CLÁSICA LAGOS DE COVADONGA 2014 14/6/2014

Esta marcha cicloturista de carácter no competitivo que discurre por territorio asturiano es en realidad un macro evento deportivo con más de 4000 participantes perfectamente organizado por el C.C Navastur. Como principal atractivo, por supuesto, el ascenso a los Lagos de Covadonga, una espectacular y durisima subida catalogada de categoría especial que mitificaron los ciclistas profesionales en la Vuelta ciclista a España. 

Chino y yo en el Lago Enol.

Lo primero quisiera dar las gracias a todas las personas que desde este blog, a través de facebook, desde otras webs, vía whatsapp, por llamada telefónica, en persona o de alguna u otra manera me han ayudado a difundir el robo de mis bicicletas y apoyarme animosamente. Mencionar a Manzana que me prestó su bici para que pudiera disputar esta marcha, y también agradecer a Chino su compañía en este fantástico fin de semana que hemos pasado en Asturias, disfrutando tanto de la carrera como del ambiente festivo que se respiraba en Cangas de Onis. Igualmente también quisiera destacar el papel que ha desempeñado mi mujer en estos días, ayudándome y apoyándome en todo momento. Se que dejarla sola no es agradable para ella, pero esta vez supo entender las circunstancias que rodeaban esta salida. Desde el 2011 cuando fui hacer el soplao no había vuelto a escaparme de casa  todo un fin de semana entero para dedicarlo al ciclismo.

Salida Cangas de Onis.

Como todos sabéis llegaba a esta prueba desmotivado, sin ganas, sin ningún aliciente después del robo de mis bicicletas. Desde aquel fatídico día había entrado en una depresión de caballo, que me había producido un estrés de flipar. Casi un mes de obligado parón sin entrenar y con algunos kilos de más. Finalmente aconsejado y animado por mi amigo Chino decidí participar. De todos modos, la vida sigue y ahora puedo decir que ha sido todo un acierto salir este fin de semana. El viernes llegamos a Cangas de Onis con el tiempo justo para recoger los dorsales y el maillot conmemorativo que daban con la inscripción. Varias sidrerias y restaurantes ofrecían el "menú cicloturista" que consistía en un plato de espaguetis y otro de pollo con patatas fritas sin embargo nosotros lógicamente optamos por cenar productos típicos de la tierra mientras veíamos la hecatombe de la selección española de fútbol en el mundial.

Llegando a Ribadesella.

La salida de este tipo de eventos siempre son muy especiales. Era alucinante admirar toda la avenida repleta de ciclistas hasta el infinito. Y el momento de mayor emoción cuando los gaiteros tocaban el himno de Asturias desde el balcón del ayuntamiento. Puntuales a las nueve se da la salida abandonando Cangas de Onis al pasar por el famoso puente romano. Los primeros 25 kms hasta llegar a Ribadesella los hicimos muy rápidos, a una media de casi 40 km/h. Antes pasamos por la población de Arriondas y la mayor parte del tiempo fuimos paralelos al cauce del río Sella. Terreno llano donde lo más complicado era mantener una disciplina de grupo. Ir en un pelotón tan gigantesco no es nada fácil, aunque una vez bien acoplado es una gozada circular inmiscuido dentro del grupo a velocidades muy altas sin apenas esfuerzo.

Recorrido Clásica Lagos de Covadonga.

Una vez en Ribadesella tomamos una carretera que nos hará un recorrido espectacular, pasando cerca de las playas más bonitas de Niembru, Barro, Celorio y Llanes en un entorno privilegiado. Por esta zona tuvimos que hacer una breve parada logística que nos hizo perder en apenas treinta segundos al menos cuatrocientos puestos. Más tarde llegamos al primer descanso situado cerca de Porrua en el km.50. Comentar que los avituallamientos fueron abundantes con todo lo necesario para reponer fuerzas, no faltaron los plátanos, barritas, bollitos, geles, etc... y de líquidos: agua embotellada, aquarius, coca-cola. Muy completos sin demoras ni esperas en recoger lo que cada uno quería. En este lugar estuvimos parados un buen rato, cerca de catorce minutos.

Un pelotón gigantesco de más de 4000 ciclistas.

A continuación teníamos que afrontar la primera tachuela del día, el Alto de Tornería, un puerto de casi 7 kms de longitud, con una pendiente media al 8%, y con dos kms finales infernales con rampas constantes por encima del 10%. A mi me resultó durísimo y precioso. La carretera iba trepando por la montaña que parecía una pared verde. En el tramo más duro tuve una pequeña crisis, la cabeza comenzó a dolerme muchísimo y sentir una sensación tremenda de sueño, menos mal que enseguida vino la bajada y se me fue pasando comiendo algo. ¡Vaya pajarón!.

Subiendo el puerto de Tornería.

