Recorrido corto que se inicia cerca de la Fuente del Cura en Miraflores de la Sierra y que recorre parte de la denominada Hoya de San Blas, incluyendo el precioso tramo que nos acerca hasta los pies del collado de la Ventana. Un agradable paseo por amplias pistas forestales que se ha convertido en todo un clásico del MTB madrileño.
Esta es una ruta que se caracteriza por ofrecernos unas espectaculares vistas durante gran parte del recorrido. Además se desarrolla por amplias pistas forestales, que se encuentran en perfecto estado, sin ninguna dificultad técnica. Durante todo el trazado estaremos rodeados de naturaleza alejados del bullicio de la gran ciudad. Todo esto la convierten en una ruta perfecta de introducción a la media montaña para todos aquellos que se inician en el mundo del MTB.
Su escaso kilometraje y las muchas zonas sombrías harán que no echemos en falta la escasez de fuentes. Con dos bidones de agua es suficiente para pasar la mañana. Para los que llevamos unos años en esto de la bici, esta ruta se queda algo corta. Pero sin embargo esta es una zona muy extensa y surcada por multitud de caminos, lo que nos da muchas más posibilidades. A poco que nos curremos un diseño más digno a nuestras condiciones podremos disfrutar de muchas variantes, complicando muchísimo el trayecto si queremos.
Se puede comenzar la ruta desde varios puntos posibles y añadir más desnivel dependiendo de la opción elegida, sobre todo si incluimos el ascenso a la Morcuera. Hace un par de años Zarza y yo nos acercamos por primera vez a este lugar con cierto desconocimiento, pero después de aquella ruta salimos encantados con la zona. Nos pareció un sitio ideal para la práctica del MTB. En esta ocasión me he unido a la propuesta de Pedro Torres que junto a otros amigos hemos disfrutado de un interesante paseo por la Hoya de San Blas.
Sobre las 9,30 echamos a rodar camino de la Fuente del Cura, el primer punto interesante de la ruta. Salimos de Miraflores de la Sierra a buen ritmo, nos acompaña un sol esplendido y una temperatura bastante alta a estas horas de la mañana. Huir de la gran ciudad para venir a la sierra donde los termómetros siempre marcan menos grados es una excelente opción para practicar deporte al aire libre. Sin embargo siempre hay algún despistado, creo que Pequeño se equivocó incluyendo un cortavientos entre su ropa.
Durante la primera parte de la ruta iremos atravesando un extenso bosque de altísimos pinos silvestre que nos cobijaran del sofocante calor. En todo momento circulamos por caminos en perfecto estado sin ninguna dificultad técnica. Estamos en una zona propia de montaña, donde no encontraremos en ningún momento terreno llano, a veces la pendiente es ascendente y otras descendente. Llevados 5 kms de ruta alcanzamos uno de los puntos importantes de la jornada.
Atravesamos un paso canadiense y en seguida encontramos un cruce de caminos. Desde aquí podemos observar las crestas de la Cuerda Larga, los verticales roquedos de la Pedriza y al fondo el peculiar Cerro de San Pedro. A partir de aquí tomamos el camino que se abre a nuestra derecha. Este es un apéndice de 7 kms de longitud que tenemos que recorrer de ida y vuelta. Con la recompensa final cuando se termina el camino de encontrarnos con un mirador natural donde podremos deleitarnos con unas excepcionales vistas.
Desde este singular punto podemos observar con total claridad el embalse de Santillana, Soto del Real y a lo lejos el skyline madrileño. Un lugar especialmente tranquilo, lejos de cualquier vestigio de civilización, ideal para dejar la mente en blanco y dejarse llevar por los sentidos. Estamos a los pies del Collado de la Ventana a más de 1500 metros de altitud. Es un lugar mágico, el punto culminante de la ruta. Realizar una ruta por la Hoya de San Blas sin incluir este recorrido sería todo un crimen.
Este es con diferencia el tramo más espectacular de toda la ruta. Sin embargo llegar a este sitio no es una tarea fácil, desde el cruce tenemos primero dos kms de duras pendientes casi siempre por encima del 10% de desnivel, hasta que pasamos un refugio de madera, a partir de aquí el terreno se convierte en un sube y baja a modo de rompe piernas. Por suerte en ocasiones los densos pinares se abren para que podamos contemplar el espectacular circo que supone la Hoya de San Blas.
