Llegó el día del examen. Hace solo unos meses que me incorporé al mundo del ciclismo de carretera pero estaba deseando que llegará esta ruta. Hasta la fecha mi experiencia con la flaca se reducía únicamente a rutas por las carreteras de la comarca de las vegas y la zona sur de Madrid, solo había superado algunas tachuelas como: La radio, La Marañosa, Alto de Valdelaguna o Valgrande, poca cosa en realidad. Sin embargo hoy tenía que afrontar La Morcuera y Canencia dos ascensos clásicos, dos puertos de primera categoría que me pondrán a prueba en este fabuloso envite. En esta ocasión me acompañan; Pequeño y Manzana que con su bici de MTB ha estado a nuestra altura, a muy buen nivel.
Poco después de las 9,00 iniciamos la ruta desde Lozoya, una población que por su situación, en el centro del valle, nos parece perfecta como punto de salida y llegada de esta ruta circular, pero también porque tiene abundantes bares, fuentes y fácil aparcamiento. Un sitio muy tranquilo que sería estupendo como segunda residencia. A nuestro alrededor diversos bikers preparaban sus monturas para disfrutar de un formidable día de ciclismo.
Los primeros kms los hacemos por la M-604, una carretera en buen estado y sin apenas tráfico motorizado a estas horas de la mañana. Hasta Rascafría nos separan 10 kms, que nos sirven para ir calentando las piernas. Mientras podemos distraernos contemplando a nuestra izquierda el embalse de Pinilla, ver a la derecha como se eleva la cordillera de los montes Carpetanos y de frente admirar el imponente Pico Peñalara, techo de la sierra de Guadarrama.
La entrada a Rascafría la hacemos por sus calles empedradas, llenas de historia y cultura, aunque también son un suplicio para los fragiles cuadros de nuestras bicis. Solo Manzana con su btt supero el escollo sin problemas. En seguida cogemos la M-611, la carretera que une Rascafría con Miraflores de la Sierra. A continuación tenemos dos kms en ligero descenso hasta llegar a la urbanización Los Grifos donde se inicia el ascenso al puerto de la Morcuera.
Después la carretera se va adentrando en la montaña, ofreciéndome un paisaje espectacular del valle de Lozoya y el embalse de Pinilla. Son momentos en los que no piensas, simplemente te dejas llevar por los sentidos y admirar la naturaleza. Absorto en la grandeza de la montaña me olvido por completo de la dureza de la subida, acumulando kms sin demasiada fatiga ni dolor de rodillas, lo cual me sorprende.
Aprovechando la lejanía de dos rectas consecutivas miro hacía atrás para situar mi posición con respecto a mis compañeros de ruta, pero con sorpresa no observo rastro de ellos. Esta claro que mi ritmo es bueno y voy sacando bastante ventaja. Lo cierto es que con la flaca los kms cunden más y el temido cansancio aparece mucho más tarde. En esta subida mi velocidad media ha sido de 13,5 km/h, lo cual considero muy aceptable.
La parte final de la subida carece de dureza, lo cual aprovecho para tomar un respiro y relajar el ritmo. Dentro del último km dejo atrás la fuente del Cossio y el refugio de la Morcuera. Después de 59 minutos de dura ascensión conquisto mi octava Morcuera, la primera con la flaca. Su cumbre esta repleta de aficionados al ciclismo que al igual que yo se encuentran satisfechos de lograr el objetivo.
La subida al puerto de Canencia es una ascensión que conozco bien, con esta es la tercera ocasión que asciendo este puerto catalogado de primera categoría, por supuesto, mi primera vez con flaca. La única fuente que nos encontraremos durante la subida esta situada en el margen derecho de la carretera junto a una pequeña área cubierta de pinos. En algunos medios de comunicación se publicó hace tiempo que la fuente del Brezal tenía efectos beneficiosos para la salud.
Con el maillot abierto para paliar en parte el sofocante calor y bebiendo constantemente llego al último km donde tengo que negociar la única curva de herradura que me encuentro durante toda la subida, después una larga recta me lleva hasta un giro a la derecha para encontrarme de cara con el cártel de "puerto de Canencia". Este es uno de los pasos más bajos de toda la sierra con tan solo 1524 metros de altura, aunque cuesta llegar hasta ellos. Tardé en completar la ascensión 37 minutos, a un ritmo de 13 km/h, una media peor que en la anterior subida y eso que este puerto es más corto y con casi 3 kms de terreno llano, eso lo dice todo.