El descenso de este puerto podría haber sido muy peligroso de no ser por los numerosos voluntarios que se acumulaban en los lugares más complicados para advertirnos con banderas rojas de baches y curvas cerradas. Este tramo de bajada además estaba cerrado al tráfico con lo cual el riesgo era mucho menor. Después enlazamos con la siguiente tachuela del día, el Alto de Ortiguero, un puerto de 8 kms de distancia mucho más llevadero que el anterior, con una pendiente media al 4% y máxima al 8% de desnivel. Aquí pude recuperarme y seguir el ritmo de Chino y del grupito donde íbamos. Otra preciosa subida que se realizaba entre medias de un valle por una buena carretera aunque con tráfico en esta ocasión. En la cima estaba situado el segundo avituallamiento de la jornada.

Avituallamiento.

Acceder al avituallamiento fue una tarea complicada, porque en este punto se había producido un tapón descomunal de coches que no nos dejaban entrar a la zona de comida. Fue un momento difícil, porque los coches querían pasar y nosotros también. En este sitio paramos al menos veinte minutos. Comimos, estiramos y estuvimos comentando la jornada. La verdad que en esta carrera hemos disfrutado y aprovechado al máximo los avituallamientos, normalmente cuando voy solo a las marchas suelo parar unos cinco minutos escasos en cada descanso. En el descenso del puerto alcanzamos las velocidades más altas de toda la prueba, largas rectas que incitaban a ir fuerte.

Subida espectacular al Alto de Tornería, con dos kms durisimos.

Subiendo el Alto de Ortiguero.

Respecto a la organización del evento, que corrió a cargo del C.C Navastur, comentar que estuvo a la altura de las circunstancias. Probablemente la mejor marcha cicloturista organizada a la que yo haya asistido. Avituallamientos abundantes, bien situados y donde no faltaba de nada. Coche de asistencia mecánica, shimano, que daba apoyo a todos los ciclistas. Multitud de voluntarios a lo largo del recorrido señalando y orientando en las zonas peligrosas, vehículos de apoyo. guardia civil, duchas y servicio de fisioterapeutas al finalizar la prueba. Creo que no había nada a la improvisación. Solo dejar constancia de un pequeño fleco que nos molestó. La próxima vez que pretendan hacer un sorteo de regalos, como así sucedió, (bicicletas, componentes e incluso un viaje), deberían de buscar la formula para que todos los participantes en la marcha pudiéramos optar a esos regalos. Fue toda una frustración no poder ni siquiera entrar en el bombo. Con la falta que me hace a mi una bicicleta.

Hacía a Los Lagos de Covadonga.

Antes de llegar al comienzo a la subida a los Lagos, en el llano que precede disfrutamos muchísimo tanto Chino como yo, dentro de un grupo rodando a tope, protegidos del viento fuimos testigos de cómo se forma un mini pelotón. Me sorprendió mucho que pasáramos a mucha gente que no podían seguir el ritmo del grupito. Por esta zona disfruté mucho de la Focus, una bicicleta muy rodadura con mucha estabilidad, lastima que no fuera de mi talla y que además las zapatillas tampoco se me adaptaran, inconvenientes que sufrí más adelante. En el km 90 llegamos a Soto de Cangas momento en el que la carretera comenzó a mirar para arriba y muchos ciclistas cambiaban ya a plato pequeño. Hasta alcanzar el santuario de Covadonga tendremos por delante 5 kms de pendientes suaves entre el 1% y 3% de desnivel, suficiente para que el grupo fuera perdiendo poco a poco unidades.

Subiendo a los Lagos de Covadonga. 

La subida a los Lagos de Covagonda es, sin duda, la ascensión más dura que jamás he echo en flaca. Esta comienza en realidad cuando alcanzamos la glorieta de Covadonga, donde se encuentra la Basílica, el monumento a Pelayo y la santa cueva excavada en la roca. Antes de comenzar a subir nos encontramos con el último avituallamiento, en este caso solo líquido. Nada más iniciar la ascensión notó que no me encuentro bien, me cuesta avanzar. Lentamente me van pasando multitud de ciclistas y perdiendo de vista a Chino que subía a buen ritmo. El resto de la subida sería un calvario para mi, aunque también se puede disfrutar del sufrimiento, supongo, yo lo hice.

La Huesera.

A ritmo muy lento fui trepando por una carretera por la que ya los primeros descendían por el lado izquierdo. Los cinco primeros kms se me pasaron bastante cómodos, padeciendo pero avanzando por cuestas que casi siempre por encima del 10% de desnivel. Hasta que de pronto me topé con el cartel de la "Huesera". Una rampa infernal de casi un km con porcentajes brutales que alcanzaban hasta el 18%. Por esta zona vi imágenes dantescas que antes nunca había visto. Corredores empujando su bicicleta victimas de una pendiente inhumana, otros sentados recobrando el resuello, inimaginable, solo antes lo había vivido en carreras de MTB, nunca en carretera. A base de golpe riñón pude seguir sin bajarme aunque ya al final de la cuesta repentinamente mientras me levantaba para hacer bailar la bici sufrí un tirón en el aductor, no lo pensé, aprovechando un pequeño descansillo a mano izquierda donde estaban estacionadas algunas furgonetas me detuve unos instantes.