Tras un obligado descanso esperando a que el grupo se volviera a juntar, hicimos la foto colectiva. Poco después iniciamos los 7 kms de vuelta hasta llegar de nuevo al cruce con el paso canadiense, durante el trayecto nos cruzamos con varios bikers sufriendo lo suyo para alcanzar la cumbre. Desde este punto volvemos a ubicarnos para girar a la derecha y comenzar el descenso. Comentar que dos compañeros se lanzaron por una trialera que salía desde un ramal a escasos dos kms de la cima.
El resto optamos por continuar por la pista forestal. La bajada se hace peligrosa por la alta velocidad que cogemos y por la cantidad de grava suelta que tiene el camino. Hace dos años cuando pase por esta zona no había tantos chinarros. Recuerdo esta parte del camino mucho más abrupta y natural. Los últimos metros antes de llegar a la verja de entrada a la Hoya el camino esta alisado con zahorra compactada. Multitud de piedras de color azulado que dan un toque un tanto artificial al camino.
La mayoría de nosotros tuvimos problemas de tracción y agarre por esta zona. El descenso termina cerca del pantano del Mediano, también conocido como el embalse del palancar, al que rodeamos para continuar dirección hacía la Ermita de San Blas, una pequeña capilla que se encuentra sobre unas rocas y que hoy no toco visitar. Esta zona es mucho más abierta y con escasa vegetación, lo que provoca que el astro pegue fuerte. La primera ruta del verano y la primera de calor, en realidad.
Los siguientes kms son un bonito discurrir por vías pecuarias rodeadas de vayas de piedras. El paisaje cambia completamente, rodeados de extensos prados, berrocales y sotos. Pasamos junto a la Hacienda Jacaranda, un restaurante dedicado a bautizos, bodas y comuniones, un abrevadero con agua y algunas fincas ganaderas. También tuvimos que sortear a tres jinetes que ocupaban el ancho del camino. Por suerte los caballos no se asustaron a nuestro paso. Por aquí equivocamos el viaje un par de veces, hasta que vino el guía y nos sacó de dudas.
Llevados 30 kms de ruta volvemos a enlazar con el cordel del Monte Aguirre ya de retorno a Miraflores de la Sierra. Uno cuando pasa por aquí siempre tiene la tentación de girar a la izquierda para comenzar el ascenso a La Morcuera, esos dos primeros kms de zetas me parecen espectaculares. Sin embargo hoy no entraban en nuestros planes. De nuevo volvemos a transitar bajo la sombra de una gran masa forestal. No en vano nos encontramos en las faldas del Pico Najarra.
Más tarde llegamos a otro mirador natural, donde el Cerro de San Pedro es claro dominador del horizonte. A partir de aquí la subida finaliza y comenzamos un ligero descenso que nos llevará hasta el final de la ruta. Terminamos de dar pedales un poco antes de las doce y media, después de recorrer 36 kms en 2h 11m (tiempo encima de la bici) a una media de 16 km/h.
En el aspecto personal satisfecho por el reencuentro con las buenas sensaciones de antaño. Además desde el conocimiento que tenía del terreno, y sabiendo que se trataba de un trayecto corto y sencillo he intentado ir siempre a buen ritmo. La mayor parte de la ruta la he desarrollado junto a Paco Granado, un mano a mano que nos ha llevado a realizar todas las subidas juntos en solitario demostrando que estábamos más fuertes que el resto.
Por otra parte me ha encantado volver a ver a los hermanos Granados, Paco, Pedro Torres y Pequeño que hacía mucho con los que no coincidía. También animar desde aquí a los nuevos compañeros de ruta a que salgan más veces con nosotros. La Hoya de San Blas siempre es una excelente opción para realizar recorridos de media montaña. En particular esta ruta esta destinada a principiantes que se inician en el mundo del MTB con el aliciente de estar rodeado de naturaleza y ofrecernos unas espectaculares vistas en todo momento.
PERFIL:
TRACK DE LA RUTA:
Sobre las 9,30 echamos a rodar camino de la Fuente del Cura, el primer punto interesante de la ruta. Salimos de Miraflores de la Sierra a buen ritmo, nos acompaña un sol esplendido y una temperatura bastante alta a estas horas de la mañana. Huir de la gran ciudad para venir a la sierra donde los termómetros siempre marcan menos grados es una excelente opción para practicar deporte al aire libre. Sin embargo siempre hay algún despistado, creo que Pequeño se equivocó incluyendo un cortavientos entre su ropa.
