Al fondo, la Sierra de la Cabrera. |
La primera vez que escuché algo relacionado con el Alto de la Trampa fue durante la marcha Alberto Contador que realicé este año, allí un ciclista entre otras cosas me comentó que se trataba de una subida corta pero con desniveles más que apreciables, que había conocido durante la marcha cicloturista desafío puertos del Guadarrama. Si solo el nombre ya produce miedo, no me quería imaginar que tipo de escalada podría ser.
Pronto comencé a investigar, pregunté a otros aficionados, busqué información en internet hasta que hoy finalmente me he decido a realizar una ruta incluyendo en su itinerario esta temida subida. En esta ocasión me acompaña mi colega Antonio, más conocido con el apodo de "el Chino", un bombero en activo que ha echo del deporte su forma de vida, tanto practicando, enseñando como realizando cualquier actividad dedicada al mundo del ejercicio físico. Un tio majete que conozco desde que era niño y que ha vuelto a engancharse al ciclismo desde hacía unas semanas. Todo un atleta y por supuesto un buen amigo. Durante los meses anteriores habíamos estado entrenando, aprovechando alguna tarde entre semana para salir con la bici cuando nuestros calendarios laborales nos lo permitían.
Hoy iniciamos la ruta desde Colmenar Viejo, una localidad tipicamente taurina de la zona norte de Madrid, que bien podemos considerar como la puerta de acceso a la Sierra de Guadarrama. Muchos ciclistas toman como punto de partida esta localidad para aventurarse después por los puertos de Morcuera y Canencia. Sin embargo hoy nosotros teníamos otros planes. La idea era desarrollar una ruta bordeando las montañas, dejando de lado los grandes puertos para atacar otras subidas menos conocidas y duras pero no por ello menos interesantes.
Nada más salir de Colmenar Viejo comenzamos el primer ascenso del día. La subida al Cerro de San Pedro por esta vertiente es bastante sencilla, con un porcentaje medio al 3%. Se trata de un puerto de tercera categoría que se hace muy cómodo aunque se haga a buen ritmo, como fue nuestro caso, que subimos a más de 24 km/h. Paralelo a la M-625 nos persigue hasta arriba por el margen derecho un camino de tierra que muchos vecinos lo utilizan para dar un paseo o simplemente para acercarse hasta la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios.
El paso por carretera se queda muy lejos de la cumbre del pico, que dejamos a nuestro lado derecho al pasar. Es un monte especialmente peculiar por su ubicación, alejado del resto de la cordillera formando una isla solitaria que le permite tener desde su alto unas espectaculares vistas a la sierra, aunque para disfrutar de ellas haya que aventurarse por caminos más propicios para los senderistas. Los que usamos flacas tan solo podemos subir hasta los 1050 metros de altitud, el punto más alto que coincide con la zona conocida como el Pedrín.
El descenso lo hacemos a todo gas y en seguida alcanzamos Guadalix de la Sierra, población que en la actualidad es más conocida por albergar la famosa casa de un reality de televisión que por otras muchas virtudes que tiene. Es en realidad un escaparate natural a la sierra de Guadarrama que hace años llamó la atención de los cineastas cuando la convirtieron en escenario de la entrañable película de Berlanga, Bienvenido Mr Marshall. A sus afueras recorremos el embalse de Pedrezuela, también conocido con el nombre de El Vellón, dejándonos una estampa más que admirable, su club náutico ya no ejerce la influencia de antaño y son escasas las embarcaciones amarradas. Los aficionados a la pesca tienen en este lugar uno de sus sitios preferidos.
Después pasamos por debajo de la A-1 para tomar una nacional que nos conducirá hacía Torrelaguna. Es una carretera ancha con un amplio arcén. Nosotros seguimos a relevos a muy buen ritmo hasta que nos topamos con el repecho de Redueña, apenas trescientos metros que nos hacen sufrir lo nuestro. Por aquí comienzan los problemas mecánicos que tiene Chino con el cambio. Hace unas semanas que había comprado un carbono de segunda mano y esta ruta era una prueba estupenda para probar el material adquirido. Llevados 30 kms de ruta cambiamos de dirección para tomar una carretera secundaria, perfectamente asfaltada y señalizada, rodeada de frondosa vegetación a ambos lados de la calzada. Un par de kms después comenzamos la subida a La Trampa.
