Monte Batres. |
A propuesta de Paco y Marcos, hemos realizado esta ruta por el Monte Batres y los alrededores de Moraleja de Enmedio. Una zona que se ha mostrado ideal para la práctica de este deporte y que alguno de nosotros desconocíamos. Agradecerles su agradable compañía durante gran parte de la ruta, el diseño de la misma y por supuesto el guiarnos de manera tan eficaz por esta zona del sur de Madrid.
Hoy nos hemos pegado un buen madrugón. A eso de las 8,20 ya estábamos en marcha. Antes de que los pajarillos se despertaran ya dabamos pedales. A estas horas de la mañana hacía un calor importante, imaginar como se las gastaría el colega Lorenzo en las horas centrales del día. Ha sido un elemento determinante que ha mermado las fuerzas de alguno de nosotros. Esta claro que el verano ya esta aquí, habrá que ir pensando en hacer rutas por la sierra, donde las temperaturas se dejan notar menos.
La idea original era haber cogido el coche e iniciar la ruta desde Loranca. Aunque después pensamos y con acierto que la ruta se nos quedaría algo corta. Y además en este caso era evidente que no merecía la pena gastar gasolina. Salimos de El Bercial rumbo a Loranca donde habíamos quedado con Paco y Marcos. Hoy solo Pequeño y Javi, que estrenaba montura me acompañan. Apenas hemos tardado 40 minutos en llegar al parking del centro comercial. Hemos echo una contra reloj para estar en hora en el lugar de la quedada.
Desde Loranca cogemos el camino de los leñadores que nos conduce en continuo descenso hasta la finca Los Combos, me llama la atención lo seco que esta todo. Hace apenas dos meses pasamos por aquí y la estampa era otra muy distinta, un manto verde lo inundaba todo. Además observo que el camino ha cambiado. Con toda ha entrado maquinaria pesada para alisar ciertas zonas que antes se encontraban con grietas y roderas, facilitando de esta forma el acceso de los vehículos motorizados a sus propiedades.
En la finca Los Combos tomamos el cordel de Arroyomolinos. Una amplia vía pecuaria nos lleva serpenteando el cauce del río mientras nos adentramos en un frondoso bosque que nos ira por momentos protegiendo del sofocante calor. Este tramo de la ruta es un agradable paseo que finaliza a las afueras de Arroyomolinos, cerca de dos construcciones declaradas conjunto historico: la presa y el molino doble.
En este punto abandonamos la vía principal para adentrarnos por unos minúsculos senderos que nos harán disfrutar de lo lindo. Se trata de un tramo de apenas un km de longitud, lo suficiente para dejarnos muy buen sabor de boca. Diversos toboganes con giros peraltados y alguna zona técnica nos hacen vibrar. Este camino desemboca en un merendero donde Paco nos propone una alternativa.
La iniciativa de Paco me desanima por completo. Él nos señala una reguera con dirección al cielo, "el más difícil todavía". En esos momentos debí de ser el único sensato de los cinco porque al resto les pareció una buena opción. Finalmente todos recobraron la cordura desechando esa disyuntiva. Hasta llegar aquí habíamos seguido un trazado conocido, que ya habíamos realizado antes en otras rutas que habíamos echo por la zona. Por ejemplo en la ruta de: Getafe- Arroyomolinos- Villaviciosa- Leganés que no hace mucho que hicimos.
A partir de este momento dejamos la ruta en manos de los hermanos Granados, que nos harán de guias por esta zona. Unos metros después tenemos que vadear el río guadarrama, fue un momento gracioso que algunos superaron encima de la burra, yo preferí mojarme los pies. Luego un largo puente nos eleva por encima de la autopista de peaje transportándonos al otro lado. A continuación cogemos un tortuoso camino repleto de bancos de arena que en suave ascenso nos acerca hasta la urbanización de Cotorredondo. Fueron solo un par de kms pero se empezó a ver quién iba a pasarlo mal.
En seguida entramos en el Monte Batres. Nuestro objetivo es recorrer sus caminos para exprimir los senderos tanto de subida como de bajada. El comienzo es impresionante, con un descenso de casi dos kms por un sendero muy estrecho que se hace algo técnico por lo agrietado del terreno. Una mala selección de la trazada te puede hacer meter la rueda en una rodera y caer al suelo. Por suerte todos mantuvimos el tipo y disfrutamos como niños chicos.
