Rascafría me encanta, es el terreno idóneo de mi niña, la Domane. Se me cae la baba con ella :-)
ResponderEliminarVentajas que tiene el carbono, imagino, ja ja ja ja....El viento es uno de los enemigos más adversos que tenemos los ciclistas, este domingo fue infernal. Seguro que en algún día nos hemos cruzado por la sierra y ni siquiera nos hemos dado cuenta.
ResponderEliminarUn saludo. David
Si un día te encuentras a una tía gritando 'terreno domane, terreno domane!!' sobre cualquier adoquinado... esa es Clara. Jajaja!!
ResponderEliminarHas hecho bien llevando a Manzana a ascender Cotos como primer puerto: es largo, pero coges un ritmo y se sube perfectamente, incluso recuperando y acelerando de medio puerto hacia arriba. Hace mucho que no voy por allí, pero esa zona es tan bonita como la Sierra del Rincón, esa desconocida. ¡Olé tu afición con esa rasca! Jejeje
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