Aunque la carretera empieza a empinarse desde el mismo cruce con la N-320, no será hasta el paso con una enorme tubería del canal de Isabel II cuando la cosa se ponga sería. A partir de aquí nos vamos a encontrar con tres kms durisimos con una pendiente media del 9% y con picos en las curvas de herraduras del 14% de desnivel. Toca ponerse el mono de trabajo y dosificar fuerzas para llegar entero a la cima, no sería inteligente esforzarse al máximo con todo lo que resta aun de ruta.
Sin embargo gracias a los problemas mecánicos que tiene mi colega con su máquina consigo realizar casi toda la ascensión junto a él. Solo en la parte final me dejo de rueda sacándome algo más de doscientos metros de ventaja. Chino esta como un jabalí, con un físico espectacular dentro de un par de meses más de entreno va ser imposible cazarle. Me gusta salir con gente más capacitada que yo, así tengo un referente, un modelo a seguir para progresar en mis entrenamientos y mejorar mi condición. En este sentido mi colega es un excelente compañero, ojala siga apostando por la bicicleta en un futuro porque es un tio que se le da bien todos los deportes y disciplinas.
La cima se encuentra un km antes de llegar a La Cabrera, en este sitio existe una explanada en la parte derecha para dejar el coche y comenzar desde aquí alguna ruta a pie. En total son algo más de cinco kms y medio de ascensión si contamos los dos primeros que son de falso llano, que se hacen realmente duros, con escasa sombra y sin ningún vehículo que nos estorbe. Una subida que realicé en 22 minutos y que termina con unas espectaculares vistas a la Sierra de La Cabrera y el pico de La Miel.
Un espectacular canchal rocoso de casi cuatro kms de longitud que tendremos presente en nuestra retina durante los próximos kms de ruta que se desarrollan por una divertida y virada carretera entre La Cabrera y las inmediaciones de Valdemanco. Un continuo sube y baja a modo de rompe piernas que nos saca de la monotonía rodeados de montañas, enebros, robles y encinas que nos cobijan mientras avanzamos. Luego nos encontramos con el taller museo de Berruti, un jardín de piedras y hierros reciclados que conforman un universo de esculturas uniendo arte y naturaleza en este curioso lugar.
No entramos en Valdemanco dejando la carretera un poco antes para aventurarnos hacía Cabanillas de la Sierra. Por esta zona el paisaje es espectacular, ofreciendo un fuerte contraste entre los riscos graníticos de la Sierra de la Cabrera y el fuerte color verde de las laderas del monte Mondalindo. Fue entonces cuando estando absorto contemplando el panorama, se salió la cadena de la bici. Chino que mandaba por delante no se percató del percance lo que hizo que tras parar y colocarla en su sitio le perdiera de vista. Un par de kms después volvimos a marchar juntos.
Al llegar a Cabanillas de la Sierra tomamos la primera glorieta a la derecha para comenzar la última subida de la jornada y también la más larga. Por delante tenemos 10 kms de ascenso que se hace por una carretera en perfectas condiciones y con escaso tráfico, como toda la ruta en general. Se trata de una subida muy constante, que finaliza un km después de rebasar la localidad de Bustarviejo. Precisamente en esta villa, antes de alcanzar el núcleo urbano se encuentran las cuestas más duras, aunque ninguna pendiente alcanza los dos dígitos.
A mitad de subida pasamos por debajo del viaducto de la linea de ferrocarril Madrid-Burgos, que tiene la peculiaridad de que fue diseñado por un ingeniero republicano condenado a muerte al que conmutaron la pena tras ser construido. En Bustarviejo nos detuvimos para hacer la primera pausa del día. Sediento y fatigado me senté a descansar durante unos minutos. Esta subida me había dejado algo tocado y necesitaba reponer fuerzas. Así que metí para el cuerpo un par de barritas, una pastilla de glucosa y un gel. Mi compañero tampoco se quedó atrás en esto.
Unos minutos más tarde reanudamos la marcha atacando la distancia comprendida entre Bustarviejo y Miraflores de la Sierra. Nos quedan más de 25 kms por delante, pero lo más difícil ya esta superado. Esta parte del recorrido es claramente favorable, casi siempre picando para abajo. Me vuelvo a encontrar con buenas sensaciones y decido aprovechar el instante para ponerme en cabeza para tirar un poco más. Fueron los únicos kms que noté a Chino algo flojo. A veces iba perdiendo mi rueda, lo que vulgarmente se llama "hacer la goma".
