Otra forma de subir hasta el puerto de la Morcuera, es a través de la Majada del Cojo. Quizás, la manera más brutal de ascender este coloso de la sierra madrileña. Además de esta bonita y dura subida la ruta tiene los alicientes de pasar por el puerto de Canencia, un largo paseo utilizando el "camino natural", y unas espectaculares vistas a la sierra de Guadarrama y al valle de lozoya.
Refugio de la Majada del Cojo. |
La Majada del Cojo era otra de mis asignaturas pendientes desde hace mucho tiempo.Como los malos estudiantes, siempre lo había estado postergando, en busca del momento adecuado para encarar esta subida. Aunque por unos u otros motivos nunca encontraba la oportunidad para realizarla. Hoy por fin, acompañado de Pequeño, Manzana y Paco he podido superar de manera notable este difícil examen.
Poco antes de las diez de la mañana comenzamos nuestra andadura. Había decido iniciar la ruta desde Lozoya, una bonita localidad situada a los pies de los montes Carpetanos, junto a la orilla del embalse de Pinilla. Un pueblo rodeado de montañas y de agua que hace las delicias de senderistas y viajeros. Situada en pleno valle del alto Lozoya, su verdadero motor es el río Lozoya, del cual coge su nombre. Siempre me ha parecido un lugar perfecto como punto de inicio y final de rutas. Por su fácil acceso desde Madrid, a pocos kms de la A-1. Cuenta con un parking de estacionamiento, numerosos bares y restaurantes, varias fuentes, además de encontrarse a mitad de camino de algunos de los principales puertos de la sierra de Madrid. Un pueblo tranquilo que bien merece visitar de manera más detenida.
Abandonamos Lozoya para coger el "camino natural del valle de Lozoya". Se trata de un camino que recorre todo el valle de Lozoya, desde el pueblo de El Cuadrón hasta el Puente del Perdón en Rascafría. Es un trazado que suelo utilizar en mis rutas para enlazar con otros caminos y recorridos. La característica principal esta en su firme, compuesto por zahorra compactada, de un color azulado, que contrasta de forma negativa con la naturaleza del entorno.
El rio Lozoya y al fondo Peñalara. |
En seguida alcanzamos la localidad de Alameda del Valle. Junto a su imponente iglesia encontramos un cartel indicándonos la dirección a seguir. Abandonamos el "camino natural" para coger una pista de tierra en perfecto estado. Antes hemos tenido que salvar el rio Lozoya atravesando un puente y después descabalgar para superar una cancela. La subida hasta el refugio de la Majada del Cojo se puede realizar por dos caminos distintos. Para nuestro debut, decidimos hacerlo por el Pr-28, un camino que durante los primeros kms comparte recorrido con los que deseen acceder a la Ermita de Santa Ana. La otra forma de ascender a la Majada del Cojo es por el Pr-12, aunque esta opción es más recomendable realizarla en sentido descendente.
Hasta el Refugio de la Majada del Cojo tenemos casi 8 kms de ascensión. Los primeros 4 son bastante llevaderos. Una recta interminable nos conduce hasta el centro de una gran masa boscosa, donde unos pinos silvestres y abedules nos darán sombra durante la parte más dura. Antes de iniciar el tramo más complicado nos encontramos con bastante ganado suelto. Vacas y toros que nos miran incrédulos. Pronto afrontaremos la parte más "brava" de la subida.
Los últimos cuatro kms de subida son brutales. El camino va ganando altura mediante una sucesión de zetas, donde nos encontramos las pendientes más duras. Ninguna baja del 10%. En apenas cuatro kms tenemos que salvar un desnivel de 400 metros, mientras que en los cuatro kms anteriores tan solo habíamos subido 150 metros de altura. Nada más comenzar la parte difícil Manzana se queda bloqueado. Hasta entonces había llevado el peso de la subida pero el aumento de desnivel había podido con él. Al mismo tiempo Paco sufre un problema con el cambio y tiene que parar. Mientras que Pequeño baja el ritmo considerablemente y yo sin quererlo ni beberlo me quedo solo por delante, sin referencias de mis amigos.
Subida a la Majada del Cojo. |
La parte final de la subida la tengo que sufrir en solitario. En cada giro que encaro miro hacia atrás, pero ni rastro de mis compañeros. Aunque la pista se encuentra en buenas condiciones, en algunas revueltas me encuentro piedras sueltas que me dificultan el pedalear. La rueda trasera a veces patina, haciendo imposible ponerse de pie. Intento apretar fuerte el manillar y hacer fuerza hacia delante para no perder el equilibrio. Lo mejor en estos casos, es trazar los giros rectos hasta el final de la curva para después continuar. Después de 55 minutos alcanzo el Refugio de la Majada del Cojo. Cuatro minuto más tarde apareció Pequeño. Para encontrarnos con Paco tuvimos que esperar un poco más. Manzana sufrió un calvario que seguramente no olvidará, poco acostumbrado a este tipo de subidas, este tramo final se le hizo eterno tuviendo que poner pie a tierra en más de una ocasión. Llegó a más de 20 minutos, pero eso es lo de menos.
