BOLA DEL MUNDO- COTOS por el camino viejo del Paular 21/8/2011

Ruta corta pero intensa, por la sierra de Guadarrama. Incluyendo dos duras ascensiones, al puerto de Cotos por el camino viejo del Paular y a la Bola del Mundo. Una montaña facilmente visible desde varios kms a lo lejos, gracias a las antenas, estilo cohete de Tintín, que se ubican en su cima. Esta subida se hizo famosa el año pasado cuando una etapa de la Vuelta Ciclista a España finalizó en su cumbre.



BOLA DEL MUNDO.


Conquistar esta montaña era uno de mis principales objetivos para esta temporada. En varias ocasiones había leído y también escuchado a ciclistas hablar sobre la crudeza de sus rampas. Pero enfrentarse a ellas era un misterio aun para nosotros. Con la misma ilusión que un enamorado va a su primera cita y con la incertidumbre propia del ignorante. Zarza, Pequeño y yo afrontaremos este reto, para obtener la medalla que todo buen escalador debe tener.

Sobre las 10,00 iniciamos la ruta desde el parking del puerto de Cotos. Una temperatura muy agradable nos va acompañando mientras devoramos los primeros 7 kms, que realizamos por la Cl-604 la carretera que une los puertos de Cotos y Navacerrada. A estas horas de la mañana, por suerte con escaso tráfico. Este tramo practicamente llano nos viene muy bien para ir calentado las piernas. Zarza impone un fuerte ritmo que seguimos sin problemas, ideal para entonar los músculos.

Había puesto especial cuidado en el diseño de esta ruta, conjugando dos puertos duros pero de escasa longitud. No me apetecía comenzar la subida a la Bola del mundo después de un buen porrón de kms, y tras haber superado con anterioridad algún puerto de importancia. Este era nuestro debut, y teníamos muy claro que queríamos disfrutar de la subida, saborear cada metro, sentir sensaciones. Ya tendremos tiempo más adelante de penar por esta montaña.

 

Un cuarto de hora después alcanzamos el puerto de Navacerrada, nos encontramos a 1880 metros de altitud. Por el camino hemos dejado unas espectaculares vistas al valle de valsain. Un mar de pinos por donde pasaremos más adelante. En seguida comenzamos la subida a la Bola del Mundo. Un piso en buen estado nos recibe. Son solo los primeros 50 metros, donde se realizaron trabajos de asfaltado con motivo de la llegada el año pasado de la Vuelta ciclista a España.





Subida a la Bola del Mundo

La subida a la Bola del Mundo desde el puerto de Navacerrada consta de 3,4 kms de longitud, con una pendiente media del 12%. Durante este trayecto tendremos que vencer un desnivel de 400 metros hasta alcanzar una altura final de 2265 metros. Se trata de uno de los picos más altos de la Sierra de Guadarrama. El nombre original de esta montaña es en realidad: Alto de las Guarramillas aunque es conocido por muy pocos. Su apodo llegó con la instalación de las antenas repetidoras de la señal de radio y televisión. Por aquel entonces solo existía TVE, y solo emitía un programa, llamado "La Bola del Mundo".



Autopista hacia el cielo.

Inicio la ascensión con cierto temor, no se lo que me espera. Me resguardo detrás de mis colegas, intentado buscar el ritmo correcto para afrontar estas salvajes rampas iniciales. Pronto dejamos atrás el puesto de la Cruz Roja, que esperamos no hacer uso. El firme es un compuesto de hormigón rallado y cemento, una superficie que no favorece para nada la tracción de las ruedas. En seguida llegamos a la altura de la Caseta del Telesilla donde iniciamos una larga recta con porcentajes que llegan alcanzar en algún punto concreto el 19% de desnivel.