Este tramo es especialmente vistoso, rodeados de bosques, cuyos antiguos árboles antaño nutrieron de vida las estanterías de la fabulosa biblioteca del monasterio del Escorial. Más arriba, a nuestra derecha una inmensa montaña es testigo de nuestro pedalear, es el puerto de Canencia. Pronto llegamos a Miraflores de la Sierra, pasamos por sus agitadas calles viendo como los vecinos se agolpan en las terrazas de los bares para dar buena cuenta de enormes jarras de cerveza, que envidia dan. Nos cruzamos con otros ciclistas que iban a La Morcuera y pensamos que suerte la nuestra.
El siguiente tramo lo hacemos rapidísimo. En menos de un cuarto de hora realizamos los 7,7 kms que separan Miraflores de Soto del Real. Denunciar que esta carretera se encuentra en pésimo estado de conservación, con multitud de socavones, muy agrietada y con asfalto derruido. Además tiene varias curvas cerradas sin visibilidad, que la convierten en una carretera altamente peligrosa, sobre todo para los ciclistas. Creo que fue por este motivo por lo que fuimos tan rápidos.
En Soto del Real hicimos la segunda parada. En esta ocasión paramos en el Área Ciclista, una pionera iniciativa que se puso en marcha en septiembre del año pasado y que tiene por objetivo abastecer las necesidades de los ciclistas. Es un espacio exclusivo para los que nos gusta la bicicleta para hacer un alto en el camino, con todos los servicios necesarios. Esta área ciclista esta provista de lavadero de bicis, zona de inflado, baño, máquinas expendedoras de alimentos, bebidas e incluso cámaras de repuesto. Me parece una estupenda idea que se podría repetir en más lugares de la geografía.
La última parte del recorrido discurre por carril bici. Un trazado prácticamente llano hasta llegar a Colmenar Viejo que se hizo bastante duro debido al fuerte viento que azotaba de costado y en ocasiones de cara. Lo más destacable las vistas al embalse de Santillana y al Cerro de San Pedro. Sobre las dos de la tarde llegamos al punto de partida finalizando así la ruta circular propuesta. Cansados pero satisfechos después de realizar 87 kms en 3h 37m (tiempo encima de la bici) a una media de más de 24 km/h.
Espero seguir contando en adelante con la compañía de mi colega Chino, que ha vuelto al mundo del ciclismo por la puerta grande. Es especialmente gratificante practicar el deporte que más me gusta junto a mis amigos. Por otra parte me ha encantado conocer La Trampa. Por mucho que te cuenten, leas o busques en internet nunca sabrás lo que se sufre hasta que no te atrapa. ¿te atreves con ella?.
PERFIL:
TRACK DE LA RUTA:
Pronto comencé a investigar, pregunté a otros aficionados, busqué información en internet hasta que hoy finalmente me he decido a realizar una ruta incluyendo en su itinerario esta temida subida. En esta ocasión me acompaña mi colega Antonio, más conocido con el apodo de "el Chino", un bombero en activo que ha echo del deporte su forma de vida, tanto practicando, enseñando como realizando cualquier actividad dedicada al mundo del ejercicio físico. Un tio majete que conozco desde que era niño y que ha vuelto a engancharse al ciclismo desde hacía unas semanas. Todo un atleta y por supuesto un buen amigo. Durante los meses anteriores habíamos estado entrenando, aprovechando alguna tarde entre semana para salir con la bici cuando nuestros calendarios laborales nos lo permitían.
En el area ciclista de Soto del Real. |
Ascenso al Cerro de San Pedro. |
El paso por carretera se queda muy lejos de la cumbre del pico, que dejamos a nuestro lado derecho al pasar. Es un monte especialmente peculiar por su ubicación, alejado del resto de la cordillera formando una isla solitaria que le permite tener desde su alto unas espectaculares vistas a la sierra, aunque para disfrutar de ellas haya que aventurarse por caminos más propicios para los senderistas. Los que usamos flacas tan solo podemos subir hasta los 1050 metros de altitud, el punto más alto que coincide con la zona conocida como el Pedrín.