Subida a Lagos.

Estuve cerca de 5 minutos allí detenido que aproveché para estirar bien. Por suerte un aficionado que estaba allí animando me aprovisionó de agua. Mil gracias porque el calor era insoportable en esos momentos. Tras la parada proseguí con algo más de brío. La verdad es que me vino fenomenal este pequeño descanso, ya no volví a tener tirones. El siguiente punto critico lo tuve en el Mirador de la Reina, otra rampa brutal por encima del 15% que me hizo tener un pequeño percance. Fue al sentarme de nuevo en la bici después de levantarme cuando al subir de piñón la cadena se salió. Toda la subida la había estado haciendo del mismo modo, con todo el desarrollo metido cuando avanzaba sentado y bajando un piñón cuando me levantaba del sillín. Pero esta vez falló la mecánica. Menos mal que había un aficionado que voluntariamente se ofreció a empujarme para reanudar la marcha, creo que yo solo en esa pendiente hubiera sido imposible, mil gracias también para él.

Cerca del Mirador de la Reina.

El resto de la subida la realicé pensando en terminar lo antes posible y disfrutando de los impresionantes paisajes que ofrecen los Picos de Europa. Me hacía mucho daño escuchar a muchos de los que bajaban decir  "ya no queda nada...estas arriba", cuando en realidad aun quedaban algunos kms por delante, más que animarme me desmoralizaba. En los últimos kms un par de bajadas dejan algo descafeinado el tramo final que sin embargo continua mirando para arriba en la recta de llegada que consigo alcanzar cerca de las tres de la tarde. Los datos de la subida son demoledores: 12 kms de ascensión desde Covadonga donde habrá que superar más de mil metros de desnivel, es decir, el doble de lo que habíamos subido hasta entonces, de esos kms la mayoría con pendientes por encima del 10% de desnivel. Datos que asustan y acojonan. A me pareció tremendo. De echo mi  velocidad media de subida fue de 7´7km/h, y tardé en completar la ascensión 1h 37m, eso lo dice todo.

Ascenso a los Lagos de Covadonga.

Puedo poner varias excusas: (que hacía casi un mes que no entrenaba, que la bicicleta que llevaba era de una talla superior y en las subidas se comportaba torpe y poco ágil, lastrandome, los kilos de más que había cogido con la depresión y el estrés generado con el robo de mis bicis, que no estaba en forma, el jet law del cambio de horario puesto que toda la semana anterior estuve trabajando de turno de noche y apenas pude dormir la noche anterior a la carrera). Pero lo cierto es que desde que monto en bicicleta no me había tropezado con semejante montaña. Acabé destrozado. En meta marqué un tiempo de 5h 15 (tiempo encima de la bici), el tiempo total  fue de 6h 02m para realizar los 108 kms totales de la marcha, que realicé a una media de 20 km/h, clasificándome en el puesto 3081. Chino termino en el puesto 2786 con un tiempo de 5h 35m, mientras que el ganador de la marcha fue Rafael Perez en 3h 23m, éste de otra galaxia, obviamente.

Meta.

Llegar a la meta, descansar, liberar el cuerpo y la mente del sufrimiento. Prioridades para poder continuar porque aunque la Marcha oficialmente terminaba tras pasar el umbral, aun habría que recorrer más de veinte kms para llegar de nuevo a Cangas de Onis, y además había que hacerlos en bici lógicamente. Junto al lago Enol me volví a encontrar con Chino fundiendonos en un emocionante abrazo que representaba todo lo sufrido para llegar hasta allí. Por desgracia, Chino terminó con calambres y apenas podía montar en bici para continuar hasta Cangas de Onis. Pero por suerte apareció una furgoneta de la organización que amablemente se prestó a llevarnos, fue nuestra salvación.

Volviendo a sonreir tras unas semanas muy duras.

Como reflexión final comentar que ha sido todo un lujazo participar en esta marcha y poder ascender uno de los puertos míticos que se suben en la Vuelta Ciclista a España, eso te hace sentir especial. Una montaña que mitificaron los ciclistas profesionales y que es tan dura como bonita. Pedalear por las mismas cuestas por donde tantas veces has visto por TV a tus mitos es una sensación inolvidable. Me quedo con el recuerdo de haber pasado un estupendo fin de semana de ciclismo y amistad en un lugar maravilloso como es Asturias, uno de mis los sitios preferidos de la geografía nacional. Mil gracias a todos los que me habéis ayudado hacer posible este reto, yo solo no lo hubiera conseguido. 

Chino y yo en el puente romano de Cangas de Onis.

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