Después el trazado dibuja un recorrido rompe piernas con continuos toboganes, donde se hace necesario coger mucha velocidad en la bajada para no quedarse colgado en el punto más alto. El camino se estrecha tanto que en ocasiones es difícil seguir por él, este se transforma en un hilillo más estrecho que el ancho de la cubierta. Unos metros más adelante la diversión termina. Nos volvemos a reagrupar para comenzar la subida.
Es una ascensión principalmente de potencia, de ejercer mucha fuerza. De meter el platillo y ir demostrando cuanta energía tenemos aun en el deposito. Además en algunos puntos concretos tenemos que tener cuidado y saber elegir bien nuestra trayectoria, un descuido y podemos meter la rueda en una grieta. A mí que me gusta trepar, he gozado mucho más en esta parte que en la anterior donde en ocasiones la adrenalina me salia por las orejas. Esta ascensión termina después de casi dos kms de dura y técnica subida en un cruce de caminos. Paco y Marcos se han mostrado fuertes mientras que Pequeño y yo hemos estado más discretos.
Por contra Javi a llegado a este punto exhausto y fatigado, realmente lo ha pasado mal. Le hemos tenido que dar una pastilla de glucosa para que se reanimará un poco y aún así su rostro era todo un poema. Llevamos casi 35 kms de ruta y el agua escasea en nuestro bidones. Lógicamente el siguiente movimiento pasa por ir en busca del elemento líquido. Decidimos continuar por el Monte Batres, para bajar hasta la carretera donde muy cerca se encuentra una gasolinera donde reponer.
Hasta llegar a la carretera aún tenemos un par de kms de suave descenso por una pista en muy buenas condiciones, nada que se le parezca a los senderos por donde antes habíamos transitado. Marcos me apunta que este trayecto en realidad es la típica subida que hacen la mayoría de los bikers por el Monte Batres. Por esta zona nos cruzamos con varios ciclistas disfrutando al igual que nosotros de un estupendo y soleado día de MTB.
Marcos y Paco |
Pequeño en el Monte Batres |
Tras reponer agua en la gasolinera abandonamos definitivamente, el Monte Batres, primero cogemos un pequeño ramal que discurre paralelo a la M-404, la carretera que une Navalcarnero y Griñón, para después girar bruscamente a la izquierda e iniciar un duro ascenso de casi tres kms por el camino de carbonaras, este que finaliza en el cementerio antiguo. A partir de aquí el sol se convierte en el principal protagonista y de como nos afecte a cada uno dependerá el final de la ruta.
Siempre me he considerado más ciclista que biker, aunque en realidad no se cuál es la diferencia entre ambos términos. Para algunos la palabra "biker" describe a un aficionado a la bicicleta de montaña y otros consideran "ciclista" al personaje que va encima de una bici de carretera. Lo que si tengo claro son mis preferencias y gustos cuando me monto en la bici. A mi me gusta subir puertos largos y hacer rutas tipo marathon. Aunque si tengo que meterme por lugares enrevesados, bajar trialeras intrincadas o pasos técnicos también intento disfrutar de ellos, en la medida que mi miedo me lo permite, por supuesto, porque considero que también forman parte del MTB. He de reconocer que en el monte Batres me lo he pasado muy bien recorriendo un trazado complicado pero divertido, donde he tenido que aplicar toda mi destreza y habilidad. En el futuro espero desenvolverme con más pericia y maña en este tipo de terrenos aunque tengo claro que no son los que más se adaptan a mis características.
Sobre las 12,00h llegamos a Moraleja de Enmedio, en el parque de la entrada hacemos una pequeña parada para reagruparrnos, ya que hasta aquí cada uno había ido a su ritmo, y de paso rellenar los bidones. El agua y las fuerzas empiezan a escasear y el sol no da tregua. Es medio día y en el termómetro de la plaza del pueblo marca ya los 30º. Yo que soy un tío de invierno, que disfruto cuando la brisa me da en la cara, que duermo con dos mantas, que me encanta los días nublados y de lluvia, hoy especialmente estaba sufriendo más de lo normal con el calor. Además la noche anterior apenas había dormido tres horas y con la acumulación de cuatro cubatas en el cuerpo me sentía ahogado, cansado y sin energías. Además durante toda la ruta volví a tener dolores en mi maltrecha rodilla, no es excusa pero desde luego no era mi mejor día, tampoco el de Javi que se le hizo bastante larga la ruta.