La entrada a Rascafría la hacemos por sus calles empedradas, llenas de historia y cultura, aunque también son un suplicio para los fragiles cuadros de nuestras bicis. Solo Manzana con su btt supero el escollo sin problemas. En seguida cogemos la M-611, la carretera que une Rascafría con Miraflores de la Sierra. A continuación tenemos dos kms en ligero descenso hasta llegar a la urbanización Los Grifos donde se inicia el ascenso al puerto de la Morcuera.
Altimetría puerto de la Morcuera. cortesia de http://www.altimetrias.com/ |
Se trata de un puerto de 13,4 kms de longitud, con una pendiente media que ronda el 5% de desnivel. Por supuesto, considerado de primera categoría, hasta alcanzar la cima tendremos que superar un desnivel de 630 metros. Un puente nos hace superar el rio Lozoya, dejando a nuestra izquierda un restaurante con muy buena pinta. A partir de este momento la carretera se estrecha y la señalización horizontal desaparece. Me había decido por La Morcuera para mi debut con la flaca por ser un puerto mítico aunque no el más duro de todos los que nos podemos encontrar en la sierra. El año pasado lo ascendimos con bicicleta de mountain bike, en la ruta de la Triple Corona y nos dejó muy buenas sensaciones.
Los dos primeros kms nos van alejando de Rascafría de manera muy suave, es un terreno prácticamente llano, incluso con algún pequeño tramo de descenso. Pero pronto la cosa se complica y tenemos que atacar las rampas más duras del puerto. Pequeño y yo que vamos con "flaca" nos cuesta bastante encontrar el desarrollo adecuado, como si nos faltaran piñones. Problema que no ha tenido Manzana que ha subido casi a placer estas primeras rampas.
Llevados unos 3 kms de subida, sin quererlo, me quedo solo por delante, miro hacia atrás buscando la compañía de mis amigos pero observo como poco a poco van perdiendo fuelle con respecto a mi progresión. No es que fuera deprisa, simplemente con la flaca es muy difícil ir a menos de 10 km/h, velocidad suficiente para alejar a mis compañeros de ruta. El resto de la subida la realizaré en solitario en busca de una cima que se encuentra a 1796 metros de altitud. Tenía muchas dudas con los desarrollos de mi bici de carretera. Un plato pequeño de 34 dientes y el piñón más grande de 28 me parecía demasiado escueto para afrontar con garantías los duros repechos que tiene La Morcuera. Sin embargo han sido suficientes para superar las rampas más duras que en algún tramo en concreto han llegado al 10%.
Durante la subida me cruzo con multitud de ciclistas que avanzan en sentido contrario, esta claro que la flaca esta de moda y son muchos los que optan por la modalidad del ciclismo de carretera. Tras superar el refugio del Palancar me encuentro con una sucesión de giros de herradura que me harán ganar altura rápidamente, desde sus curvas tengo unas vistas de impresión al Monasterio del Paular y Rascafría, desde esta posición de un tamaño muy pequeñito.
Refugio del Palancar. |
Los dos primeros kms nos van alejando de Rascafría de manera muy suave, es un terreno prácticamente llano, incluso con algún pequeño tramo de descenso. Pero pronto la cosa se complica y tenemos que atacar las rampas más duras del puerto. Pequeño y yo que vamos con "flaca" nos cuesta bastante encontrar el desarrollo adecuado, como si nos faltaran piñones. Problema que no ha tenido Manzana que ha subido casi a placer estas primeras rampas.