Pequeño, Paco y yo en el refugio. |
Al fondo El Paular, El reventon, Rascafría. |
Este refugio perteneciente a la Comunidad de Madrid abre sus puertas en temporada de invierno para todos aquellos montañeros que se aventuren por esta cara de la ladera de los Altos de Hontanar. Hoy nos lo encontramos cerrado. Esta zona es de mucha vegetación, sin embargo cuando los pinares se abren nos obsequian con unas espectaculares panorámicas al valle de lozoya. Desde un pequeño mirador junto al refugio podemos observar con claridad el alto del Reventon, Peñalara, El Paular, Rascafria, Malagosto. Toda la otra vertiente, perteneciente a la Sierra de Guadarrama. En este sitio nos cruzamos con otros bikers, algunos en sentido contrario, otros como nosotros sufriendo las duras rampas de esta preciosa subida.
Pero nuestro objetivo no era solo subir hasta este refugio juvenil. Aun nos quedaban por delante 6 kms hasta alcanzar la cima del puerto de la Morcuera. Tras un descanso obligado para reponer fuerzas. Reanudamos la marcha siguiendo los pasos del camino propuesto. El siguiente km es el que tiene los porcentajes más duros, algunos rozando el 14% de desnivel, aunque después del descanso no se hacen notar tanto. Superado este escollo, luego tendremos un par de kms practicamente llanos, circulando por la cresta de la montaña. Más adelante salvaremos un paso canadiense antes de alcanzar la zona conocida como el Boqueron.
Esta zona es muy transitada, no solo por ciclistas, sino por senderistas y montañeros. Desde aquí se puede entroncar con otros itinerarios. Un cruce de caminos que ya conocemos de otras rutas. Nosotros cogemos el camino de la derecha, en principio en prolongado descenso, para después continuar con un pequeño repecho que nos lleva a la carretera. Antes de incorporarnos a ella tenemos que sortear una cancela, colocada estrategicamente para que el ganado no se desmadre.
Mi quinta Morcuera conquistada. |
El último tramo de subida tenemos que hacerlo por la M-611, la carretera que une Miraflores de la Sierra con Rascafría. Este kilometro final, por asfalto, carece de dureza y se convierte en un autentico deleite para los sentidos. Es difícil pasar por este sitio y no encontrar belleza. Desde la cima en un día soleado y sin nubes, podemos ver con claridad, las cumbres más altas de la zona, el pico Najarra y Cabeza de Hierro los dos con más de 2000 metros. Un lugar ideal para dejar de lado los problemas cotidianos, respirar aire puro y sentirse un privilegiado por estar allí.
Mención especial merece Manzana, que por fin consiguió su ansiada foto con el cartel de la Mancomunidad del valle de Lozoya y con el del puerto de la Morcuera, aunque esta última foto tuvo su miga, porque una vaca se nos puso melosa y tuvimos que abortar el intento unas cuantas veces. Alegre como unas castañuelas, con su maillot de Perico Delgado, época Reynolds. Seguro que a partir de ahora se atreve con mayores empresas. Tampoco lo tuvo nada fácil Paco, que en la ruta del puerto de la Quesera, se descubrió como un magnifico escalador, sin embargo en esta ocasión no pudo demostrar todo su poderío al encontrarse mermado de fuerzas debido a un proceso gripal. Pequeño tuvo momentos brillantes, rodando a buen nivel. En lo personal me quedo con la satisfacción de conquistar mi quinta Morcuera. Esta vez por la variante de la Majada del Cojo, quizás, la forma más brutal de acceder a este puerto. Aunque esta opinión es muy personal y muy discutible, por supuesto.
Tras las fotos de rigor, que atestiguan nuestra hazaña. Continuamos la ruta deshaciendo todos los kms que habíamos echo hasta la zona del Boqueron. En este punto nos encontramos con una encrucijada de caminos, de frente iríamos al Alto del Espartal, hacia la izquierda regresariamos a la Majada del Cojo. Nosotros cogemos el camino de la derecha señalizado en mi gps como GR-10, que ya no abandonaremos hasta llegar al área recreativa del puerto de Canencia.