Por esta zona, y casi sin quererlo, consigo colocarme en cabeza. Con Zarza unos metros por detrás y Pequeño algo más alejado. A mi derecha se abre un panorama espectacular, con unas vistas excelentes al embalse de Navacerrada, el monte de los Siete Picos y al entorno del puerto de Navacerrada. En muy poco espacio recorrido, hemos subido un buen montón de metros. Desde esta altura los edificios y la carretera parecen de juguete. De vez en cuando echo un vistazo al garmín, para que me de información de: pulsaciones, distancia, inclinación de la pendiente y altura en la que nos encontramos. Datos fundamentales que me ayudaran a encarar con éxito el resto de la subida. Procuro llevar un pedaleo redondo, sin alardes, pero alegre. Sin embargo momentos antes hemos sido rebasados por un chaval andando "a toda pastilla". Nos adelantó sin compasión. Al principio sentí vergüenza. Pero cuando vi la velocidad y el desparpajo que llevaba tuve la impresión de ser adelantado por un atleta de élite, uno de los "grandes". No le volvimos a ver durante el resto del ascenso. Ese tio se merece mi más absoluta admiración.



Vistas  al  puerto de Navacerrada y Siete Picos.



Vistas al embalse de Navacerrada.



Durante el ascenso, en diversos puntos de la pista, nos vamos encontrando pintadas con los nombres de los ciclistas más destacados de la última edición de la Vuelta Ciclista a España. En particular el nombre más repetido es el de Mosquera, corredor que a la postre venció en aquella etapa con final en esta cumbre, a tan solo un segundo entró Vincenzo Nibali, que se llevo la clasificación general. Fue una etapa espectacular, con la guinda final en la llegada a la Bola del Mundo, un duelo a muerte entre dos escaladores excepcionales. Para sucesivas ediciones sería estupendo contar de nuevo con esta cima como final de etapa.

A mitad de subida Zarza logra alcanzarme. Observo que lleva un desarrollo poco apropiado para este tipo de subidas, que le hacen levantarse demasiadas veces de la bici. Yo procuro acompasar la respiración, tratando de que las pulsaciones no se disparen por los aires. Llevo un desarrollo cómodo, con el plato pequeño, alternando los piñones más grandes. De vez en cuando en las zonas "tranquilas", donde la pendiente bajaba al 10%, me levantaba de la bici para oxigenar las rodillas. Tras dejar a la derecha una entrada cementada iniciamos una sucesión de curvas de herraduras, que nos haran ganar altura rapidamente. Estamos a más de 2000 metros de altitud. momento adecuado para atacar las rampas más violentas. En realidad nos enfrentamos a ¡¡¡muros!!!, con pendientes que rondan el 20%. Durante varios metros el garmin me avisa con un pitido ensordecedor, de que estoy por encima de mi umbral de esfuerzo. Pero la situación lo requiere. Adopto una postura lo más adelantada posible. Tengo que echar todo el peso de mi cuerpo sobre la rueda delantera para hacer aun más fuerza. La inclinación se hace tan insufrible que la única forma de avanzar es haciendo eses.



Bola del Mundo.



Unos metros más adelante, en plena curva, Zarza explota!!. Veo una imagen que jamas había contemplado antes. Observo como pone pie a tierra y se baja de la bici completamente extenuado. Agacha la cabeza junto al manillar, abatido y sin fuerzas. Buscando el resuello necesario para continuar. Lo había dado todo y se quedó desfondado. Quizas una mala selección del desarrollo tuvo la culpa. Por momentos me preocupé, desde hacía unos meses Zarza padecía de migrañas que le impedian desarrollar todo su potencial, y esto era motivo más que suficiente para alarmarse. Sin embargo verle "petar" me dió alas para continuar. Zarza siempre ha sido la referencia, "nuestro hombre fuerte".

A la altura de la caseta del bar "la Bola", me encuentro una zona practicamente llana, son apenas 50 metros, pero se agradecen que no veas. Momento que utilizo para estirar las piernas y recuperar el aliento. Tras negociar un giro de 180º a la derecha inicio la parte final. El último tramo de la subida es demoledor. El trazado de la pista dibuja en la montaña una recta en forma de escalera. El escalón al 20%, el peldaño al 12%. Desde esta situación observó con claridad mi objetivo. Esto me da fuerzas para continuar pero tengo la sensación de que la cima nunca vaya a llegar. Antes de coronar me adelantan a toda "pastilla" un grupeto de unos 6 bikers. Me quedo perplejo con la soltura con la que mueven el plato. Cuando me superan me quedo más tranquilo, al ver que varios de ellos llevan el maillot de la "Titan Desert".