Llevados unos 3 kms de subida, sin quererlo, me quedo solo por delante, miro hacia atrás buscando la compañía de mis amigos pero observo como poco a poco van perdiendo fuelle con respecto a mi progresión. No es que fuera deprisa, simplemente con la flaca es muy difícil ir a menos de 10 km/h, velocidad suficiente para alejar a mis compañeros de ruta. El resto de la subida la realizaré en solitario en busca de una cima que se encuentra a 1796 metros de altitud. Tenía muchas dudas con los desarrollos de mi bici de carretera. Un plato pequeño de 34 dientes y el piñón más grande de 28 me parecía demasiado escueto para afrontar con garantías los duros repechos que tiene La Morcuera. Sin embargo han sido suficientes para superar las rampas más duras que en algún tramo en concreto han llegado al 10%.
Al fondo Rascafría. |
Al fondo el embalse de Pinilla. |
Después la carretera se va adentrando en la montaña, ofreciéndome un paisaje espectacular del valle de Lozoya y el embalse de Pinilla. Son momentos en los que no piensas, simplemente te dejas llevar por los sentidos y admirar la naturaleza. Absorto en la grandeza de la montaña me olvido por completo de la dureza de la subida, acumulando kms sin demasiada fatiga ni dolor de rodillas, lo cual me sorprende.
Mi entretenimiento preferido cuando voy en plena subida es siempre ir trasteando con el gamin para ver los distintos parámetros, en especial el pulsómetro. Pero en esta ocasión el "aparatito" me ha jugado una mala pasada. Miraba y: 140 pulsaciones. Bien, pensaba, estoy subiendo muy fresco, de repente vuelvo a mirar y estoy a 100 pulsaciones, me empiezo a mosquear. Luego miro y estoy a 239, ¡y no estoy muerto! pienso. En fin, que me ha tenido entretenido durante un buen rato. Lo mejor dejar de mirarlo y pensar que se había vuelto loco. Lo cierto es que para mi es un instrumento muy importante, una referencia que uso siempre para medir mis esfuerzos.
Puerto de la Morcuera |
Aprovechando la lejanía de dos rectas consecutivas miro hacía atrás para situar mi posición con respecto a mis compañeros de ruta, pero con sorpresa no observo rastro de ellos. Esta claro que mi ritmo es bueno y voy sacando bastante ventaja. Lo cierto es que con la flaca los kms cunden más y el temido cansancio aparece mucho más tarde. En esta subida mi velocidad media ha sido de 13,5 km/h, lo cual considero muy aceptable.
Manzana y Pequeño llegando a la Morcuera. |
La parte final de la subida carece de dureza, lo cual aprovecho para tomar un respiro y relajar el ritmo. Dentro del último km dejo atrás la fuente del Cossio y el refugio de la Morcuera. Después de 59 minutos de dura ascensión conquisto mi octava Morcuera, la primera con la flaca. Su cumbre esta repleta de aficionados al ciclismo que al igual que yo se encuentran satisfechos de lograr el objetivo.
Esta primera subida a la Morcuera con la flaca me deja muy buenas sensaciones. Al bajarme de la bici no me encuentro muy castigado ni fatigado, más bien todo lo contrario con ganas de ver a mis colegas para continuar con la ruta. Ellos aparecieron 6 minutos después. Me sorprendí cuando vi a Manzana junto a Pequeño, había aguantado todo el puerto y eso que iba penalizado con una bici de MTB. En seguida iniciamos la bajada, hasta Miraflores de la sierra tenemos algo más de 9 kms de prolongado descenso que acometemos con precaución. Esta es una bajada que se puede hacer rapidísima, puesto que hay muy pocas curvas complicadas que negociar y si muchas rectas encadenadas. Facilmente pudimos superar los 70 km/h.
Bajar un puerto con la flaca es muy distinto que con una bici de MTB, no se le parece en nada. La postura sobre la bici te hace coger velocidades realmente altas, si tu quieres. Los frenos no tienen tanta eficacia y hay que accionarlos mucho antes si no queremos acabar en el barranquillo. Ir sobre esas finas ruedas te hace temer lo peor al inclinarnos en cada giro. Supongo que necesito más práctica para sentirme más seguro en los descensos, de momento el miedo me puede.
Bajar un puerto con la flaca es muy distinto que con una bici de MTB, no se le parece en nada. La postura sobre la bici te hace coger velocidades realmente altas, si tu quieres. Los frenos no tienen tanta eficacia y hay que accionarlos mucho antes si no queremos acabar en el barranquillo. Ir sobre esas finas ruedas te hace temer lo peor al inclinarnos en cada giro. Supongo que necesito más práctica para sentirme más seguro en los descensos, de momento el miedo me puede.
