PRUEBA 29"

Hace varias semanas que tuve la oportunidad de probar por primera vez una bici de 29",  y no quería dejar pasar la ocasión de comentar las sensaciones e impresiones que tuve a bordo de la Orbea Alma H30, modelo 2013, que me dejaron en la tienda de Calmera de Madrid. Una bicicleta que no me dejo indiferente con sus numerosas ventajas pero también con varios inconvenientes.

Orbea Alma h30 29"

Lo primero que tengo que decir es que nunca antes había cogido una bicicleta con este tamaño de rueda, siempre había montado con 26". No voy a comentar nada que haya escuchado de oídas sobre este tipo de bicicletas que inundan el mercado en la actualidad sino simplemente me voy a ceñir a dar mi propia opinión lo más objetivamente posible sobre la experiencia que tuve ese día. El recorrido impuesto, un clásico de la sierra de Madrid: con las subidas a la Bola del Mundo, Fuenfría y Cotos. Pero también incluyendo dos bajadas interesantes como son la del Calvario y la Fuente de la Reina además de incorporar un tramo llano asfaltado. Sobre la bicicleta comentar que era una talla M, la que yo utilizo normalmente, montada con un grupo Sram de doble plato con unos desarrollos de 36x22 y una piñonera de 11x36 que aparentemente pueden quedarse cortos, ruedas fulcrum y horquilla rock shox recon gold como elementos principales.

Subida a la Bola del Mundo.

El punto de inicio de la prueba lo sitúo en Cotos para realizar un primer tramo de 7 kms por carretera asfaltada hasta alcanzar el puerto de Navacerrada. Estos primeros compases me sirven para ir acoplándome a la bici y ver las primeras reacciones. Lo primero que me sorprende es la posición en la bici, al quedarse el sillín por debajo de la altura del manillar se consigue una postura muy cómoda, demasiado cómoda, como si fuéramos en aquellas bicis de paseo de la antigua marca GaC, como si estuviéramos pilotando una Harley-Davidson. Esto se traduce en una posición cómoda pero poco efectiva para aprovechar toda la fuerza del pedaleo. El arranque de la bici es bastante lento y se tarda algo de tiempo en coger velocidad crucero aunque una vez metidos en faena la bici puede ir muy rápido. De echo la velocidad media de estos primeros kms fue casi de 30 km/h.

La subida a la Bola del Mundo, como muchos de vosotros sabéis, es una ascensión durisima con rampones que rozan en varios momentos el 20% de desnivel. Aquí la 29" se comportó de manera sublime. Pensé que le iba a costar mucho más debido al tamaño de sus ruedas y el peso extra. Pensé que iba a estar más lastrada. Tardé 29 minutos en completar la subida, 6 minutos menos que mi anterior vez. Llegué a la cima sin meter las dos últimas coronas y también con un ligero dolor de aductor. En las bicis de 26" en cuestas muy pronunciadas la rueda delantera tiende a levantarse un poco mientras que en la 29" la rueda se quedaba soldada al suelo. Como aspectos negativos comentar que pasé miedo al superar una cancela que existe a la entrada de la pista de hormigón, porque pensé que iba a chocar con el manillar que al ser tan alto estaba casi a su misma altura. No sucedió porque me detuve antes, pero esto me mostró otro aspecto negativo.

Al descabalgar y poner pie a tierra en una rampa pronunciada, luego es muy difícil, a mi me resultó imposible, volver a montar y conseguir poner la bici en marcha. Tuve que bajar hasta la base, donde la pendiente ya no existía para volver a subirme encima. Comentar también que los cambios de marcha se producen de manera muy progresiva, realmente lentos, porque es necesario para que entren que la rueda gire todo su diámetro y al ser más grande logicamente tarda más en engranar otro piñón. La bajada de la Bola del Mundo la hice despacio ensordecido con los chirridos de los frenos.

Camino del Calvario

El siguiente tramo de prueba es el comprendido entre la cima del Puerto de Navacerrada y Cercedilla, transitando por el famoso y penoso camino del Calvario. Un recorrido en continuo descenso repleto de enormes piedras y en ocasiones compartiendo el cauce de un pequeño arroyo. También tuve que sortear un par de enormes vacas y sorprendentemente me cruce con otros bikers en sentido inverso. Por aquí la 29" se comportó como una campeona, un autentico "panzer" alemán que se tragaba todo a su paso. Es cierto que los baches se notan menos y pasa mejor que una 26" por encima de piedras de gran tamaño pero al estar en una posición más elevada de conducción, a mi me invadió el miedo en varias ocasiones, además la rueda trasera al inclinarme en las curvas no me daba ninguna seguridad, pensando que me iba a caer en cada giro. De echo tuve tanto miedo en un par de ocasiones que tuve que detenerme al cruzar por un tramo extremadamente pedregoso. Hace unos años pasé por aquí y no tuve que bajarme.