Embalse de Pedrezuela. |
El descenso lo hacemos a todo gas y en seguida alcanzamos Guadalix de la Sierra, población que en la actualidad es más conocida por albergar la famosa casa de un reality de televisión que por otras muchas virtudes que tiene. Es en realidad un escaparate natural a la sierra de Guadarrama que hace años llamó la atención de los cineastas cuando la convirtieron en escenario de la entrañable película de Berlanga, Bienvenido Mr Marshall. A sus afueras recorremos el embalse de Pedrezuela, también conocido con el nombre de El Vellón, dejándonos una estampa más que admirable, su club náutico ya no ejerce la influencia de antaño y son escasas las embarcaciones amarradas. Los aficionados a la pesca tienen en este lugar uno de sus sitios preferidos.
Subida a La Trampa. |
Después pasamos por debajo de la A-1 para tomar una nacional que nos conducirá hacía Torrelaguna. Es una carretera ancha con un amplio arcén. Nosotros seguimos a relevos a muy buen ritmo hasta que nos topamos con el repecho de Redueña, apenas trescientos metros que nos hacen sufrir lo nuestro. Por aquí comienzan los problemas mecánicos que tiene Chino con el cambio. Hace unas semanas que había comprado un carbono de segunda mano y esta ruta era una prueba estupenda para probar el material adquirido. Llevados 30 kms de ruta cambiamos de dirección para tomar una carretera secundaria, perfectamente asfaltada y señalizada, rodeada de frondosa vegetación a ambos lados de la calzada. Un par de kms después comenzamos la subida a La Trampa.
Aunque la carretera empieza a empinarse desde el mismo cruce con la N-320, no será hasta el paso con una enorme tubería del canal de Isabel II cuando la cosa se ponga sería. A partir de aquí nos vamos a encontrar con tres kms durisimos con una pendiente media del 9% y con picos en las curvas de herraduras del 14% de desnivel. Toca ponerse el mono de trabajo y dosificar fuerzas para llegar entero a la cima, no sería inteligente esforzarse al máximo con todo lo que resta aun de ruta.
Sin embargo gracias a los problemas mecánicos que tiene mi colega con su máquina consigo realizar casi toda la ascensión junto a él. Solo en la parte final me dejo de rueda sacándome algo más de doscientos metros de ventaja. Chino esta como un jabalí, con un físico espectacular dentro de un par de meses más de entreno va ser imposible cazarle. Me gusta salir con gente más capacitada que yo, así tengo un referente, un modelo a seguir para progresar en mis entrenamientos y mejorar mi condición. En este sentido mi colega es un excelente compañero, ojala siga apostando por la bicicleta en un futuro porque es un tio que se le da bien todos los deportes y disciplinas.
La cima se encuentra un km antes de llegar a La Cabrera, en este sitio existe una explanada en la parte derecha para dejar el coche y comenzar desde aquí alguna ruta a pie. En total son algo más de cinco kms y medio de ascensión si contamos los dos primeros que son de falso llano, que se hacen realmente duros, con escasa sombra y sin ningún vehículo que nos estorbe. Una subida que realicé en 22 minutos y que termina con unas espectaculares vistas a la Sierra de La Cabrera y el pico de La Miel.
Un espectacular canchal rocoso de casi cuatro kms de longitud que tendremos presente en nuestra retina durante los próximos kms de ruta que se desarrollan por una divertida y virada carretera entre La Cabrera y las inmediaciones de Valdemanco. Un continuo sube y baja a modo de rompe piernas que nos saca de la monotonía rodeados de montañas, enebros, robles y encinas que nos cobijan mientras avanzamos. Luego nos encontramos con el taller museo de Berruti, un jardín de piedras y hierros reciclados que conforman un universo de esculturas uniendo arte y naturaleza en este curioso lugar.
No entramos en Valdemanco dejando la carretera un poco antes para aventurarnos hacía Cabanillas de la Sierra. Por esta zona el paisaje es espectacular, ofreciendo un fuerte contraste entre los riscos graníticos de la Sierra de la Cabrera y el fuerte color verde de las laderas del monte Mondalindo. Fue entonces cuando estando absorto contemplando el panorama, se salió la cadena de la bici. Chino que mandaba por delante no se percató del percance lo que hizo que tras parar y colocarla en su sitio le perdiera de vista. Un par de kms después volvimos a marchar juntos.