El camino avanza entre densos pinares que en alguna ocasión se abren para que podamos observar las cumbres del puerto de Navafría e incluso las primeras crestas de la sierra de Ayllón. A la altura de la moderna construcción del centro de naturaleza de El Hornillo comenzamos un descenso que algunos les hará disfrutar y a otros nos pondrá en alerta al divisar el inmenso barranco que se abre a nuestra izquierda. Este agradable paseo por la cara norte de la sierra de la Morcuera finaliza tras sortear una cancela que da acceso al puerto de Canencia. En el área recreativa del puerto de Canencia hacemos una parada para rellenar los bidones en la fuente de la raja, y también arreglar un pinchazo en mi rueda trasera (últimamente estoy gafado, no hago otra cosa que pinchar). Tras un breve descanso seguimos nuestra ruta por la M-629 la carretera que nos llevará hasta el pueblo de Canencia.
En seguida nos tiramos en un vertiginoso descenso en busca de la población de Canencia. Son 9 kms por carretera, con un asfalto en perfecto estado y sin tráfico de vehículos motorizados. Por contra nos adelantan varios ciclistas con gran destreza. Destacar la soltura y la agilidad con la que manejan sus "flacas". Es de admirar. Recomiendo realizar el descenso de forma pausada, recreándose con el paisaje y el entorno natural, para mi, de lo mejorcito de toda la sierra madrileña.
En Canencia abandonamos la carretera para tomar "la ruta de los puentes medievales". Un recorrido que ya conozco de otras rutas por la zona. A partir de aquí nuestras bicis vuelven a discurrir por un camino de tierra. Siempre en continuo descenso en busca de los puentes medievales de: Puente Canto, Puente del Congosto y puente de Matafrailes. Unos kms después llegamos a un cruce de caminos. Un cartel nos indica que aun nos quedan 5 kms para llegar a Lozoya.
Este último tramo de la ruta me resulta de lo más "pestoso" como diría Perico Delgado. De nuevo volvemos a circular por el "camino natural", un trazado pensado e ideado para la práctica del cicloturismo, además de para muchos otros usos. Perfectamente balizado y señalizado como si fuera una autopista. Algo que realmente sorprende estando en un entorno tan abrupto. Hasta llegar a Lozoya nos encontraremos un trazado rompe piernas, con continuas subidas y bajadas que a mi me parten el ritmo. Además la multitud de chinarros y piedra suelta que componen el firme no ayuda para nada la tracción de las ruedas. Esto unido a la poca presión de inflado en mi rueda trasera (debido al inflado manual, tras el pinchazo) y también a mi falta de energías en la parte final de la ruta provocan que me vaya alejando de mis compañeros. Intento suplir todas estas desventajas con pundonor y orgullo consiguiendo casi al final de la ruta enlazar con ellos, aparentemente más enteros que yo.
Sin embargo la dureza del terreno no empaña la belleza de esta parte del recorrido, con unas vistas preciosas al embalse de Pinilla, a la población de Lozoya, al puerto de Navafría y al Pico de Peñalara, que preside desde lo más alto el estupendo enclave del valle de Lozoya. Un lugar idílico que no me canso de visitar, tanto para disfrutar con mis amigos con la bicicleta de montaña o para dar un paseo con la familia. Cualquier oportunidad es buena para venir a esta parte de la sierra madrileña.
La ruta finalizó casi a las dos de la tarde, llegando al punto de partida, cerrando así la ruta circular. Después de 54 kms realizados en 3h 22m (tiempo encima de la bici), a una media cercana a los 16 km/h. Llegamos a Lozoya cansados y exhaustos tras unos últimos kms dando lo mejor de cada uno de nosotros. Exprimiendo nuestras fuerzas hasta alcanzar el máximo rendimiento. Una ruta que me ha servido para descubrir una de las formas más dificiles de ascender el puerto de la Morcuera. El valle de Lozoya siempre es un lugar ideal para la práctica del MTB.
PERFIL:
Muy buena ruta.
ResponderEliminarSaludos y hasta la próxima.
Preciosa ruta ésta. Nosotros hicimos la bajada de la Majada del Cojo al contrario al igual que hasta canencia, la verdad es que en el sentido que la habeis hecho tiene que ser durisima, si ya para bajar tienes que poner todos los sentidos, para subir hay que echarle un par de güevos.
ResponderEliminarHola David,
ResponderEliminarAyer subimos la Majada del Cojo del tirón (después de llevar 35km en las piernas y subir la Morcuera desde la Fuente del Cura) y nos resultó un puerto duríiiisimo.
¿Los puertos del soplao son tan duros como este?
David, esta es la ruta que hemos hecho nosotros: http://biciclicks.blogspot.com.es/2012/04/puerto-de-la-morcuera-la-majada-del.html
Eliminar