Zarza, Pequeño y yo tras conquistar la cima.


La cima esta coronada por unas antenas de televisión y radio, que están cubiertas por un radomo calefactado, para protegerlas de las altas temperaturas, la nieve y el hielo. Tienen una forma de cohete, de color rojo y blanco, muy parecido al que Tintín utilizó para la conquista de la Luna. Son facilmente reconocibles desde varios kms a la redonda y constituyen la mayor peculiaridad de esta montaña. En el futuro estas antenas seran sustitudas por emisiones Gps, pero entonces se perderá el romanticismo de esta montaña.





Al llegar a la cima tengo una sensación contradictoria. Por un lado contento por conseguir triunfar. Liberandome del sufrimiento. Por contra la subida me deja con ganas de más. Me lo estaba pasando tan bien que me dió pena finalizar la ascensión. Cosas raras que me suceden. Empleé 35 minutos en completar los 3,4 kms de subida, tiempo que consideró bastante bueno para ser la primera vez. Ocho minutos después apareció Zarza con la fatiga escrita en su cara. Mención especial merece Pequeño, aunque terminó casi un cuarto de hora después, su llegada  fue aplaudida por varios bikers que nos apiñabamos junto a la estación de Telecomunicaciones. Luego nos comentó que había batido su record personal de velocidad absurda, llegando a circular en algún momento por debajo de los 3 km/h. ¡Este hombre es de Guiness!. En la cumbre nuestro esfuerzo queda ampliamente recompensado con un paisaje maravilloso donde tenemos el privilegio de vislumbrar con claridad los picos más elevados de la Sierra de Guadarrama. Al sur La Maliciosa y el valle de la Barranca, al oeste el puerto de navacerrada y al este el resto de la Cuerda Larga. En la vertiente opuesta hallariamos la estación de esquí de Valdesquí. Algunos bikers prolongan el suplicio por varios caminos alternativos; hacía la izquierda por la loma del Noruego, una trialera que desemboca en Cotos. Otros lo hacen por la derecha, cogiendo el famoso camino de la tubería que va a parar cerca del Mirador de la Barranca.

Fuente cerca del puerto de Navacerrada.

Sin embargo nosotros continuamos la ruta deshaciendo los kms de la subida, volviendo de nuevo al puerto de Navacerrada. Durante el descenso aprovecho para hacer las fotos que después adornarán este blog. La subida ha sido muy dura, siendo complicado compaginar el fotociclismo. Mi idea era prolongar la ruta por el camino schmidt, para llegar a la cima de la Fuenfría y luego descender hasta la Fuente de la Reina, donde cogeriamos la pista que termina en la Cl-601, para comenzar tras alcanzar la primera revuelta el ascenso a Cotos.





Compromisos famliares hacen imposible alargar tanto la ruta. Asi que decidimos continuar por la carretera, descendiendo el puerto de Navacerrada por la vertiente segoviana, más conocida como la de las "7 revueltas". Descenso en el que ponemos a prueba nuestros frenos y también la paciencia de algunos conductores, que estaban obsesionados por adelatarnos cuando en realidad nosotros circulabamos aun más rápidos que los propios vehículos. En la última revuelta (cuando se desciende, o la primera cuando se asciende este puerto), nos desviamos hacia la derecha, para coger una pisa asfaltada. Antes hemos tenido que superar una cancela para continuar. En este punto nos topamos con un grupeto de bikers que dejamos pronto atras. A partir de aquí tenemos 5 kms de duro ascenso hasta alcanzar el puerto de Cotos.

Esta subida se divide en tres partes. La primera es de disfrute y regocijo. Transitamos por el GR-10, una pista asfaltada que de seguirla nos llevaría a La Granja. El paisaje es simplemete espectacular. Nos encontramos inmersos en pleno valle de valsaín, con frondosos bosques de pinos silvestres. Sus altisimas copas nos proteguen del sofocante calor. Es un area repleta de helechos, donde el silencio lo inunda todo. La zona es un bello paraje donde perderse y no encontrar rastro de civilización. Ya por esta zona nos topamos con alguna cuesta de consideración.