Atravesamos un paso canadiense y en seguida encontramos un cruce de caminos. Desde aquí podemos observar las crestas de la Cuerda Larga, los verticales roquedos de la Pedriza y al fondo el peculiar Cerro de San Pedro. A partir de aquí tomamos el camino que se abre a nuestra derecha. Este es un apéndice de 7 kms de longitud que tenemos que recorrer de ida y vuelta. Con la recompensa final cuando se termina el camino de encontrarnos con un mirador natural donde podremos deleitarnos con unas excepcionales vistas.
Este es con diferencia el tramo más espectacular de toda la ruta. Sin embargo llegar a este sitio no es una tarea fácil, desde el cruce tenemos primero dos kms de duras pendientes casi siempre por encima del 10% de desnivel, hasta que pasamos un refugio de madera, a partir de aquí el terreno se convierte en un sube y baja a modo de rompe piernas. Por suerte en ocasiones los densos pinares se abren para que podamos contemplar el espectacular circo que supone la Hoya de San Blas.
El resto optamos por continuar por la pista forestal. La bajada se hace peligrosa por la alta velocidad que cogemos y por la cantidad de grava suelta que tiene el camino. Hace dos años cuando pase por esta zona no había tantos chinarros. Recuerdo esta parte del camino mucho más abrupta y natural. Los últimos metros antes de llegar a la verja de entrada a la Hoya el camino esta alisado con zahorra compactada. Multitud de piedras de color azulado que dan un toque un tanto artificial al camino.
La mayoría de nosotros tuvimos problemas de tracción y agarre por esta zona. El descenso termina cerca del pantano del Mediano, también conocido como el embalse del palancar, al que rodeamos para continuar dirección hacía la Ermita de San Blas, una pequeña capilla que se encuentra sobre unas rocas y que hoy no toco visitar. Esta zona es mucho más abierta y con escasa vegetación, lo que provoca que el astro pegue fuerte. La primera ruta del verano y la primera de calor, en realidad.
Los siguientes kms son un bonito discurrir por vías pecuarias rodeadas de vayas de piedras. El paisaje cambia completamente, rodeados de extensos prados, berrocales y sotos. Pasamos junto a la Hacienda Jacaranda, un restaurante dedicado a bautizos, bodas y comuniones, un abrevadero con agua y algunas fincas ganaderas. También tuvimos que sortear a tres jinetes que ocupaban el ancho del camino. Por suerte los caballos no se asustaron a nuestro paso. Por aquí equivocamos el viaje un par de veces, hasta que vino el guía y nos sacó de dudas.
Llevados 30 kms de ruta volvemos a enlazar con el cordel del Monte Aguirre ya de retorno a Miraflores de la Sierra. Uno cuando pasa por aquí siempre tiene la tentación de girar a la izquierda para comenzar el ascenso a La Morcuera, esos dos primeros kms de zetas me parecen espectaculares. Sin embargo hoy no entraban en nuestros planes. De nuevo volvemos a transitar bajo la sombra de una gran masa forestal. No en vano nos encontramos en las faldas del Pico Najarra. |
| Por la Hoya de San Blas. |
En el aspecto personal satisfecho por el reencuentro con las buenas sensaciones de antaño. Además desde el conocimiento que tenía del terreno, y sabiendo que se trataba de un trayecto corto y sencillo he intentado ir siempre a buen ritmo. La mayor parte de la ruta la he desarrollado junto a Paco Granado, un mano a mano que nos ha llevado a realizar todas las subidas juntos en solitario demostrando que estábamos más fuertes que el resto.
Por otra parte me ha encantado volver a ver a los hermanos Granados, Paco, Pedro Torres y Pequeño que hacía mucho con los que no coincidía. También animar desde aquí a los nuevos compañeros de ruta a que salgan más veces con nosotros. La Hoya de San Blas siempre es una excelente opción para realizar recorridos de media montaña. En particular esta ruta esta destinada a principiantes que se inician en el mundo del MTB con el aliciente de estar rodeado de naturaleza y ofrecernos unas espectaculares vistas en todo momento.PERFIL:
TRACK DE LA RUTA:
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