Antes de alcanzar Miraflores de la Sierra repostamos agua en una fuente cercana, estamos a mitad de ruta y aún nos queda mucho por recorrer. La ascensión al puerto de Canencia comienza en el centro del pueblo. Un cartel nos indica la dirección a seguir, cogemos la M-629 una carretera bien asfaltada, aunque algo estrecha sin señalización horizontal que comunica la Sierra de la Morcuera con el valle de Lozoya. Los primeros 300 metros de subida son un rampón al 13% de desnivel. Los tres nos lanzamos sin complejos para superar el duro envite. Yo que había comenzado a cola en seguida les adelanto. Me encuentro con buenas piernas y decido apretar fuerte. Necesito probar mis fuerzas, intentando dar lo mejor de mi mismo.
Puerto de Canencia: cortesia de http://www.altimetrias.com/ |
La historia se repite, de nuevo me veo afrontando mi segundo puerto del día en solitario. Los dos primeros kms la carretera va ganando altura atravesando una zona residencial donde unos chalets me dan sana envidia. A la salida del pueblo la pendiente desaparece, a partir de aquí tendré dos kms y medio de terreno prácticamente llano, que podría aprovechar para incrementar el ritmo, sin embargo pienso que lo más acertado es hacer todo lo contrario, relajarme y dejarme llevar antes de hacer frente a los últimos 3,5 kms de subida, los realmente duros. Intento no mirar atrás, pero la curiosidad me pica. Supongo que mis colegas estarán muy cerca, pero al girar la cabeza "nothing" de "nothing".
Puerto de Canencia |
La subida al puerto de Canencia es una ascensión que conozco bien, con esta es la tercera ocasión que asciendo este puerto catalogado de primera categoría, por supuesto, mi primera vez con flaca. La única fuente que nos encontraremos durante la subida esta situada en el margen derecho de la carretera junto a una pequeña área cubierta de pinos. En algunos medios de comunicación se publicó hace tiempo que la fuente del Brezal tenía efectos beneficiosos para la salud.
Los últimos 3 kms de subida se me hacen realmente duros, la vegetación y los árboles en algunos tramos desaparecen favoreciendo la entrada de un fuerte viento de cara, además el sol comienza apretar dificultando mi respiración. La pendiente media de estos kms finales según la altimetría realizada por (www.altimetrias.com ) esta cercana al 8% de desnivel medio, sin embargo mi garmin me dice que la mayoría de los repechos que voy superando están casi siempre entre el 9%-10% y en ocasiones contadas por encima. Mi garmín no suele mentir. Mi pedalear ya no es tan cómodo como en La Morcuera, ahora tengo que ir jugando constantemente con las dos coronas de mayor tamaño, casi siempre utilizando el piñón más grande, el de 28 dientes. En más de una ocasión he echado en falta tener un piñón con más dientes para no ir tan atrancando.
En el área recreativa del Puerto de Canencia |
Con el maillot abierto para paliar en parte el sofocante calor y bebiendo constantemente llego al último km donde tengo que negociar la única curva de herradura que me encuentro durante toda la subida, después una larga recta me lleva hasta un giro a la derecha para encontrarme de cara con el cártel de "puerto de Canencia". Este es uno de los pasos más bajos de toda la sierra con tan solo 1524 metros de altura, aunque cuesta llegar hasta ellos. Tardé en completar la ascensión 37 minutos, a un ritmo de 13 km/h, una media peor que en la anterior subida y eso que este puerto es más corto y con casi 3 kms de terreno llano, eso lo dice todo.
Manzana y Pequeño |
La sorpresa la dio Manzana que apareció tan solo 3 minutos más tarde, aventajando en varios segundos a Pequeño y eso que como bien sabemos iba con una bici menos apta para este recorrido. Seguro que con una flaca hubiera estado a mi nivel o quizás por delante. Desde aquí seguimos animándole a que pruebe el "lado oscuro", convencidos de que le encantará. Pequeño terminó la subida satisfecho pero también algo contrariado por no haber podido seguir el ritmo.