Canimo Viejo del Paular.

La segunda parte de la subida comienza cuando giramos a la derecha para continuar por el camino viejo del Paular. Abandonamos el asfalto para seguir por una pista ancha, perfectamente alisada. Donde la mayor complicación técnica esta en esquivar los centenares de piñas amontonadas por el suelo. Esto me sorprende, el año pasado en la ruta de "los tres valles" pasamos por aquí y recuerdo que nos encotramos un trazado mucho más sinuoso, en ocasiones agrietado, con mucha piedra suelta.




Por lo visto, estos caminos han sido surcados por maquinaria pesada, destrozando y variando parte del antiguo trazado original del camino viejo del Paular. Motivando unos mejores accesos para el transporte de troncos, Una consecuencia clara de la explotación maderera. Donde los 4x4 pueden campan a sus anchas. Para los amantes de la naturaleza, un paso atrás. Para los que practicamos ciclismo de montaña ahora tenemos una "autopista" en vez de un sendero divertido y disfrutón. Pese a la modificación esta parte de la subida se las trae. La exigencia técnica desaparece pero no las duras rampas que tendremos que superar. Ninguna de ellas baja del 10%, y en varios giros alcaremos el 16% de desnivel. El climax lo encontramos en el inicio con una pared del 20%, que deja a cada uno en su sitio. Es decir, Zarza por delante. Imponiendo su ley. La del más fuerte. Demostrando que lo sucedido en la "Bola" fue pura casualidad. Con un fuerte tirón consigue alejarse un centenar de metros de mi posición, que ya no podré recuperar en toda la subida. Pequeño, sin embargo, nos muestra su peor versión, atascado desde el inicio.

Ultimos 300 metros hasta Cotos.

El tercer y último tramo de la subida, es infernal. Son apenas 300 metros, pero hay que ser muy "máquina" para realizarlos sobre la bici. El camino comparte trazado con el curso de un arroyo, convirtiendose en una trialera pedregrosa llena de lodo. La mejor opción es coger un ramal paralelo que discurre entre árboles y matorrales, casi cien por cien ciclable. Esta última parte la realizo a pata, no quiero sorpresas. Tardé 47 minutos en alcanzar el puerto de Cotos donde me esperaba Zarza.

Este puerto recibe el nombre de Los Cotos por los pequeños postes de piedra, llamados "cotos", que había hasta el siglo XX para indicar el camino que lo atravesaba cuando la nieve lo cubría. Geográficamente separa los valles de Valsaín y de Lozoya, pero también las provincias de Segovía y Madrid. En su cumbre se encuentra el Club Alpino Español y también un punto de información del Parque Natural de Peñalara, es sin duda uno de los puerto más turísticos de la región, desde donde parten numerosos senderos y caminos para realizar rutas de senderismo. Muy cerca tenemos la estación de cercanias RENFE, para los que decidan venir en tren. Además desde la cima del puerto podemos acceder por carretera a Valdesquí, la estación madrileña que nos quita en invierno el mono a todos los aficiondados al esquí alpino.

En el restaurante Venta Marcelino dimos por finalizada la ruta. Después de 25 kms realizados en 2 horas, a una media de 13 km/h. Los datos pueden parecer escuetos. Desde luego no muestran la dureza ni el esfuerzo realizado para terminar medio entero esta ruta. Desde la terraza de este bar tenemos una posición privilegiada al parque natural de Peñalara. Un lugar mágico rodeado de un entorno donde poder disfrutar de varias actividades al aire libre.

Esta ruta me deja la satisfacción de haber acometido con éxito dos "tachuelas" que tenía en mente desde hace mucho tiempo. Dos subidas que ya adornan nuestro curriculum. La bola del Mundo es una subida que aconsejo iniciar con algo de miedo. Quizas sintiendo ese temor sea más fácil abordarla. La ascensión al puerto de Cotos, por la variante del camino viejo del Paular, hay que afrontarla con mucho respeto, es otra brutal subida, donde sus rampones te puden noquear sin aviso. La sierra de Guadarrama nunca defrauda. Un estupendo lugar para hacer rutas en verano.

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TRACK DE LA RUTA: