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sábado, 6 de septiembre de 2025

PORTILLO DE LUNADA 16/7/2025

El portillo de Lunada es quizás la ascensión más bella que se puede realizar en Cantabria con bicicleta de carretera. Una joya de la naturaleza que se encuentra franqueada por majestuosas montañas que nos ofrecen unos espectaculares paisajes de postal. Una subida preciosa, larga y tendida ideal para la práctica del cicloturismo integrada en pleno valles Pasiegos.

Portillo de Lunada.


Comentario:

Ni que decir tiene que uno de los mayores atractivos que tenía para venir a Cantabria con la bicicleta era descubrir el grandioso portillo de Lunada. Es un puerto que no te deja indiferente, la belleza de su recorrido, la inmensidad de sus montañas, la tranquilidad del entorno te transportan a un lugar idílico y te hacen recordar por qué nos gusta tanto recorrer sitios así en bicicleta. Practicar este precioso deporte nos permite descubrir el mundo que nos rodea y poder visitar lugares inimaginables. Esta segunda salida consecutiva después de la jornada de ayer me deja muy buenas sensaciones, además aprovechando que amaneció un espléndido día soleado aún pude disfrutar mucho más de esta subida tan bonita como larga que recomiendo a todo buen aficionado al ciclismo y que tiene además la ventaja de ir por una carretera desierta donde los coches no molestaran. 


Recorrido:

Espectacular trazado de ida y vuelta que tiene como único y principal objetivo alcanzar la cima del portillo de Lunada. Una subida de casi 32 kms de longitud que bien se puede dividir en dos partes. La ruta comienza en Liérganes y desde ahí hasta San Roque de Riomiera la subida es bastante suave por carretera estrecha pero con buen asfalto, aunque al paso por la aldea de Linto sufriremos las rampas más duras. Después de pasar la población de La Concha el firme empeora bastante y la pendiente se mantendrá constante al 6% casi siempre hasta llegar a la cima. Los últimos 10 kms son de absoluto disfrute visual, el valle se abre para que podamos admirar el precioso paisaje de alta montaña y el magnífico entorno natural que nos rodea. El descenso a Liérganes no es menos interesante puesto que nos dará otra perspectiva de todo lo recorrido hasta entonces y volver a recrearnos con el panorama.


Datos:

Distancia: 64 kms

Tiempo encima de la bici: 3h 28m

Tiempo total: 3h 50m

Velocidad media: 18'5 km/h

Desnivel acumulado: 1.469 metros.


Altimetría:

Portillo de Lunada


Otras rutas por la zona:

Alisas- Cruz de Usaño- Fuente las Varas



Antes de las siete y media de la mañana salgo de Liérganes, turística localidad cántabra conocida por la leyenda del hombre pez. 


Los primeros 9 kms de subida son un falso llano que podemos considerar de aproximación, con pendientes que rondan el 3% de desnivel. La primera aldea que pasamos tiene nombre de político.


Toda la subida se realiza por carretera de montaña.


Al paso por la población de Mirones.


Llevados 10 kms nos encontraremos con las rampas más duras con puntas del 10%. 


Atravesando el núcleo de Linto, poco después nos toparemos con un kilómetro de descenso que viene fenomenal para descansar patas pero se hará bastante pestoso a la vuelta.


A la entrada de San Roque de Riomiera tendremos que esforzamos para superar un pequeño tramo de duras cuestas.


Cerca de esta localidad, repleta de restaurantes humeando sus chimeneas, se encuentra el Hayedo de Zamina, otro atractivo de la zona.


Tras una hora de prolongada subida y más de 16 kms recorridos decidí en esta agradable población realizar una breve parada, aún me quedaba por delante la mitad y se hacía necesario reponer fuerzas.


A quince kilómetros de coronar pasamos el cruce con la carretera que nos llevaría a Selaya a través del puerto del Caracol.


La carretera remonta el cauce del río Miera encajonada entre montañas.


El burro ya me advertía de que se avecinaban curvas.


Tras pasar La Concha el firme de la calzada empeora notablemente.


El tramo final es simplemente espectacular, un auténtico regalo para la vista, deslumbrándonos con unos preciosos paisajes de alta montaña.


Entre pedalear y hacer fotos no doy abasto, que magnifico lugar la montaña pasiega, ¡la cámara se dispara sola no puedo parar!.


La verdadera curva de la felicidad para un ciclista es poder observar el relieve de las montañas que subimos con nuestras bicicletas.


Tras acometer una curva de vaguada a la izquierda dejaremos el trazado rectilíneo que habíamos llevado para continuar remontando la montaña por su otro costado lo que nos permitirá ir observando parte de lo ascendido hasta entonces.


Los últimos 7 kms de ascensión son impresionantes. La carretera serpentea ladera arriba trepando por la montaña y cada curva se convierte en un mirador natural ofreciéndonos una imagen de postal desde cualquier perspectiva.
Este puerto es probablemente una de las subidas más escénicas que he realizado en bicicleta de carretera, me recordó mucho a La Cubilla en Asturias.


El portillo de Lunada es un colosal puerto de montaña de casi 32 kilómetros de longitud, por supuesto catalogado de categoría especial. La última parte del recorrido la pendiente se mantiene constante al 6% de desnivel lo que nos permitirá disfrutar de la tranquilidad de esta zona mientras admiramos un sensacional panorama. 


Se observa como la carretera zigzaguea la montaña y en la parte izquierda superior podemos a lo lejos  intuir el Mirador de Covalruyo.


Los moteros son otra especie que también ha sabido apreciar la belleza de este puerto.


El landismo también tiene su cachito de gloria en el portillo de Lunada.


Esta imponente curva de herradura me adentra en los dos últimos kms de ascensión.


El portillo de Lunada se encuentra incrustado en la cordillera de los Montes de Valnera que separa Cantabria de la provincia de León y une la comarca de las Merindades con los valles Pasiegos.


Dentro del último kilómetro ya podemos adivinar donde está situada la cima de este puerto que en invierno será imposible visitar puesto que las nieves de temporada mantendrán cerrado este paso. 


El circo glaciar que forma el valle del Miera es uno de los tesoros que esconde la Cordillera cantábrica, un lugar mágico que bien podríamos confundir con los Alpes suizos.


Después de dos horas y cuarto de pedaleo coroné el portillo de Lunada.


Durante el descenso es aconsejable extremar la precaución. 


La industria maderera transformó el paisaje de esta zona allá por el siglo XVIII dejando sin masa forestal estas majestuosas montañas que en la actualidad están dominadas por inmensos prados que le dan ese color verde intenso tan característico a este portillo de Lunada. 


Durante el descenso no escatimé en detenerme para hacer fotos, esta en concreto en el mirador del Rey donde coincidí con otro ciclista que al igual que yo gozaba con el lugar.


Valle del Miera.


Valles Pasiegos.




PERFIL:




TRACK DE LA RUTA:

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