En la cima se encuentra el área recreativa del puerto de Canencia. Esta es una zona muy frecuentada los fines de semana y festivos por excursionistas puesto que desde la aquí parten varias rutas ideales para senderistas y montañeros. Pero el principal reclamo de este lugar es el gran valor paisajístico y medioambiental que nunca nos deja indiferentes. La gran masa forestal de pinos y abedules que pueblan la cumbre del puerto nos hacen sentirnos formar parte de la propia naturaleza.
En la cima se encuentra el área recreativa del puerto de Canencia. Esta es una zona muy frecuentada los fines de semana y festivos por excursionistas puesto que desde la aquí parten varias rutas ideales para senderistas y montañeros. Pero el principal reclamo de este lugar es el gran valor paisajístico y medioambiental que nunca nos deja indiferentes. La gran masa forestal de pinos y abedules que pueblan la cumbre del puerto nos hacen sentirnos formar parte de la propia naturaleza.
Allí fuimos testigos de una anécdota que nos dio que pensar. Mientras descansábamos arrecostados encima de unas confortables piedras vimos la llegada de un ciclista a la cima, este paro junto a un lujoso BMW serie1 del cual salieron dos chicas. Una de ellas, la más agraciada, se dirigió hacia él y mientras le colocaba cariñosamente un chaleco, le decía: "eres el mejor" para después plantarle un buen beso de enamorados. Eso es una mujer y no las nuestras que siempre despotrican cuando los fines de semana nos vamos con la bicicleta. Esta claro que no entienden la pasión que tenemos por la bicicleta y nuestras ansias de superación.
El descenso del puerto de Canencia es más revirado que el anterior, con más curvas y menos inclinación, lo que me permite lanzarme con más confianza. Esta vez he bajado con mucha más seguridad, perdiendo el miedo, que no el respeto, cada vez que tenía que inclinar la bicicleta en los giros. La bajada del puerto considero que finaliza en el pueblo de Canencia, puesto que a partir de este lugar y hasta llegar al cruce con la M-607 la pendiente aunque existe es prácticamente nula.
El descenso del puerto de Canencia es más revirado que el anterior, con más curvas y menos inclinación, lo que me permite lanzarme con más confianza. Esta vez he bajado con mucha más seguridad, perdiendo el miedo, que no el respeto, cada vez que tenía que inclinar la bicicleta en los giros. La bajada del puerto considero que finaliza en el pueblo de Canencia, puesto que a partir de este lugar y hasta llegar al cruce con la M-607 la pendiente aunque existe es prácticamente nula.
Al cruzar el pueblo me quedo algo rezagado, un coche se interpone en mi camino lo que hace que pierda contacto con mis compañeros los cuales al mismo tiempo tienen la suerte de coger la cola de un grupeto de ciclistas que pasaban por allí. El tramo entre Canencia y el cruce con la carretera que nos retorna a Lozoya se convierte en una persecución de infarto. Por un lado Manzana y Pequeño dándolo todo para mantener el tipo a cola del grupeto y a unos 250 metros por detrás de ellos me encuentro en una situación crítica. Sufriendo contra el viento, pero manteniendo una velocidad que ronda los 40 km/h gracias a la pequeña inclinación de la carretera y la potencia descomunal que intento imprimir. Pero aún así se me hace imposible dar caza.
Además para más inri, en el cruce me tengo que detener en un ceda al paso porque en la carretera principal venían coches. Al reanudar, toda la rabia que llevaba dentro la convierto en fuerza. Antes de llegar a Lozoya consigo alcanzar a mis compañeros y rápidamente soltarles. Pese al desgaste de subir dos puertos, me encuentro aún con muchas energías que empleo en apretar mientras ataco unos pequeños repechos con la intención de alejar a Manzana y Pequeño. En seguida lograré distanciarlos.
Llegué a Lozoya pletórico, dando por finaliza la ruta de esta forma, después de haber realizado 63 kms, en 3 horas (tiempo encima de la bici) a una media de 21 km/h. Terminé con tan buenas sensaciones que me dieron ganas de comenzar la subida a Navafría, que se iniciaba justo donde teníamos estacionado el coche. Luego pensé que esta podría ser una estupenda opción para hacer más adelante una triple corona en flaca. Poco después aparecieron Manzana y Pequeño como integrantes de un grupeto.