Al llegar a Cabanillas de la Sierra tomamos la primera glorieta a la derecha para comenzar la última subida de la jornada y también la más larga. Por delante tenemos 10 kms de ascenso que se hace por una carretera en perfectas condiciones y con escaso tráfico, como toda la ruta en general. Se trata de una subida muy constante, que finaliza un km después de rebasar la localidad de Bustarviejo. Precisamente en esta villa, antes de alcanzar el núcleo urbano se encuentran las cuestas más duras, aunque ninguna pendiente alcanza los dos dígitos.
A mitad de subida pasamos por debajo del viaducto de la linea de ferrocarril Madrid-Burgos, que tiene la peculiaridad de que fue diseñado por un ingeniero republicano condenado a muerte al que conmutaron la pena tras ser construido. En Bustarviejo nos detuvimos para hacer la primera pausa del día. Sediento y fatigado me senté a descansar durante unos minutos. Esta subida me había dejado algo tocado y necesitaba reponer fuerzas. Así que metí para el cuerpo un par de barritas, una pastilla de glucosa y un gel. Mi compañero tampoco se quedó atrás en esto.
Unos minutos más tarde reanudamos la marcha atacando la distancia comprendida entre Bustarviejo y Miraflores de la Sierra. Nos quedan más de 25 kms por delante, pero lo más difícil ya esta superado. Esta parte del recorrido es claramente favorable, casi siempre picando para abajo. Me vuelvo a encontrar con buenas sensaciones y decido aprovechar el instante para ponerme en cabeza para tirar un poco más. Fueron los únicos kms que noté a Chino algo flojo. A veces iba perdiendo mi rueda, lo que vulgarmente se llama "hacer la goma".
Bustarviejo. |
Este tramo es especialmente vistoso, rodeados de bosques, cuyos antiguos árboles antaño nutrieron de vida las estanterías de la fabulosa biblioteca del monasterio del Escorial. Más arriba, a nuestra derecha una inmensa montaña es testigo de nuestro pedalear, es el puerto de Canencia. Pronto llegamos a Miraflores de la Sierra, pasamos por sus agitadas calles viendo como los vecinos se agolpan en las terrazas de los bares para dar buena cuenta de enormes jarras de cerveza, que envidia dan. Nos cruzamos con otros ciclistas que iban a La Morcuera y pensamos que suerte la nuestra.
El siguiente tramo lo hacemos rapidísimo. En menos de un cuarto de hora realizamos los 7,7 kms que separan Miraflores de Soto del Real. Denunciar que esta carretera se encuentra en pésimo estado de conservación, con multitud de socavones, muy agrietada y con asfalto derruido. Además tiene varias curvas cerradas sin visibilidad, que la convierten en una carretera altamente peligrosa, sobre todo para los ciclistas. Creo que fue por este motivo por lo que fuimos tan rápidos.
En Soto del Real hicimos la segunda parada. En esta ocasión paramos en el Área Ciclista, una pionera iniciativa que se puso en marcha en septiembre del año pasado y que tiene por objetivo abastecer las necesidades de los ciclistas. Es un espacio exclusivo para los que nos gusta la bicicleta para hacer un alto en el camino, con todos los servicios necesarios. Esta área ciclista esta provista de lavadero de bicis, zona de inflado, baño, máquinas expendedoras de alimentos, bebidas e incluso cámaras de repuesto. Me parece una estupenda idea que se podría repetir en más lugares de la geografía.
La última parte del recorrido discurre por carril bici. Un trazado prácticamente llano hasta llegar a Colmenar Viejo que se hizo bastante duro debido al fuerte viento que azotaba de costado y en ocasiones de cara. Lo más destacable las vistas al embalse de Santillana y al Cerro de San Pedro. Sobre las dos de la tarde llegamos al punto de partida finalizando así la ruta circular propuesta. Cansados pero satisfechos después de realizar 87 kms en 3h 37m (tiempo encima de la bici) a una media de más de 24 km/h.
Espero seguir contando en adelante con la compañía de mi colega Chino, que ha vuelto al mundo del ciclismo por la puerta grande. Es especialmente gratificante practicar el deporte que más me gusta junto a mis amigos. Por otra parte me ha encantado conocer La Trampa. Por mucho que te cuenten, leas o busques en internet nunca sabrás lo que se sufre hasta que no te atrapa. ¿te atreves con ella?.
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