El tramo entre Moraleja de Enmedio y Loranca lo hacemos utilizando el cordel del camino de la Huerta de la Mesa, este también ha sido ensanchando y allanado por maquinaria agrícola, lo que nos permite ir muy veloces y alcanzar en muy poco tiempo la población de Fuenlabrada. Desde aquí cogemos el carril bici que nos irá llevando por el centro, franqueando algún cruce peligroso y teniendo cuidado de no llevarnos por delante a ningún peatón que inconscientemente paseaba por una zona exclusiva para ciclistas. ¡carril bici solo para ciclistas, please!. Cerca del hospital nos despedimos de Paco y Marcos que retornan a Loranca sin embargo a nosotros aun nos quedaba un buen trecho. A la altura de la vía férrea abandonamos el asfalto rojo para circular durante unos metros por un caminito de tierra que discurre paralelo a las vías del tren. Unos metros más adelante este camino finaliza en el parking de la estación de la Serna.
Desde aquí accedemos al parque de Bosque Sur donde cogemos la senda alta de Pelayo. Esta zona se ha echo famosa porque se han encontrado hallazgos de un brote de leishmaniasis, una enfermedad parasitaria que se transmite por la picadura de un insecto. En los últimos meses se han detectado centenares de casos, lo que podría ser el principio de una epidemia. La verdad es que encontramos muy solitario el parque sin nadie paseando. Para futuras rutas intentaremos evitar el paso por aquí.
En seguida dejamos Bosque Sur para adentrarnos en la población de Leganés. El resto de la ruta es un agradable paseo utilizando los carriles bici de los barrios de Arroyo Culebro y la vereda de los Estudiantes siempre en sentido descendente, hasta alcanzar a las 13,15 El bercial, dando por finalizada la ruta después de 70 kms realizados en 3h 57m (tiempo encima de la bici) a una media de casi 18 km/h. Los senderos del Monte Batres son un escenario ideal para que los bikers más aguerridos y atrevidos demuestren sus habilidades. Un lugar donde volveremos para gozar de MTB en estado puro.
PERFIL:
TRACK DE LA RUTA:
Tiene toda la pinta de ser un trazado divertido. Mucho calor el que se ha de soportar ya, todo está muy seco y polvoriento.
ResponderEliminarEspero que mejores de tus molestias en la rodilla.
Saludos desde la llanura.
La ruta estuvo muy bien, pero mejor hacerla en primavera u otoño, porque nos hizo un calor excesivo. En la próxima les llevaremos a la sierra, para que caten nuestro terreno.
ResponderEliminarCelebro que os haya gustado la ruta, aunque es cierto que en la época invernal es más atractiva por la temperatura pero también bastante más dura por el estado del terreno. Pequeño eres un poquito cabroncete, llevarme a tu terreno uy,uyuy no se como tomármelo jajaj, tranqui que iremos y espero que sea pronto. Espero que hayáis disfrutado de los caminos que ofrece la zona sur, desconocida por algunos, y que ofrece multitud de posibilidades para los más atrevidos.
ResponderEliminarRecuperate de tus molestias y hasta pronto.
Hola, aunque reconozco que la ruta se me hizo un poco dura, por el calor y por que aun me estoy haciendo a este tipo de rutas, disfrute como un enano sobre todo en esas bajadas trepidantes. Solo me falta coger un poco de forma y hacerme a la nueva Bici. Pero me apunto a la proxima. Solo os pido una paradita sobre las 11:00 para almorzar y aguanto lo que querais.
ResponderEliminarBuena narración, la proxima vez que vengais por esta zona tendremos que subir por la el camino alternativo de unos 6 Km antes de cruzar el rio. Ese camino si que es bueno para calentar las piernas. x-D
ResponderEliminarCuidaros y a recuperarse de la rodilla
Paco Granado