Llegué a Lozoya pletórico, dando por finaliza la ruta de esta forma, después de haber realizado 63 kms, en 3 horas (tiempo encima de la bici) a una media de 21 km/h. Terminé con tan buenas sensaciones que me dieron ganas de comenzar la subida a Navafría, que se iniciaba justo donde teníamos estacionado el coche. Luego pensé que esta podría ser una estupenda opción para hacer más adelante una triple corona en flaca. Poco después aparecieron Manzana y Pequeño como integrantes de un grupeto.
Este primer test con la bicicleta de carretera por la sierra me deja unas impresiones excelentes. Mi buen estado de forma física queda reflejado en los datos. En subir la Morcuera tarde casi media hora menos y en ascender Canencia otros 19 minutos mejor que el año pasado en la ruta de la triple corona, si bien es cierto que en aquella ocasión iba con bici de MTB. Las fuerzas me han respondido a la demanda del esfuerzo y de nuevo vuelvo a disfrutar de una actividad tan sana y saludable como el ciclismo, el año pasado terminé la temporada penando. Mención especial merece Manzana que estuvo en todo momento a nuestra altura o incluso a veces por delante. Pequeño supo administrar su sufrimiento y terminó al final bastante entero. Ya estoy deseando volver a la sierra para subir más puertos con mi flaca, esta si que me da alegrías....
Aunque ajeno a la temática de este blog, no quería dejar pasar por alto el echo histórico que sucedió ese mismo día que realicé la ruta por la noche. LA SELECCIÓN ESPAÑOLA DE FUTBOL CAMPEONA DE EUROPA.
Desde aquí felicitar a todos los integrantes del equipo, que han dado una alegría inmensa a un país, en un momento social y político realmente difícil. Se ha demostrado que el fútbol no es solo un deporte, sino mucho más, un fenómeno social capaz de hacernos olvidar las penas y las desgracias cotidianas. Ha sacado el orgullo español de muchos patriotas decorando balcones con la bandera nacional, antaño defenestrada por los fantasmas del pasado. La clase política debería fijarse en el ejemplo que han dado estos chicos y no mirarse todo el rato en su ombligo. Los niños de hoy en día ya no quieren ser ni Raúl ni Villa sino Iniesta, esto da muestra de lo que esta cambiando el tiempo. Destacar a un jugador sería injusto porque todos han estado de 10. El único equipo de la historia que ha sido capaz de ganar tres campeonatos consecutivos, algo histórico. Sería muy injusto que el balón de oro fuera a parar a manos de Messi o Cristiano, creo que después de la Triple Corona es evidente que un jugador español debería ser el elegido. Pero también quisiera hacer una leve critica al juego de la selección en los partidos anteriores a la final. A veces pecando demasiado de centro campismo, con demasiados jugadores en una pequeña parcela del terreno de juego, con mucho toque estéril en este terreno del campo sin llegar a profundizar. En ocasiones rozando el aburrimiento, como en el partido de Francia- España, con un solo disparo a portería metimos dos goles. Mi opinión es que si España hubiera jugado con delanteros, tanto extremos como un puro nueve, no hubiéramos ganado, simplemente hubiéramos humillado a todas las selecciones, se notaba que España jugaba un puntito por dejado de sus posibilidades, como si no quisiera forzar el ritmo. Solo en la final mostraron un juego lleno de magia y alegría. El que siempre ha realizado España, el que nos gusta a todos.
Desde aquí felicitar a todos los integrantes del equipo, que han dado una alegría inmensa a un país, en un momento social y político realmente difícil. Se ha demostrado que el fútbol no es solo un deporte, sino mucho más, un fenómeno social capaz de hacernos olvidar las penas y las desgracias cotidianas. Ha sacado el orgullo español de muchos patriotas decorando balcones con la bandera nacional, antaño defenestrada por los fantasmas del pasado. La clase política debería fijarse en el ejemplo que han dado estos chicos y no mirarse todo el rato en su ombligo. Los niños de hoy en día ya no quieren ser ni Raúl ni Villa sino Iniesta, esto da muestra de lo que esta cambiando el tiempo. Destacar a un jugador sería injusto porque todos han estado de 10. El único equipo de la historia que ha sido capaz de ganar tres campeonatos consecutivos, algo histórico. Sería muy injusto que el balón de oro fuera a parar a manos de Messi o Cristiano, creo que después de la Triple Corona es evidente que un jugador español debería ser el elegido. Pero también quisiera hacer una leve critica al juego de la selección en los partidos anteriores a la final. A veces pecando demasiado de centro campismo, con demasiados jugadores en una pequeña parcela del terreno de juego, con mucho toque estéril en este terreno del campo sin llegar a profundizar. En ocasiones rozando el aburrimiento, como en el partido de Francia- España, con un solo disparo a portería metimos dos goles. Mi opinión es que si España hubiera jugado con delanteros, tanto extremos como un puro nueve, no hubiéramos ganado, simplemente hubiéramos humillado a todas las selecciones, se notaba que España jugaba un puntito por dejado de sus posibilidades, como si no quisiera forzar el ritmo. Solo en la final mostraron un juego lleno de magia y alegría. El que siempre ha realizado España, el que nos gusta a todos.
Cuando subí el puerto de Canencia la primera vez hace ya varios años, pensé que sería un puerto perfecto para hacerlo con bici de carretera.
ResponderEliminarMe gusta para verano porque es muy fresquito, casi siempre entre árboles. Pero mis gustos se han ido inclinando cada vez más hacia las piedras en vez de hacia el asfalto, jeje.
Hola David, ya comenté que la flaca engancha (no es una frase exclusiva mía, por supuesto, yo también la he escuchado en multitud de ocasiones), y pienso que es totalmente cierto. Aunque me gusta más la bici de montaña disfruto a tope con la bici de carretera, que además me parece un complemento perfecto para mantener y mejorar la forma y disfrutar luego más con la de campo.
ResponderEliminarEn cuanto a la ruta que has realizado, aunque no la conozco en vivo, sé que es un trayecto clásico, y conocida y pregonada su dureza.
A tí te veo cada vez más competitivo, perfecto eso es que tienes buenas sensaciones y muchas ganas.
Un saludo desde la llanura.
En esta ruta hemos descubierto Manzana y yo al Zarza 2.0 (dícese de compañero biciclista que inicia contigo la ruta y no le vuelves a ver hasta el final). Hay grandes diferencias entre las bicis MTB y las bicis de carretera. En esta ruta he podido comprobar como los desarrollos se quedan cortos cuando la carretera sube por encima del 10 %, debiendo imprimir a los pedales una fuerza excesiva que te quema los cuadriceps. Por lo demás, la fatiga llega más tarde, las velocidades son superiores, y en estado de cansanción penoso se pueden mantener velocidades superiores a 20 km/h en llano sin problemas.
ResponderEliminarOtra de mis rutas preferidas y muy bien redactada la pena fue que si vamos en grupo y al km 1 de subida te pones a tirar como un loco y no te volvemos a ver para eso no quedes con nosotros ya sabes que voy con una gorda y es muy dificil seguiros, menos mal que pequeño y yo lo pasamos genial toda la ruta a si como el pique que tuvimos en la bajada de Canencia con dos ciclistas fue lo mejor de toda la ruta esa persecución de más de 20 km a casi 40 km/h fue fantástica. Al final me vais a hacer comprarme una flaca.
ResponderEliminarMANZANA.
Sólo decir que Canencia, tanto por la vertiende de Miraflores como por la del pueblo de Canencia, es un puerto de segunda categoría. La vertiente de Canencia es más dura que la de Miraflores (bajo mi punto de vista, dado que todo el rato es subida, y desde Miraflores son sólo 3,5km), y cuando la subieron este verano en la Vuelta a España, estaba catalogado de segunda.
ResponderEliminarEs una ruta que yo he realizado muchas veces partiendo de Miraflores, en el mismo sentido que la habéis realizado vosotros. Dejar Morcuera para el final por la vertiente de Rascafría (que es más larga) es matador jeje.