Camino del Calvario.

Comentar también que en los pocos tramos técnicos que me encontré por esta zona la 29" se mostró algo perezosa, torpe de reacciones, como si le costará interpretar mis ordenes. A veces había que jugar muy rápido con el cambio para pasar de bajada a subida y la bici se comportaba de manera poco ágil, sin brio ni aceleración. Antes de llegar a Cercedilla me encontré con terreno asfaltado tanto de ascenso y descenso que me sirvió para saber que la 29" tiene mucha inercia y puede ir muy deprisa sin apenas dar pedales.

Subida a la Fuenfría.

Sin detenerme en Cercedilla comienzo la segunda tachuela del día. La Fuenfría, 15 kms de prolongado ascenso, incorporando nuevos tramos, por cierto, bastante duros por encima del 10% al comienzo de la subida que conocí en la marcha Test The Best. Una subida que hice enteramente por pista ancha, carente de dificultad técnica y donde la 29" se comportó bien. No tuve problema para llevar un ritmo constante e ir adelantando a varia gente, aunque también algunos con sus 26" de pasaban lógicamente. Destacar que al final, casi coronando comencé a notar los cuadriceps algo cargados. Fui capaz de llevar un buen ritmo pero a cambio la fatiga ya entraba por la ventana.

Fuente la Reina.

El posterior descenso hasta llegar a la Fuente de la Reina fue toda una gozada, sin necesidad de ir esquivando baches ni piedras exageradamente porque la bici absorbía muy bien. En este punto cogí agua y paré un buen rato para descansar, por delante aun tenía un descenso por asfalto y la posterior subida a Cotos, por el camino viejo del Paular. Ya me encontraba bastante cansado, más cansado de lo normal. En verdad la 29" puede ir muy rápida en cualquier terreno pero a cambio de fatigarte mucho más que en una bici de 26". Me da la sensación de que es una autentica destroza cuadriceps
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En la última subida tuve que tirar de todo mi orgullo para suplir las pocas fuerzas que me quedaban. La 29" me había absorbido todas mis energías, está me había sometido a un desgaste brutal. Esta subida consta 5 kms pero son realmente duros con rampas que en ocasiones pasan del 20% y la pendiente media esta en torno al 9%. Evidentemente para mover una rueda tan grande se necesita mucha fuerza, creo que es una bicicleta ideal para gente que esta muy fuerte, para los pro y los que compiten a alto nivel, para el resto de usuarios es una bici que te exige mucho de piernas y te desgasta más. Va muy rápida en todo terreno pero a costa de sofocarte mucho más. Ir lento no es una opción porque es paradogicamente más cansado aún. Llegué a Cotos destrozado, con mucho dolor de cuadriceps en ambas piernas.

Además el sillín que montaba, el selle Italia Nekkar, es horrible, durisimo y me produjo una serie de roces y heridas. En la subida a Cotos tardé 10 minutos más que la última vez. El desgaste, el dolor de culo y la fatiga acumulada me habían pasado factura. En realidad esta prueba me ha servido para saber que puedo hacer mis rutas con cualquier tipo de tamaño de rueda aunque si me dan a elegir, creo que nunca optaría por una 29" pese a sus grandes ventajas. Estéticamente no me gustan para personas bajitas, creo que están más indicadas para bikers a partir de 1.80 cm donde la bicicleta queda más proporcionada a la altura del ciclista. No se hacía donde irán las tendencias del mercado. Probablemente hacía la desaparición de la rueda de 26", pero con la incógnita de la nueva aparición del tamaño de 27'5" que rivalizará en adelante con la 29", un tamaño por el que parecen apostar en estos momentos todos los fabricantes de bicicletas.




En resumen, las 29" tienen a mi parecer muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes. Son bicicletas muy rodadoras. ideales para ir rápido en llano, con gran inercia, pero también pueden subir muy deprisa si él que la pilota tiene fuelle para mover tanta rueda. Bajando se comporta mejor que una 26" gracias al mayor tamaño de la rueda. A mayor tamaño mayor facilidad para pasar por obstáculos. Es como un tanque que va matando hormigas. Sin embargo en terreno quebrado, senderos, recorridos técnicos la 29" es lenta de reacciones, poco ágil, torpe y se mueve mucho peor. Además si en plena cuesta tenemos que poner pie a tierra será muy difícil volver a ponerla en marcha, en realidad a mi me recuerda mucho al comportamiento que tiene una flaca. Esta es simplemente mi valoración de esta bicicleta en la ruta que realicé por la sierra, obviamente no tengo que tener la razón, es solo mi opinión.

¿Y vosotros que opináis de las 29"?